los mejores shooters de los ultimos diez años

Los 100 mejores videojuegos de los últimos 10 años (I): Shooters

Hemos decidido echar la vista atrás y hacer un poco de repaso de los, por qué no, últimos diez años de producción cultural. En esta nueva sección aperiódica os traeremos listas de a diez con nuestros favoritos en diversas categorías. La idea general no la tenemos muy clara ni nosotros, pero sí nos apetece empezar por los videojuegos, con intención de listar diez títulos de diez géneros distintos en diez listas que vamos a ir publicando con el tiempo. Al final de la serie dentro de unos meses, esa es la intención, podréis tener una lista de nuestros cien juegos favoritos de la última década. Un recorrido más o menos subjetivo, pero bastante fiable, por lo que consideramos lo mejor que ha dado el medio recientemente.

Empezamos por uno de los géneros más arraigados a la tradición videojuerguista, una categoría sempiterna que dio su gran golpe sobre la mesa desde las oficinas de id Software -seminales Wolfenstein 3D y Doom– y que a día de hoy sigue asegurando caja (los Call of Duty permanencen como sinónimo de éxito planetario) y lanzando escupitajos de acción desenfrenada con arma de fuego al ristre. Y ojo puristas, manga ancha que en esta lista hay un poco de todo: shooters en primera persona, en tercera persona, triunfos indie y obuses mainstream. Juegos, en cualquier caso, cuya mecánica principal es disparar y moverse, chute adrenalínico para aburridos de la vida y veneno peligroso para hipertensos.

Aquí nuestros diez shooters preferidos de los últimos diez años en estricto orden ascendente, como marcan los cánones de toda lista.

10 – Devil Daggers (2016 – PC)

Teníamos que quedarnos con un boomer shooter, y aunque podía haber sido Dusk hemos preferido optar por la propuesta de Sorath. Por radical, por extremo, por viciante y viciado. Su ambientación en 3D pixelado acojona y su bucle jugable lo agarraba a uno por las tripas: se trataba de sobrevivir en un espacio reducido a hordas crecientes de demonios, puro caos en progresión geométrica, el mayor tiempo posible. Poco más. Un toque significaba la muerte. Una racha de asesinatos, una descarga de dopamina incomparable. Locura. Un juego, literalmente, del demonio.

9 – SuperHot (2016 – PC, iOS, PlayStation 4, XBox One, Nintendo Switch)

Un concepto irresistible: el tiempo se mueve contigo. Si tú estás quieto el mundo está en pausa, si te mueves tu entorno se mueve. Y quiere matarte. Semejante mecánica acarreaba todo el peso de una propuesta argumentalmente diabólica y por lo demás estéticamente minimalista… pero aun así seductora. Fondos blancos, personajes poligonales naranjas y objetos de ataque (no sólo pistolas, también botellas o tacos de billar) conformaban los props escénicos de una adictiva coreografía de la quietud y el movimiento, el caos y el silencio.

Lee nuestra crítica de SuperHot.

8 – Wolfenstein II: The New Colossus (2017 – PC, PlayStation 4, XBox One, Nintendo Switch)

Wolfenstein: The New Order, reboot de la venerable saga de id Software, metió la puntita. Su continuación, The New Colossus, descargó todo el armamento posible sobre las hordas de nazis que poblaban su chatarrera ucronía: una historia más enfebrecida y llena de momentos memorables, una menos disimulada rojez política, una mayor finura en el gunplay y una más acentuada locura en su diseño de niveles garantizaron su presencia en la Historia grande del género. Macarrada extrema.

7 – Titanfall 2 (2016 – PC, PlayStation 4, XBox One)

Respawn Entertainment siempre ha sido sinónimo de finura mecánica, de buen gusto jugable. Pero Titanfall 2, tan de culto como su ignorado predecesor, incorporó a su impecable multijugador una de las mejores campañas single player que le recordamos a un FPS de vocación mainstream. Un intenso viaje que aunaba momentos de epicidad casi desbordante con delicados toques emocionales, apoyados sobre la relación que se establecía entre el jugador y su compañero mecánico. Un juego que alimentaba las tripas, el cerebro y el corazón por igual.

6 – Far Cry 3  (2012 – P, PlayStation 3, XBox 360, PlayStation 4, XBox One)

Hoy Far Cry ya es fórmula, una particularmente desgastada (gracias por tanto, Ubisoft). Pero hubo un momento, allá por el algo primerizo Far Cry 2, que el género dio un salto de gigante en jugabilidad sistémica y situaciones emergentes. El incontestable Far Cry 3 fue una revisión total de su predecesor, depuración de la fórmula y operación plástica de aumento con resultado voluptuoso, incorporando un entorno espectacular, un guion pasadísimo de vueltas y un villano, Vaas, absolutamente memorable. De ahí para abajo, con alguna excepción medio honorable (Far Cry 5).

5 – Max Payne 3 (2012 – PC, Xbox 360, PlayStation 3)

Podríamos poner en duda la presencia en esta lista de la tercera aventura de Max Payne… pero no sería por motivos de calidad. Quizá su propuesta, desarrollada en esta ocasión por Rockstar, engarzara menos con los planteamientos del shooter puro que otras aquí presentes, pero lo cierto es que si algo la hizo grande, más allá de una buena historia y un protagonista memorable, fue el perfeccionamiento de la mecánica disparo en tercera persona que planteaba, heredada directamente de sus entregas previas: emocionante, preciso (ese tiempo bala) y lleno de posibilidades.

4 – Splatoon (2015 – Nintendo Switch)

Que Nintendo se meta en el ruedo de los shooters competitivos es sinónimo de que se meta en ello… a su manera. Cambiando las pipas por herramientas de pintura, el rojo de la sangre por colores chillones, la sed asesina por bricolaje futurista -gana el equipo que pinta más terreno que el contrario en una arena gigantesca- y la estética badass por gomosos calamares antropomorfos articuló un concepto absolutamente brillante en su sencillez y logró una ejecución espectacular en el inicio de una saga que ya acumula tres entregas.

3 – Hotline Miami (2012 – PC, PSVita, PlayStation 4, Nintendo Switch)

En 2012 el pixel art aún era una declaración de intenciones nostálgica. Por eso casi pilló por sorpresa la estética de Hotline Miami, apoyada por un espíritu vaporwave, un aire neón y una banda sonora muy Drive. Todo extremada -y sangrientamente- cool en un thriller mostrado con una cámara cenital que se desplazaba por las habitaciones de casas infestadas de narcos y apoyado en un guion neo-noir que giraba en torno a la presunta inevitabilidad de la violencia. Ahí vino la auténtica sorpresa: Hotline Miami tenía espíritu arcade pero también muchas reflexiones éticas que articular. Y terminó convertido, junto a su brillante secuela, en nuevo estandarte del indie.

2 – DOOM Eternal (2020 – PC, PlayStation 4, Xbox One)

Wolfenstein no ha sido la única franquicia de id Software en ser rebooteada con éxito recientemente. Y como aquella, DOOM cocinaba con su segunda entrega su más jugoso y sangriento bistec, un bombazo hiperfrenético que demandaba tanta precisión como velocidad de movimiento. DOOM Eternal es un irresistible monumento al medio que homenajea y reinventa y nos recuerda por qué estamos en esto: por la diversión, las ganas de ser sorprendidos casi a cada minuto, por el desafío y la incalculable recompensa. Fue un bombazo en su momento y hoy ya es, efectivamente, eterno. Ácido de motor corriendo por tus venas.

1 – Half-Life: Alyx (2020 – PC VR)

Sabía Valve que necesitaba estar a la altura de su propia leyenda. Los dos primeros Half-Life y los dos episodios complementarios habían marcado profundas muescas en la industria y los jugadores gracias a sus innovaciones narrativas y mecánicas. Y el hype por un (todavía inexistente) Half-Life 3 estaba haciendo bullir una olla a presión gamer que podía explotar en cualquier momento. La válvula de escape, una entrega exclusiva para realidad virtual que dio sentido al soporte -sigue siendo su killer app– conjugando todo el factor epatante inmersivo que se le presupone con un diseño narrativo, artístico y mecánico de ensueño. Aún hoy, la mejor experiencia VR en el mercado. Qué narices, la mejor experiencia, a secas, de toda la industria del entretenimiento. Llamarlo alucinante es quedarse corto.

Quedaron fuera por poco, pero podrían haber figurado en esta lista sin sonrojarse, el emblemático BioShock Infinite, Returnal, Metro Exodus, Spec Ops: The Line, Gears 5, Overwatch, Destiny 2 o el reboot de Modern Warfare que ejecutó con sobriedad la franquicia Call of Duty en 2019. Lástima, no cabían todos…

Xavi Roldan empezó la aventura casahorrorífica al poco de que el blog tuviera vida. Su primera crítica fue de una película de Almodóvar. Y de ahí, empezó a generar especiales (Series Geek, Fantaterror español, cine gruesome...), a reseñar películas en profundidad... en definitiva, a darle a La casa el toque de excelencia que un licenciado en materia, con mil y un proyectos profesionales y personales vinculados a la escritura de guiones, puede otorgar. Una película: Cuentos de Tokio Una serie: Seinfeld

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