35 mejores peliculas de 2021

Las 35 mejores películas de 2021

Repetimos un poco lo que hemos venido diciendo estos últimos días. Que 2021 ha vuelto a ser un año pandémico, o post-ídem, y su esquema de estrenos cinematográficos, de nuevo, ha tenido poco sentido: títulos insospechados que por algún motivo sí se estrenan, películas antiguas que vuelven a poblar las carteleras, cosas nuevas que nunca llegan a ver a la luz en salas, otras que pasan por salas y plataformas de video a la carta simultáneamente… tantas posibilidades como, casi, películas hay. ¿Nuestro criterio al elaborar la lista que vais a ver a continuación? Laxitud. Por aquí veréis películas que se han estrenado en salas españolas en 2021 a pesar de contar ya uno o dos años de vida, otras que no han llegado este año a nuestras salas pero sí a nuestras teles y las de más allá que no hemos visto en cines pero sí en festivales. Dicho de otro modo, nadie se ponga pejiguero que lo que pretendemos con esta lista es, simplemente, glosar lo que nos ha parecido más interesante de todo lo que ha tenido una presencia relevante en 2021. Y juntándolo todo, la verdad es que, pandémico o no, desde un punto de vista cinematográfico no ha quedado un mal año, no…

Lista de las 35 mejores películas de 2021

dune

35. Dune, de Denis Villeneuve

No son pocos los tropiezos narrativos y tonales que presenta la pretenciosa adaptación de Denis Villeneuve del clásico -presuntamente inadaptable- de la ciencia ficción de Frank Herbert. Pero, seamos sinceros, sus virtudes tampoco deben ser despreciadas: la capacidad del canadiense para construir atmósferas sigue vigente y su sentido del espectáculo con contenido es capaz de clavarnos en el asiento un par de veces a lo largo de su metraje.

al abordaje

34. ¡Al abordaje!, de Guillaume Brac

Es admirable cómo Guillaume Brac rompe un montón de barreras -tonales, formales, temáticas- sin aparente esfuerzo: su comedia viajera es integradora, fluida en sus saltos de género, abierta a un contexto de tolerancia, fresquita en sus propuestas argumentales y totalmente alejada de estridencias. Confía simplemente en lo sutil de sus descripciones sentimentales y en lo humano de sus personajes. Y triunfa, claro.

un polvo desafortunado o porno loco

33. Un polvo desafortunado o porno loco, de Radu Jude

Farsa sexual y crítica social a cantidades parejas, lo nuevo de Radu Jude puede resultar a ratos histriónico y a otros demasiado lúdico para ser tomado en serio. Pero debería. Por muy festivas que sean, resultan acertadas, punzantes y muy pertinentes sus reflexiones sobre el ejercicio del abuso de poder, cotidiano o institucionalizado, sobre la violación de la intimidad, sobre la hipocresía santurrona, la irresponsabilidad paternal y la influencia del sexo (y/o el porno) en la política, en el fanatismo y en la instrumentalización del cuerpo de la mujer.

mad god

32. Mad God, de Phil Tippett

Tres décadas se ha estado Phil Tippett concibiendo y armando su definitiva fantasía postindustrial animada, una auténtica chifladura tecnológica que tira de distintas técnicas de animación e imagen real para edificar una distopía maloliente, chorreante, violenta, enfermiza. Hermética en lo argumental, pero siempre fascinante, pendiente un poco del cine de los Quay, pero sobre todo de lo que sea que tiene su autor -mucho y muy bizarro- en la cabeza. Café para muy cafeteros, es esta una de esas películas que no se ven tanto como se experimentan.

mandibulas

31. Mandíbulas, de Quentin Dupieux

Es una autoconsciente idiotez, es una película costumbrista surcada por el surrealismo que parece boba pero es descacharrante, es una buddy movie posthumorística con dos tipos que dan ternura y arcada al mismo tiempo. La nueva película del autor de Rubber es muchas cosas, todas ellas lo-fi, todas genialmente descompensadas, todas interesantes y, especialmente, muy divertidas. Culto.

The Velvet Underground

30. The Velvet Underground, de Todd Haynes

El director de Carol nos recuerda una vez más que es uno de los más melómanos realizadores cinematográficos de la actualidad con un acercamiento al rock de los 70, en este caso hacia la seminal banda de Reed y Cale. Un documental que captura la esencia de los autores de “Sunday Morning”. Ilustrado, punk, contracultural y muy provechoso: ni un solo segundo hay aquí que no tenga valor.

fue la mano de dios critica

29. Fue la mano de Dios, de Paolo Sorrentino

El director de La gran belleza firma su propia Amarcord, una torrencial farsa cotidiana teñida de comedia folklórica y drama de maduración en la Nápoles de los años 80. Tomando como excusa narrativa epicéntrica la llegada de Maradona al club de fútbol de la ciudad italiana el realizador cuenta la historia de un adolescente en pleno descubrimiento de la vida -la amistad, el sexo- y por el camino no falla ni un solo plano, ni un diálogo, ni una construcción de personaje. Una tragicomedia de placeres inagotables.

Crítica completa de Fue la mano de Dios

la cronica francesa

28. La crónica francesa, de Wes Anderson

Anderson vuelve a reunir el mejor cast de Hollywood para su nueva fantasía/juguete donde sublima con éxito gran parte de la historia del cine francés de los años 30 a 70, de Clair a Étaix, pasando por Clouzot o Tati, para articular con las formas de aquellos su propio discurso habitual. El formalista, el de los travellings laterales, las composiciones de plano geométricas, las paletas de colores pastel (aquí en constante dualidad con el blanco y negro) y la estética de casa de muñecas y periodismo vintage a lo portada retro del New Yorker. Delicias visuales en abundancia.

el planeta

27. El Planeta, de Amalia Ulman

Probablemente haya absorbido mucha nueva ola europea (francesa, checoslovaca) Amalia Ulman, o quizá es simplemente que su propia voz se mueve en similares coordenadas de frescura y descaro. El caso es que su debut largo es gracioso y triste, ligero e importante. Una comedia cotidiana en blanco y negro libre, transgeneracional, juguetona y muy divertida.

el poder del perro

26. El poder del perro, de Jane Campion

Jane Campion y Benedict Cumberbatch, australiana y británico, han firmado la obra más americana posible este año. Un cuasi-western crepuscular conducido por la psicología de sus personajes (igual de brillantes Kirsten Dunst, Jesse Plemons y Kodi Smit Mc-Phee), el peso de un paisaje que captura ese impasse entre la decadencia del tradicionalismo y la renovación del nuevo mundo y que pone las masculinidades más tóxicas contra las cuerdas.

Malmkrog

25. Malmkrog, de Cristi Puiu

Dura como una piedra, la nueva propuesta del rumano de oro es una suerte de sátira sin risas sobre la alta burguesía europea del siglo XIX (o de cualquier siglo en realidad) verbalmente recargada, formalmente ascética -pero de precisión milimétrica- y en la que no tiene desperdicio ninguna de las conversaciones -puro estudio social- de esas tres horas y media con bisagra disruptora en medio.

El asesinato de dos amantes

24. El asesinato de dos amantes, de Robert Machoian

Triángulo trágico, drama de parejas tremebundo pero sin pirotecnia, implacable pero sin artificios. La última película del director de When She Runs es una propuesta desarmante, certera, precisa, de una intimidad desgarradora con enfoque formal muy americana. Cine indie del más puro, sin aditivos ni manierismos pero cargado de una intensidad tonal casi aplastante.

spencer critica

23. Spencer, de Pablo Larraín

Vuelven a converger en un punto feliz el Larraín esteta y el cartógrafo de las inquietudes femeninas de mujeres situadas en lugares de poder. En este caso, una Diana Spencer (arrebatadora Kristen Stewart) que se debate entre sus presuntos deberes reales y su familia, moviéndose entre ambos extremos sumida en una especie de pesadilla de lo cotidiano de ecos casi polanskianos.

Crítica completa de Spencer

Los Mitchell contra las máquinas

22. Los Mitchell contra las máquinas, de Michael Rianda y Jeff Rowe

Si creíamos que Spider-Man: Un nuevo universo había alcanzado la cumbre de lo cool en lo que a cine de animación se refiere, el melocotonazo animado de Netflix del año logra coger su testigo y llevarlo un poquito más allá. La película más tronchante, cinéticamente imparable y familiarmente emotiva del año. Se podría ver decenas de veces y su efecto euforizante no se diluiría.

the green knight critica

21. El caballero verde, de David Lowery

A menudo las formas de su cine casi están a punto de engullir a David Lowery. Casi. El norteamericano vuelve a salir airoso de su propio esteticismo con esta reinterpretación artúrica absorbente, profundamente alegórica, de un (sirva el oxímoron) expansivo minimalismo argumental y belleza plástica inasible. Un logro cinematográfico mayor.

Crítica completa de El caballero verde

siervos

20. Siervos, de Ivan Ostrochovský

Un drama que parece una película de terror. O quizá ala inversa. Siervos pasó un poco de puntillas, como tantos otros títulos de esta lista, pero aún nos resulta acongojante y asfixiante el recuerdo de sus imágenes atmosféricas, su filia oscura y su narración esquiva y dolorosa sobre una intriga comunista en una congregación católica en la Checoslovaquia de los 80.

la isla de bergman

19. La isla de Bergman, de Mia Hansen-Løve

Otrora querida de Cannes, se ha desdibujado un poco la presencia de Mia Hansen-Løve, pero no es porque ella no siga rodando excelentes películas. Su última propuesta vuelve a ser un gran ejemplo de ello: una intimista reflexión sobre la creación y las mujeres autoras en forma de juego de espejos donde realidad y ficción difuminan su respectivos bordes. Una bella historia veraniega que apela, claro, a Rohmer, y usa la figura y el legado de Ingmar Bergman como catalizador de lo genial y lo moralmente turbulento.

annette

18. Annette, de Leos Carax

Destinada a polarizar al público, la última locura de Leos Carax es tan ampulosa y pretenciosa como, en realidad, honesta y humilde. Una reflexión sobre la fama, la paternidad, la independencia, la explotación y los media tan autoconscientemente teatral como descreídamente intensa. Un vehículo de lucimiento narrativo pero también interpretativo, con unos Adam Driver y Marion Cotillard superlativos.

El contador de cartas

17. El contador de cartas, de Paul Schrader

Tropiezos o no al final Paul Schrader ha profundizado más que nadie a lo largo de toda su carrera en lo que ya apuntó en su seminal guion para Taxi Driver: la redención del hombre destruido por el horror bélico incapaz de reinsertarse en una sociedad de la que ya es ajeno. Oscar Isaac acarrea semejante peso con una solidez admirable y pone tripas y corazón a un drama criminal de inaudita espesura dramática, moral y formal.

libertad

16. Libertad, de Clara Roquet

Después de foguearse y acumular prestigio como guionista Clara Roquet expande su radio de acción creativo y también dirige este revelador drama costumbrista sobre cinco mujeres de distintas generaciones en una casa de verano de la costa catalana. La capacidad de la autora para captar los sinsabores de la adolescencia, las contradicciones de la burguesía y las dinámicas de clase y de afecto intergeneracional es admirable. Su pulso para llevarlo todo a escena, incontestable.

west side story 2021 critica

15. West Side Story, de Steven Spielberg

Si alguien podía, era él. Adaptar un tótem del musical de la envergadura de la obra de Laurents, Sondheim y Bernstein era una empresa abocada al fracaso… o al éxito rotundo. Sin temerle a una versión igual de icónica, la de Wise, y manteniéndole un tono reverencial pero personal, radiante en sus planteamientos escénicos, siempre excitante, siempre emocionante. El primer musical de Steven Spielberg es también una de sus más relevantes obras recientes, quizá la mejor desde Munich. Ojo, que es mucho decir.

Crítica completa de West Side Story

Diarios de Otsoga

14. Diarios de Otsoga, de Maureen Fazendeiro y Miguel Gomes

Empieza desde lo cotidiano: tres jóvenes están en mitad del campo montando un criadero de mariposas. Pronto, la cosa da un giro: esto es un diario narrado a la inversa, desde el último día hasta el primero. Y luego otro más: estamos ante un producto metalingüístico, improvisado, libre, una película y al mismo tiempo el diario de producción de sí misma y, finalmente, un canto a la necesidad creativa en tiempo pandémico. Lo que sí se mantiene es una naturalidad y espontaneidad irrenunciables, un irresistible enfoque vitalista y una enorme sensación de cercanía y honestidad. Humilde obra maestra.

Destello bravío

13. Destello bravío, de Ainhoa Rodríguez

¿Surrealismo en entorno rural o retrato naturalista donde irrumpe constantemente la extrañeza? El debut de Ainhoa Rodríguez, ecos buñuelianos aquí, se aguanta sobre ambas patas: la observación de la vida en un pueblo de Extremadura -especialmente de sus mujeres- y la más rabiosa expresión autoral: ambientes casi oníricos, cercanos a lo fantástico, y momentos marcianos de sexualidad y religiosidad que disuelven las barreras entre lo que nos resulta familiar y lo que definitivamente nos rompe. Destello bravío articula un discurso -el de una autora a seguir- muy propio, original, cautivador.

La mujer que escapó

12. La mujer que escapó, de Hong Sangsoo

¿Más de lo mismo? Claro, es Hong Sangsoo. Pero es que el surcoreano aún no ha entregado una película mala en su carrera, o por lo menos ninguna a la que no se le pueda sacar punta en sus planteamientos formales y conceptuales. En este caso, una mujer sola y tres encuentros le sirve al director para trazar su película más sofisticada, sutil y feminista de entre todas sus últimas.

first cow

11. First Cow, de Kelly Reichardt

Kelly Reichardt es una de las directoras contemporáneas esenciales. Lo ha demostrado durante su inmaculada carrera y vuelve a revaildar nuestra fe en ella con este western intimista, deconstrucción al mismo tiempo de la amistad masculina y de los códigos del género, desde un punto de vista siempre humanista, en las antípodas de la tradicional épica de la decadencia que suele estar asociada al subgénero. Una película apasionante y sensible.

summer of soul

10. Summer of Soul, de Questlove

Menudo homenaje/monumento se ha marcado el bueno de Questlove al soul, funk, gospel y rock afroamericano de los 60 con este trabajo de arqueología audiovisual, la recuperación de las imágenes perdidas del encendido Harlem Cultural Festival que sacudió el barrio neoyorkino en 1969 y por el que pasaron artistas como Nina Simone, Stevie Wonder, B.B. King o Mahalia Jackson. Un vibrantísimo patchwork sonoro y visual que no solo documenta y reivindica, sino que también funciona como microenciclopedia de la rabia (cultural) de un pueblo en lucha ayer y siempre.

La ruleta de la fortuna y la fantasía

9. La ruleta de la fortuna y la fantasía, de Ryûsuke Hamaguchi

Ryûsuke Hamaguchi no es sólo el autor de moda del cine japonés sino probablemente también uno de los más importantes aparecidos en el país nipón en los últimos años. La ruleta de la fortuna y la fantasía, la primera película que le hemos podido ver en salas, confirma con rotundidad lo que ya sabíamos por lo visto anteriormente: que es un afinadísimo narrador de sentimientos y encuentros interpersonales que se mueven entre lo compasivo y lo tenso. En este caso, narrados en tres historias independientes que guardan en común sensibilidad descriptiva y callada intensidad emocional.

espiritu sagrado

8. Espíritu sagrado, de Chema García Ibarra

El más importante autor del ilicitano-paranormal (vale, quizá es el único) entrega por fin su mayor obra, en duración -tras cortos y mediometrajes este es su primer largo-, en alcance y en pegada. Un irresistible thriller petecander sobre la creencia ciega, el timo de fe, la mediocridad resiliente y la dignidad de los desclasados. Una postcomedia que aúna imaginería cuartomilenarista con ambiente cañí, descoloque extrarradial con mal rollo doméstico y absurdo con empatía en un discurso muchísimo más rico de lo que parece. También más divertido y perturbador, inteligentísimo, humano (a pesar de todo) y mil por cien personal. Expediente Elche.

titane critica

7. Titane, de Julia Ducournau

Una de las sorpresas de la temporada y controvertida merecedora de la Palma de Oro en Cannes, todo lo que huela a agitador de culos apoltronados ya nos llama la atención. Si además, como lo es la segunda propuesta de la directora de Raw (Crudo), estamos ante un producto de rabiuda personalidad propia, infinita capacidad de perturbación, ánimo de conectar con ciertos criterios en boga relacionados con lo queer y múltiples capas de lectura, entonces la agitación es máxima: adalides de la ortodoxia: en vuestra puta cara.

Crítica completa de Titane

days

6. Days, de Tsai Ming-liang

No se ha domesticado Tasi-Ming Liang ni en ocho años de descanso como director de largometrajes. Al contrario, Rizi lo muestra como un realizador casi radical que confía menos en el poder de la narración que en el impacto de las imágenes sostenidas, de los silencios, de los tempos morosos. En ese antiespacio encuentra el autor de Good Bye, Dragon Inn un lugar donde transmitir serenidad y dolor, pasión y soledad con la excusa de una intensa historia de amor entre dos hombres que necesitan llenar mutuamente sus lagunas emocionales.

Quién lo impide

5. Quién lo impide, de Jonás Trueba

Juego metanarrativo entre el documental y lo guionizado, entre el artificio y la improvisación, David Trueba monta un Boyhood más rico, más lúdico, más lúcido y más revelador siguiendo a un grupo de adolescentes durante un lustro, desde sus 15 hasta sus 20, capturando inquietudes, alegrías y fricciones positivas. En casi cuatro horas de metraje de las que no sobra ni un minuto el autor y sus jóvenes cómplices articulan reflexiones sobre la educación, la personalidad, la identidad y capturan las ilusiones, las expectativas y especialmente las incertidumbres de una generación que, finalmente, ha quedado marcada por los estragos de una pandemia.

Drive My Car

4. Drive My Car, de Ryûsuke Hamaguchi

Hemos avisado de la importancia de Hamaguchi. En su “otra” propuesta en este 2021 hace suyo un relato de Haruki Murakami para escarbar en el presente y pasado de dos personajes heridos, supervivientes del dolor, la pena y la culpa que viajan en un mismo coche (él es un director teatral en busca de actores para su versión de Tío Vania, ella su taciturna chófer) y comparten un proceso de autoconocimiento y purga de demonios. Sutil y totémica al mismo tiempo, ni en fondo ni en -exquisita- forma, le sobra un minuto a Drive My Car.

El teléfono del viento

3. El teléfono del viento, de Nobuhiro Suwa

La tragedia (Fukushima, principalmente) recorre los cauces narrativos de la última película del más europeo de los directores japoneses. La tragedia, pero también la sanación. La búsqueda de una misma y de la paz interior, ese viaje que emprende, a modo de road movie emocional, una adolescente en busca de las ruinas de su casa y de su propia manera de contactar con su familia, ya fallecida, una última vez. Escalofriante y redentora.

memoria

2. Memoria, de Apichatpong Weerasethakul

De las películas de Weerasethakul no se sale igual que se entró y Memoria no es una excepción. Como sus mejores títulos intriga, cautiva y finalmente embruja. En esta ocasión a través de la historia de una botánica británica afincada en Colombia -Tilda Swinton soberbia- que empieza a escuchar un extraño sonido en su cabeza. Un ruido que la llevará hasta la jungla y que la dislocará, a ella y su entorno, de un espacio y un tiempo concretos. Una historia de fantasmas que no lo parece, una reflexión sobre los recuerdos en forma de viaje metafísico, película de género como sólo Weerasethakul lo puede concebir y rodar. Cine que es algo más que cine. Experiencia trascendental.

petite maman critica

1. Petite maman, de Céline Sciamma

Podría haber ido hacia un maximalismo de los sentimientos Céline Sciamma tras su monumental Retrato de una mujer en llamas. Y sin embargo. Petite maman es un prodigio de sutileza, de elegancia, de sensibilidad hacia la mirada infantil. Una (esta también) historia de fantasmas, de lazos familiares desplazados en el tiempo, centrado en una amistad y un amor más puros que el mar. La obra maestra más pequeñita que se puede escribir con el lenguaje cinematográfico más limpio y emocionante que se puede ejecutar.

Crítica completa de Petite maman

Xavi Roldan empezó la aventura casahorrorífica al poco de que el blog tuviera vida. Su primera crítica fue de una película de Almodóvar. Y de ahí, empezó a generar especiales (Series Geek, Fantaterror español, cine gruesome...), a reseñar películas en profundidad... en definitiva, a darle a La casa el toque de excelencia que un licenciado en materia, con mil y un proyectos profesionales y personales vinculados a la escritura de guiones, puede otorgar. Una película: Cuentos de Tokio Una serie: Seinfeld

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