Llevamos un par de días dándole vueltas. ¿Colgamos Ciutat morta o no colgamos Ciutat morta? El documental que ha puesto patas arriba las redes sociales en Catalunya, que ha removido consciencias, que ha destruido la seguridad y fe que algunos seguían teniendo en el sistema de poderes en Barcelona ha sido este fin de semana tema de conversa en prácticamente todo el territorio catalán. Y no es por ser oportunistas, pero es que pensamos que, cuanto menos, la cosa debe ser vista. Ni que sea como manera de aproximarse a un fenómeno de masas que ha quedado a medio camino de la indignación (esto versa entorno al turbio tema del caso 4-F y la muerte de la joven Patricia Heras, rodeada de oscuras circunstancias y motivaciones más que opacas), la reivindicación y el ejercicio de política popular kamikaze.
Xapo Ortega y Xavier Artigas dirigen este documento que llevaba meses dando vueltas por centros sociales, que estaba alimentando una leyenda negra y que no ha sido hasta ahora que la televisión se ha dignado a emitirlo. Un documental que obvia algunas cualidades cinematográficas para dar preeminencia a la fuerza del mensaje y que ha resultado tan hiriente para ciertos estamentos (Mossos d’Esquadra, por ejemplo) que su emisión en la televisión de Catalunya fue cercenada a última hora por orden de un juzgado barcelonés. Cinco minutos que se extendieron como la pólvora por las redes y que pueden verse aquí debajo, como parte de un conjunto que, ya decimos, merece un mínimo de atención.
Ciutat morta sin censuras y subtitulado, justo a continuación.
