Creepy 30’s

Tod Browning, James Whale, George Waggner, Rupert Julian, Erle C. Kenton, Michael Curtiz, Jacques Tourneur, Val Lewton, Rouben Mamoulian, Victor Halperin, Ernest B. Schoedasck, Merian C. Cooper, Edgar G. Ulmer, Boris Kaloff y Bela Lugosi son sólo algunos de los nombres que contribuyeron durante los primeros años 30 a lo que acabó significando la Edad de Oro del cine de terror en Hollywood. El cine mudo había llegado a su fin en el peor momento: la economía americana estaba cayendo precipitadamente en su propia Gran Depresión y ante tales perspectivas algunos estudios cinematográficos, en especial la Universal pero también la RKO, optaron por ofrecerle al público, que disponía de apenas unos pocos chelines en el bolsillo, una vía de escape a través de un cine ideado por cineastas que supieron transformar, como tantas veces ha ocurrido en la Historia del Cine, los convulsos sentimientos de impotencia en maravillosas películas de ficción.

Cine de terror clásico americano de los 30…

En la Casa os proponemos un nuevo especial que repasa algunas de las películas americanas claves de este extraño movimiento que se desarrolló en el cine americano especialmente de 1931 a 1935 y que es esencial para entender la evolución del género en el cine posterior. En especial, repasaremos las que se consideran las grandes obras maestras de esta época, los monstruos más conocidos de la Historia del Cine, los actores más carismáticos de aquel momento y también un par de propuestas algo más alternativas pero igualmente formidables.

…Y de los 40

Veréis que la selección es bastante homogénea, precisamente porque todas estas películas fueron realizadas casi al mismo tiempo y con unos estándares preestablecidos, así que espero que no falte nada ni que nadie crea que alguna película está fuera de lugar. Debo decir, sin embargo, que por motivos de cantidad de películas a comentar me he visto obligado a hacer las dolorosas renuncias de “El fantasma de la ópera” (Rupert Julian, 1925), “La mujer pantera” (Jacques Tourneur, 1942) y “Yo anduve con un zombie” (Jacques Tourneur, 1943), por no pertenecer al periodo estudiado, así como de “King Kong” (Ernest B. Schoedasck, Merian C. Cooper, 1933), cuya crítica a cargo del Capi podéis leer aquí. La única excepción será “El hombre lobo” (George Waggner, 1941), cuya inclusión tiene algo más de sentido aún no ser de los años treinta por motivos que ya comentaremos.

¡Que lo disfrutéis!