Crítica de 12 Hour Shift
Últimamente se mezcla comedia con terror, gore o thriller… claro, como siempre. Pero se trata de un humor inofensivo, donde lo negro nunca pasa de la superficie. En cambio, con 12 Hour Shift sucede algo que no veía desde hacía mucho tiempo. Por lo menos no en las latitudes en las que se mueve la propuesta de Brea Grant, desde luego. Una apuesta del todo por el todo por un humor realmente oscuro, malvado, hiriente; tanto como para generar incluso rechazo por parte de quien no esté preparado para ello (quienes no pasan de Feliz día de tu muerte, vaya). No, lo de 12 Hour Shift no lo veo yo desde, no sé, May… que casualmente cuenta con la misma actriz protagonista (Angela Bettis). Aunque la de Grant esté por momentos más cerca de Very Bad Things, como mínimo en esencia. Y mola.
Mola porque ya desde sus primeros compases, sitúa al espectador en lugar nada placentero: no sólo se le presenta una trama donde nada es positivo, sobre enfermeras que negocian con órganos de pacientes que previamente deben morir; es que ninguno de los personajes principales tiene valores que merezcan ser reconocidos. Todos son malos, y acaso la diferencia entre unos y otros es quién es más tonto. Porque está la enfermera que lleva a cabo estos chanchullos con el objetivo de tener una vida más digna (ahí va una pullita a la situación de dicho sector), y la que sólo quiere el dinero, y que la lía a la mínima de cambio. Y luego están los hombres, esto sí, idiotas infinitos: no se libra ni el mafioso, ni el policía, ni el enfermo. Y ojo que aquí se abre una carpeta importante del film.
12 Hour Shift supone, además de todo, la evolución que el cine necesita: es tal su voluntad de removerlo todo, que de paso le da la vuelta a los roles de siempre y otorga todo el protagonismo a la mujer. Pero no como en Wonder Woman o demás milongas (que cambian el sexo de un personaje pero lo rodean igualmente del otro), sino invirtiendo de pe a pa los papeles. Aquí, simple y llanamente, no hay damiselas en apuros. No hay hombres que salven la función. Sí hay una mujer rubia y tonta, claramente irónica (excelente Chloe Farnworth), pero aun así está por encima de cualquier hombre que pulule por pantalla. Hay más mujeres que hombres, hablan entre ellas sin tener que referirse al otro sexo, y tratan de resolver sus problemas y conflictos sin ayuda. En fin, jode seguir teniendo que hablar en estos términos, pero tristemente es lo que sigue tocando (que se lo digan a The Pale Door, ejemplo de machirulismo visto también en Sitges 2020 con sólo un par de días de diferencia): la revolución sigue siendo necesaria, y el camino a seguir es el de Brea Grant.
Vuelta a la reseña, que me lío: película corrosiva y voluntariamente desagradable. Divertida, pero no en el sentido que uno se esperaría: no se trata de una comedia con chorretones de sangre y muertes locas, el humor va por dentro y no desemboca nunca en carcajada, sino más bien en un estado de ánimo. Vamos, que no todo el mundo llegará hasta el final de esta retorcida noche (jo, qué noche) que abarca un turno de doce horas de una enfermera de guardia. Hay maldad a diestro y siniestro, conflictos morales que a quienes toca resolver les importan un pimiento, y una trama que se va emponzoñando más y más, como si de una (macabra) comedia de situación se tratara. Tal vez el único problema de 12 Hour Shift sea que no acaba de dar la estocada: como película se queda un poco corta a niveles formales (una serie B de presupuesto ínfimo a todas luces, y sin demasiada personalidad), y su guion no logra entonar el do de pecho cuando tiene ocasión.
Así que no pasará a la historia, y no gustará a las audiencias menos curtidas. Pero 12 Hour Shift es uno de los mejores ejemplos de humor negro + sangre vistos recientemente, uno de los mejores ejemplos de cómo debería asentarse el feminismo en el cine, y un entretenimiento que invita a seguir hasta el final si se tiene estómago para ello. Podría estar mejor y ser un producto cinematográfico más satisfactorio, pero elementos no le faltan para ser, en cualquier caso, recomendada con firmeza.
Trailer de 12 Hour Shift
Reseña de 12 Hour Shift
En pocas palabras
Comedia negrísima donde todo está podrido. Es una pena que no consiga alcanzar la gloria en ningún momento, pero sí se convierte en todo caso en un divertimento malvado, de aquellos que repugnan tanto como enganchan. Nada es positivo, la moraleja cuesta encontrarla, la acabas de ver y te sientes peor persona. Una delicia, vaya.