Crítica de 360. Juego de destinos (360)

Desde que se diera a conocer con la (sobrevlorada) Ciudad de Dios, Fernando Meirelles se ha ido granjeando tantos fieles como detractores; los primeros lo tuvieron fácil para defender sus pasiones con El jardinero fiel, mientras que los segundos sacaron pecho con A ciegas. Pero si hay algo en lo que unos y otros coinciden es, por un lado, en la elección de proyectos más próximos al reto que al acomodamiento y la vía rápida, y por otro, en que guste o no, tiene un estilo personal. Ambos valores siguen a la orden del día con la llegada de 360. Juego de destinos, adaptación de ‘La ronda’ (escrita allá por el 1900 por obra de Arthur Schnitzler) que plantea varias historias entrelazadas y vinculadas entre sí por el sexo (poco), el amor (también poco), el desamor y en general diversas angustias de la vida. Vamos, nada nuevo bajo el sol, si bien con potencial para desatar más iras y pasiones de lo habitual por ser quien es y contar con quien cuenta.

Y es que aunque pueda resultar engañoso (otros actores cuentan con mayor peso protagonista), el reparto incluye nombres de la talla de Jude Law, Rachel Weisz o Anthony Hopkins, reclamos publicitarios que, además, sirven aquí como twists emocionales para el espectador. Lo cual, y entramos ya en materia, refleja a la perfección el principal mal de la cinta: que las mayores sorpresas de la misma residan en las apariciones de uno u otro rostro reconocible dice muy poco de la misma, que se revela sorprendentemente apática, mucho más de las voluntades expresas del director. Porque Meirelles juega a la contención emocional tanto por el gélido filtro de colores que emplea para el tratamiento visual, como por la sutileza que pretende insuflar al producto mediante una dirección no exenta de caprichos relamidos (la pantalla partida, el avión, el efecto de letargo al volante), pero estudiada y mucho más comedida que de costumbre. Sólo que se pasa de la raya, quizás debido a una serie de episodios que no acaban de ser lo suficientemente interesantes, imprevisibles, o impactantes, y que se entrelazan con demasiada parsimonia.

Dicho todo esto, no menos cierto es que en líneas generales, se asiste a un cruce de caminos de interés moderado, en el que diversos factores no estrictamente argumentales van compensando la balanza. A la ya citada aparición de actores conocidos se le añade esa presentación con formas tan elegantes a la que juega el brasileño, entre las que merece un aparte la banda sonora compuesta por una selección de autores desde Tom Waits a Nine Inch Nails. También ayuda el continuo salto geográfico entre París, Londres, Viena y diversos estados norteamericanos. Y un último aparte, salto de calidad y (a juicio de un servidor) máximo interés emocional por encima incluso de su algo exagerado clímax final: la presencia de un soberbio Ben Foster como atribulado ex-sex offender.

En definitiva, tanto contraste de opiniones al que nos tenía acostumbrados Meirelles, y resulta que con 360. Juego de destinos ni tanto, ni tan calvo. Se trata de un fresco con varias historias como tantos otros, siendo inferior a muchos de ellos y gozando de una suerte desigual a la hora de retratar a la sociedad global y los estímulos por los que a fin de cuentas reaccionamos. El director se descubre más contenido que de costumbre, si bien no puede evitar ciertos caprichos no siempre necesarios. Pero entre una cosa y otra, no se puede negar que se sigue con cierta curiosidad. No aporta nada, pero tampoco resta. Y la Weisz, más guapa que nunca.
6/10

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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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Comentarios

  1. De Meirelles solo he visto "el jardinero fiel" y "cidade de deus" y la verdad que me gustaron mucho, mucho, asi que seguramente debo estar en el lado de los fieles, no? me apunto la peli para la lista! tal vez no para verla urgentemente, quizas caiga en el cine de casa, pero caer, caera… :)

  2. Sí, imagino que mi ataque veladamente feroz a los fieles de Meirelles debería hacerte ring alguna bell :P

    Pero vamos, que esta ya no la ves en cines ni de lejos eh? Es como de 1995 la peli (vale, no, de 2012… pero ya es)

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