Crítica de Abominable
Queda sobradamente claro que, cuando no se juega en la primera liga, al cine de animación no le importa tanto qué cuenta, sino cómo lo hace. DreamWorks, salvo honrosas excepciones, es quizá la más experta en materia: a niveles de personajes, argumento o profundidad, sus películas tiemblan si se comparan con Ghibli o Pixar. Y Abominable no es, en absoluto, la excepción: joven que acaba de pasar por un trauma familiar se encuentra a bicho gigante en medio de la ciudad y decide llevarlo de vuelta al lugar que le corresponde.
En este caso es el Yeti que tiene que llegar al Everest antes de ser atrapado por la malvada organización de turno. Por el camino, obvio, mil y un problemas, saldados casi en su totalidad por medio de un facilón deus ex machina y tira que te va. Como igual de facilonas, cursis incluso, son sus escenas emotivas. Hasta la canción Fix You, de Coldplay, llega a sonar en uno de sus pasajes climáticos, en un alarde de sutileza. Tal como arranca la película, se puede adivinar con precisión milimétrica por dónde van a ir los tiros, y cuándo (y por qué) habrá que sacar pañuelos. Lo único que puede llegar a resultar sorprendente es que la protagonista humana es algo más mayor de lo habitual, lo cual quizá sólo ayude al film a confundir un poco a su audiencia.
No, desde luego, Abominable no es ejemplo alguno de cómo hacer una película de animación que apunte a la excelencia. Pero ya decíamos que primero está el qué, y luego está el cómo. Y aquí, las sensaciones son bien distintas. A lo largo de sus 97 minutos, la película de Jill Culton y Todd Wilderman apenas da tregua: arranca de buenas a primeras con un pasaje de acción y, luego, a correr. Una fuga constante plagada de magia, explosiones, y chistes. De resultado desigual en algunos casos, pero sólido en el cómputo global.
De manera que si bien no aporte absolutamente nada, sea la prouesta más previsible que DreamWorks nos haya traído en los últimos años, y que incluso se le puede reprochar una calidad técnica por debajo de lo esperado… Abominable cuaja como mero entretenimiento para toda la familia, cuaja muy bien, así que al César lo que es del César: vista gorda, ingesta de palomitas, y santas pascuas.
Trailer de Abominable
Valoración de La Casa
En pocas palabras
Correcta y poco más película de animación que pasa a engordar el saco de mediocridades de DreamWorks, pero que se puede disfrutar tranquilamente por su endiablado ritmo e ingentes cantidades de acción.