Crítica de American Gangster
Otro elemento distintivo de «American Gangster» es su fotografía. Desde su sobriedad, la película resulta vistosa y elegante, que si bien recuerda de nuevo a otra de las películas de Mann (en este caso otra genialidad, «El Dilema», con Russell Crowe), consigue darle algo de personalidad a la cinta.
Y menos mal, porque lamentablemente, uno de sus principales problemas es precisamente una pasmosa falta de personalidad que no se consigue encontrar en ningún momento, haciendo que lo que tendría que ser una nueva apuesta con, eso sí, homenajes a grandes películas, no se diferencie de un simple popurrí de las mismas. Por lo tanto, pese ser un intenso drama sobre la dualidad moral de un personaje que lleva al paroxismo la maquiavélica frase de «el fin justifica los medios», «American Gangster» no llega ni por asomo a lo que en su día ofreció «El Padrino»; y lo mismo vale para los otros referentes de la película, «French Connection», «El Precio del Poder», o «Casino», por ejemplo. Y tal vez el motivo sea que Scott no es Scorsese, ni Coppola, ni Mann, y nunca lo será (de hecho, hasta empieza a ser superado por su hermano Tony).
Otro problema que arrastra el film es su excesiva linealidad emocional. Desde la primera (y potente, por cierto) escena hasta su clímax final guión y montaje están tan meticulosamente estudiados que no dan pie a ninguna alteración o descontrol, ya sea para mal o para bien. A la hora de la verdad, esto se traduce en la total ausencia de momentos de auténtica tensión, dolor, o emoción en general. Y eso, es una película de más de dos horas y media de duración, acaba echándose demasiado de menos. Todo fluye con excesiva homogeneidad, y lo único que llega a alterar al espectador son dolorosas escenas de yonquis drogándose en explícitos primeros planos.
«American Gangster» se antoja a fin de cuentas como el Padrino del año, y siempre viene bien tener películas de este estilo rondando por nuestras carteleras. No es la obra maestra que pretende ser, pero tampoco deja de ser una interesante propuesta que cuenta con una bellísima puesta en escena y un enorme reparto (a excepción de Cuba Gooding Jr todos están impecables, y se identifican fácilmente un par de secundarios vistos en series de rabiosa actualidad). Además, juega con otra gran baza a su favor, y es que demuestra que aún se puede hacer cine sin necesidad de efectos especiales y (demasiados) trucos de ordenador. Y eso es loable.
6,5/10
EI!. Me gusta el nuevo look de tu blog (aunque el otro no estaba nada mal, eh?). En cuanto tenga un poco más de tiempo te leo todo lo que he visto.
Lo que no he podido evitar es darle un vistazo rápido a tu post sobre «Soy leyenda» y estoy de acuerdo contigo: Oportunidad desaprovechada y que encima el final me pareció bastante ñoño.
Jorl! Pues tras meditar sobre la peli, yo al final le puesto un peaso 8’5 a American gangster.
XXXD
Por la forma en la que hablas de la película creo que te han podido las expectativas, esta claro que con una película de Scott no habría que esperar algo comparable a El Padrino o Casino…No olvidemos que lo mejor que este hombre ha hecho en 20 años es la insulsez de Gladiator…
ah, pues no no, si yo también iba más bien con la mentalidad de «uy, que es Ridley Scott…». De hecho, para mí su mejor trabajo desde Alien es Black Hawk Down, me gustó de sobremanera, mucho más que Gladiator
Un 6,5..alucino yo creo que la peli da para mas nota,no?
a mí es que no…