Crítica de An American Crime
«An American Crime» resulta más que atractiva principalmente por dos motivos.
El primero de ellos es evidentemente su argumento, una de las más atroces muestras de hasta dónde puede llegar la crueldad del ser humano que además se ha puesto de rabiosa actualidad en estos días a raíz de las noticias de Joseph Fritzl, el monstruo de Amstetten. Además, al tratarse de una historia basada en hechos reales (por increíble que parezca),las sensaciones que se desprenden de su visionado se perciben de manera mucho, mucho más intensa.
Seguramente consciente de ello, el director (y guionista junto con su compañera de la USC Irene Turner) opta por un estilo sorprendentemente realista, seco y directo. Se olvida de efectismos visuales y se limita a un discurso austero pero firme, sin que le tiemble el pulso a la hora de alargar escenas terriblemente duras. De este modo, su película se convierte sin ninguna duda en una de las más escalofriantes de los últimos años. Y es que el dolor (mezcla de impotencia y repulsión) que se siente con «An American Crime» se intensifica gracias a la sofocante credibilidad que le infunde el director en (casi) todo momento. Tanto es así que no solo los niños protagonistas necesitaron la presencia de un psicólogo, sino que según el propio director, ‘mucha gente lloró durante el rodaje (…) fue una experiencia demasiado intensa’.
Por ello no acaba de cuajar (aunque pueda resultar necesaria) esa concesión que la película da al espectador en su tramo final, queriendo forzar un giro en el guión completamente gratuito que le resta muchos puntos al tono mantenido hasta el momento de austeridad visual y narrativa. No es que resulte excesivamente molesto, de hecho más de uno agradecerá esa pausa en la espiral de desazón que comienza pasada la media hora de película y no hace sino aumentar hasta llegar a la conclusión, pero sí es un elemento que no aporta nada y flirtea de manera innecesaria con el drama lagrimoso más al uso.
Afortunadamente, dicho bache se enlaza con uno de los momentos más impactantes del film, por lo que la cosa queda en una simple curiosidad que no empaña demasiado el cómputo global.
El otro gran atractivo con el que cuenta la película es el enfrentamiento de dos de las actrices más destacables del panorama cinematográfico actual como son Ellen Page y Catherine Keener.
Las dos mostraron especial interés por sus respectivos personajes desde el primer momento. La primera estuvo recopilando toda la información que pudo sobre su personaje mientras que la segunda propuso toda una serie de matices para que el suyo no quedara encasillado como la maldad absoluta. Dichos esfuerzos se reflejan en unas labores excelentes, intensas y asombrosamente creíbles, llegando a sentir auténtico pavor cada vez que la madre se acerca a la desdichada chica, debido en gran parte al conflicto inmenso que supone un personaje tan bipolar e injusto, hasta el punto de no lograr entender bajo ningún concepto sus motivaciones.
Pero en realidad, lo que realmente asusta de «An American Crime» es el silencio. El silencio de los hijos de Gertrude y de la hermana de Sylvia, bien aterrorizados por las consecuencias que podía acarrear el irse de la lengua o por la diversión que sentían algunos de ellos al maltratar a la niña. Pero sobretodo, el silencio de un pueblo que tampoco hizo nada por salvarla, más bien todo lo contrario ya que más de uno participó activamente en las torturas. Son esta clase de cosas las que le hacen pensar a uno si realmente es la humanidad tan inteligente y merecedora de todo lo que tiene. Al final lo que se siente es odio, desprecio, y sobretodo vergüenza. Vergüenza por pertenecer a una especie capaz de semejantes salvajadas.
Por ello es necesaria «An American Crime». Es una película durísima, ofensiva y descorazonadora. Pero también es una de esas escasas películas que hacen pensar y reflexionar (y odiarnos un poquito más) sobre temas que evidentemente no son de nuestro agrado.
Y todo tan bien hecho (aunque no hayan tenido demasiada cabida en este comentario, cada uno de sus aspectos más puramente formales son fantásticos; atención a la banda sonora) como fantásticamente interpretado.
7,5/10
Pues no me la perderé. Saludos y gracias por la recomendación.
Tengo muchas ganas de verla a pesar de lo dura que debe ser.
Me quedo más tranquilo al leer tu comentario, ya que temía que fuera el típico thriller comercial y efectista que utiliza la coletilla «basada en hechos reales» para llamar la atención del espectador.
vedla, os puede gustar más o menos, pero desde luego no es lo que comentas, iasias, puedes estar tranquilo!
(y salen dos actrices que son algo así como los mejores pivones de sus respectivas generaciones. qué mas quieres?? ;))
un saludo a los dos y gracias por pasar!
la pelícual está muy bien, en serio. y sus interpretaciones son geniales.
pues sí, gran parte del logro del film se debe a las dos actrices, guapísimas y espléndidas en sus papeles…
un saludo, y bienvenido!
eli y me encanto tu comentarioa ya que de verdad que expresas todo lo ke una siente al verla… y seep!
se siente verguenza! la mentablemente.
jejeje, gracias por el piropo. La verdad es que si alguien ve esta peli sin sentir nada, o es un robot, o es un cabrón peor que la madre de las niñas! ;)
un saludo!