Crítica de El aprendiz (L’apprendistato)
Cuesta bastante valorar una película como El aprendiz, pues según el plano en que decida uno quedarse, puede convertirse una patata caliente bien gorda. Así que iré bajando nivel a nivel, que el primero es fácil: quien considere que una película es buena o mala en función de lo entretenida que es, que salte a la siguiente reseña. La película de Davide Maldi es un tostón con todas sus letras. Una suerte de documental ficcionado (o así) que sigue a un grupo de chicos preparándose para dedicarse al mundo de los servicios, en una de las escuelas más estrictas en materia de Italia. Durante buena parte del tiempo, El aprendiz se dedica a observar detalles, se obsesiona con ellos tanto como los profesores de este inusual colegio con los pliegues de las servilletas, el tamaño de las patillas o la distancia entre tenedor y cuchillo. Lo dicho, si lo contemplativo no molesta al lector, que siga adelante. Si le suena a aburrimiento, hasta la próxima.
A nivel de calidad, si la reseña de Filmin habla de una película que podría recordar a Guadagnino o Visconti, yo agregaría también a Wes Anderson por determinados caprichos visuales, pero sobre todo a Lanthimos o Haneke por si juguetón espíritu y sus pinceladas de humor negro. Y es que, que no ocurra nada es sólo una apariencia, pues en verdad El aprendiz fuerza la barrera entre realidad y ficción centrándose en un personaje, Luca, al que se le dibuja un arco que incluye conflictos y dudas para dar y regalar. De manera que el film de Maldi se convierte en un coming of age, mientras pivota sutilmente su contemplación hacia un discurso no exento de cinismo y cierto puñeterismo. Como esos documentales de Herzog que conforme progresan van difuminando su condición de retrato fiel de la realidad.
Y así, añadimos un nivel más de profundidad, el de lo que la propuesta puede aportar al espectador, más allá de sus bondades artísticas. En el caso que nos ocupa, una reflexión próxima a la sátira sobre la madurez, las imposiciones sociales, las alas cortadas cuando la rebeldía aflora. Una película, en definitiva, que va ganando dimensiones conforme progresa, traducidas en estímulos continuos y de todo tipo, en ocasiones dramáticos (la escena de la caza) en otras muy socarrones: atención a la escena de las copas rotas, o a esa suerte de plegaria del camarero. Requiere esfuerzo, pero es de aquellos títulos a los que se regresa, que crece a posteriori. Claro, también es un peñazo de cuidado, pero hemos quedado en que esta parte se zanjaba en el primer párrafo.
Trailer de El aprendiz
Valoración de La Casa
En pocas palabras
Documental que flirtea con la ficción para narrar la vida de unos aprendices de camareros y atención al cliente en general, en una de las escuelas más rígidas de Italia. Poco a poco va virando hacia una suerte de sátira que invita a reflexiones interesantes… si se tiene la paciencia necesaria.