Crítica de Australia

Siete años después de triunfar con «Moulin Rouge!», Baz Luhrmann vuelve a reunirse con su adorada Nicole Kidman para embarcarse en una epopeya de mastodónticas proporciones, una película tan vertiginosa como variada que sirve para confirmar la validez interpretativa del hombre (vivo) más sexy del momento, Hugh Jackman.Una aristócrata inglesa, Sarah (Nicole Kidman) hereda un rancho del tamaño de Meryland, propiedad de su marido recientemente fallecido. Cuando los grandes ganaderos ingleses trazan un plan para hacerse con sus tierras, ella se alía de mala gana con un tosco arriero conocido como Drover (Hugh Jackman) para conducir 2000 cabezas de ganado a través de centenares de millas de la tierra australiana.

Injustamente maltratada por críticas excesivas, hablar de «Australia» es hacerlo de una superproducción que va mucho más allá de ser un sucedáneo de «Lo que el Viento se Llevó», al abarcar tantos y tan variados géneros en sus más de dos horas y media de metraje.
Bien cierto es cierto que la película no es, ni mucho menos, perfecta. Netamente dividida en dos bloques de diferente carga argumental, visual y dramática, a la fábula de Luhrmann le ocurre lo mismo que a la mayoría de directores que se embarcan en odiseas similares (véase «El Curioso Caso de Benjamin Button«), siendo su primera mitad infinitamente superior a su decepcionante tramo final.
Así las cosas, el grueso de la cinta se centra en la fantástica aventura que lleva a Kidman, Jackman y los demás a atravesar medio continente con la tan inusual premisa de transportar su ganado superando toda clase de peligros.
Se trata de un argumento ameno y divertido (además de autoconclusivo) en el que Luhrmann se recrea en el homenaje y la fusión de géneros, pasando de la comedia al western, de la acción a la denuncia social, y donde incluso tiene cabida elementos puramente fantásticos.
En medio de tal maraña de sensaciones, «Asutralia» desarrolla sus personajes, haciendo especial hincapié en el trío protagonista formado por Kidman, Jackman y Brandon Walters, niño aborigen que poco a poco irá sirviendo como nexo de unión entre Sarah y Drover.

Es justamente la elaboración de los personajes uno de los primeros puntos flacos del film, más debido a la interpretación de (alguno de) sus actores que a los respectivos alter egos.
Si ya con el huracán de géneros, y por tanto de estados anímicos, el espectador nunca acaba de entender cómo tomarse la cinta, la sensación empeora con la caricaturización de una histriónica Kidman que en ningún momento acaba de enterarse de que ya no está en el Molino Rojo. Chillona y paródica, a su actuación se suma ka del recién mencionado Walters, niño de temprana edad que confirma una vez más la necesariedad de algún tipo de norma que prohíba a menores trabajar en producciones eminentemente serias. Afortunadamente, a ellos se contrapone un solvente Hugh Jackman, cómodo y convincente en su papel de rudo galán, y entrañable en todo momento en su particular homenaje a vaqueros y aventureros cinematográficos.

Con sus más y sus menos, no obstante, no nos cansamos de elogiar la primera y apasionante mitad de «Australia», en la que además, el agotador director de «Romeo + Julieta» se encarga de demostrar una vez más su capacidad para trasportar al espectador a su peculiar mundo fabuloso, mediante un empaque visual tan sobrecargado como cautivador.

Sin embargo, no hay bien que por mal no venga, y el empacho visual también contribuye a la bajada que emprende la segunda parte del film, debido a cierto cansancio de una técnica que se viene repitiendo demasiado.
Se trata además de un devenir argumental en el que desaparece el tono ameno y despreocupado inicial en favor de un discurso pretendidamente serio y ceremonioso sobre los males de la guerra y las diferencias de raza (algo que venía apuntándose a lo largo de todo el metraje). Y es a partir de aquí todo comienza a fallar, viendo transformada la aventuresca historia en una suerte de «Pearl Harbour» algo más acaramelizada y previsible (si cabe) que la cinta de Michael Bay, en descarada busca del dramatismo de pañuelo fácil de tres al cuarto.

Pero pese a sus decepcionantes últimos minutos, lo cierto es que «Australia» resulta una película muy recomendable, que gana con el recuerdo, y que supone una bienvenida aventura de distintos géneros relativamente atípica para los tiempos que corren. Supone la confirmación de Hugh Jackman como actor y la defenestración (y van…) de Nicole Kidman. Pero más importante aún, nada tiene que envidiar a otras superproducciones recientes de similar megalomanía, aunque eso, a fin de cuentas, tampoco es decir mucho.
7/10

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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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Comentarios

  1. jejej no se pero esta peli me gusto, insisto nicole quedo atras en las actuacionnn,,,

  2. sí, Nicole ya no es lo que era, lo cual no deja de resultar extraño, porque mira que antes era buena… no?
    saludos!

  3. BUENO ANTES ERA BUENA POR Q SOLO HABIA HECHOS POCAS PELICULAS Q REQUERIAN UN CARACTER O ROL COMO EL Q ELLA ES BUENO PARA LLORAR. GRITAR ESTAR PERDIDA Y QUE SE MUEREA EL NOVIO JEJEJJE Y QUEDAR SOLA AL FINAL COMO EN LAS HORAS, REGRESO A COULD MOUNTAIN, LOS OTROS, EL MILINO ROJO, ETC.. SOLO SIRVE PARA ESE TIPO DE PAPEL Y COMO YA LA HEMOS VISTO EN MUCHOS PAPELES SIMILARES ABURRE….
    SALUDOS ENRRIQUE

  4. sí, tal vez tengas razón, a lo mejro ella en realidad no ha cambiado, pero se la ha visto tantas veces en papeles tan similares, que al final aburre…

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