crítica de Barbie

Crítica de Barbie

Dicen quienes critican Barbie que lo que tiene que decir es muy poco y está explicado de manera muy básica. Y probablemente tengan razón: seguramente, como alegato feminista Saint Omer sea mucho más chichuda y esté mejor elaborada; o que con Ellas hablan, Sarah Polley haga lo mismo que Greta Gerwig pero de una manera, cinematográfica o artísticamente o lo que sea, más pura (…también es verdad que muchas de las voces que critican Barbie se ceban con estos dos títulos, o cualquier otro en general que se posicione en contra del patriarcado… pero ese es otro cantar). La pregunta es: ¿cuánta, de la gente que ha acudido a las salas de cine, habrá oído hablar siquiera de esas otras dos? ¿O de cualquier otro alegato feminista en general? El estreno de Barbie ha supuesto el mejor fin de semana de recaudación de taquilla desde 2019. Barbie es, ya, la película más taquillera de la historia dirigida por una mujer. Hordas de gente vestida de rosa ha acudido no sólo a su proyección, sino también a la del polo opuesto, Oppenheimer, pudiendo ver, por tanto, un ejemplo perfecto del cine de señoros por y para señoros por un lado; y por el otro una reivindicación que ha atronado con fuerza en sus tímpanos. Del espectador más adulto al más joven, del más machista (si ha osado entrar en semejante fiesta satánica, claro) al más feminista: no puede quedar nadie que salga del pase de Barbie sin haber entendido la guerra al patriarcado, a la masculinidad débil, al machismo inherente de la sociedad. De manera que no es que Greta Gerwig y Noah Baumbach hayan escrito una mala película, por básica. Al contrario: han sido sumamente inteligentes adaptándose al público, a los tiempos que corren, y a la necesidad de un discurso que debe ser expresado de manera directa y sin matices, clara y cristalina. «Oh, dios mío, soy un hombre sin poder ni responsabilidad alguna en esta empresa. ¿Eso me convierte en mujer?». Más directo a la yugular, no se puede.

Dicen también las voces discordantes, que Barbie no es más que un compendio de chistes sin gracia. A lo mejor no es eso: a lo mejor es que el objeto de burla de la película son esos críticos que se han visto atacados, ofendidos por una película que, desde las primeras de cambio, les dice que el mundo es perfecto si lo gestionan las mujeres. Que los hombres son los causantes de todo mal y que son poco menos que unos trogloditas que sólo piensan en caballos y neveritas para sus cervezas. Demonios, si es que no se libra ni Zack Snyder, centro de la diana de un chiste que a lo mejor sólo sepan captar quienes, precisamente, entren en cólera por sentirse atacados donde más les duele. A lo mejor no es que Barbie no sea graciosa. A lo mejor es que lo que no te gusta es que por una vez seas tú quien quede en evidencia, en lugar de la rubia buenorra de turno. A lo mejor es que Barbie es la primera película en la historia del cine que no tiene pudor alguno en revertir los roles por completo, con todo lo que ello implica. A lo mejor es que tus sentidos no están ni remotamente preparados para asumir una comedia comercial literalmente opuesta a lo que las comedias comerciales han sido hasta ahora. No es que Gerwig y Baumbach no tengan gracia, pues. Es que te jode que se rían de ti. Y es justamente el espectador a quien más puedan pillar a contrapié estos chistes, el que debería priorizar más que nunca el visionado de esta película. Y no me refiero sólo a señoros, pues aquí cabe también el cinéfilo más empedernido: la película es un tsunami que obliga a cambiar perspectivas y a aplicar nuevos filtros sobre todo lo que tenga que ver con la historia del séptimo arte.

Finalmente, están las críticas que acusan a Barbie de tener una historia bastante plana. O de ser, como película en sí, bastante justa. A lo mejor no les falte razón. En el fondo y más allá de su pirada puesta en escena, la trama de Barbie no es sino un remake de Pinocho con una muñeca de plástico. Y cada vez que la película se acuerda de ello y opta por desarrollar su trama, se resiente: a nadie le interesa demasiado, la verdad. Por ello, su conclusión se antoja algo más abrupta y queda un poco por debajo del torbellino previo. Sea. Pero es que estamos ante uno de esos casos en que limitarse a la valoración puramente cinematográfica sería caer en el error. Barbie no es sólo una película, y ahí reside su inmenso valor: es una revolución. Esta fiesta colorida, musical y granguiñolesca ha servido de reclamo para abarcar a un público mucho mayor de lo que podría esperar. Y ese público se ha encontrado, detrás de sus aires de comedia de aventuras, con algo mucho mayor que un mero vehículo para el lucimiento de Mattel. Si te ofende, no te hace gracia, no le ves sentido, enhorabuena: es que la película te está haciendo justo el efecto que pretende. Y si en cambio la encuentras demasiado simple, piensa que está llegando a miles de personas: a lo mejor es que lo que hacía falta era que el feminismo se explicara de esta manera de una vez por todas, sin las elevaciones acostumbradas. Si no es la mejor película del año, sí es la película más importante del año. Ah, además, Margot Robbie y Ryan Gosling están geniales.

Trailer de Barbie

Barbie: mucho más que una película
  • Carlos Giacomelli
5

Por qué ver Barbie

Valorar esta película por su valor estrictamente cinematográfico es quedarse muy cortos. Por aquí nos lo hemos pasado muy bien, aunque le reconozcamos alguna carencia. Da igual: esto no es una película, es una revolución, un evento social de los gordos. Barbie es un cambio de paradigma y, sólo por ello, se convierte en la película más importante que haya pasado por una sala de cine en mucho tiempo. Necesaria.

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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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