Crítica de Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)
Abandonada de una santa vez su manía por las historias cruzadas y las películas fragmentadas hasta la desesperación (culpa en gran parte, cierto, de su guionista Guillermo Arriaga), Iñárritu ya probó suerte con el largometraje normal con la no menos irritante, caprichos del destino, Biutiful. Aquel ladrillo, amén de la interpretación de Javier Bardem, tan sólo abría una mínima puerta a la esperanza: por lo menos, el argumento discurría sin saltar de un lado a otro. ¿Vulgar? Vale. ¿Generador de migrañas del calibre de Amores perros, 21 gramos y Babel? …En verdad sí, pero por motivos diversos. Algo es algo, oíd. Sea como sea, ahora vuelve a las andadas con Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia), de nuevo con un guión firmado por él mismo y en colaboración con otros tres, pero haya paz, que el nombre de Arriaga sigue sin aparecer. Alabada por la crítica americana, multinominada y seria candidata a todo, la última propuesta del cineasta mexicano sigue en la línea tendiente al retorno al redil, en teoría: aquí la cosa va de un actor que hizo de superhéroe para una película que le marcó más de lo esperado y que ahora, entrado en años y kilos y entradas, dirige, escribe e interpreta su propia obra teatro; excusa como cualquier otra para desgranar vida y mente de un tipo, Michael Keaton, con problemas de diversa índole motivados por un pasado que, ya se sabe, siempre fue mejor… O no.
Argumento, situaciones y personajes trillados donde los haya, sí, pero es que aquí no se viene a ver una película que, como tal, busque sorprender o calar en el espectador. Aquí se viene a ver un Iñárritu, por lo que la sola finalidad de todo esto pasa por descubrir durante dos horas las bondades del artista, no vaya a ser que a alguno de nosotros, pobres mortales, se nos olvide tan relevante existencia. Y es que apuntando más a un ejercicio de autoayuda que otra cosa, todo en Birdman parece orientado a demostrar, a fardar, a epatar. Si bien no hace falta irse demasiado lejos en el tiempo para encontrar el último ejemplo de teatro/cine dentro de cine (a principios de año Polanski estrenaba La Venus de las pieles, sin ir más lejos), se tarda poco en descubrir que en verdad todo el discurso de la obra de teatro es una mera fachada tras la que se esconde una poco disimulada voluntad por sacar a colación la miríada de referentes del autor. Así, la sombra de Bergman sobrevuela ad nauseam durante todo el visionado, alternándose con Goddard o Jarmush (esa banda sonora de jazz) tanto como con Malle, Kubrick, Allen o De Palma. No, ningún Alan Moore ni Tim Burton en el horizonte, que ya se sabe que Iñárritu desprecia lo comercial en general y lo superheróico en particular (tildando de veneno para el cine todo lo que suene a ello). Y en vista de que esto de Birdman va sobre Iñárritu, habla de Iñárritu, por y para Iñárritu, qué menos que volver a entonar sus peligrosos discursos sobre el cine de autor (el bien) vs el cine comercial (el mal).
Claro que semejante perorata debe defenderse con todas las armas que el auteur tenga a mano. De ahí que la crítica se disfrace de drama humano indie feísta (esto a veces apesta a Biutiful, para alegría de los seguidores de Fernando León de Aranoa, por ejemplo), de ahí la banda sonora antes mentada, un jazz improvisado a cargo de un Antonio Sánchez que incluso hace puntual acto de presencia en escena, para confirmar el carácter meta-granguiñolesco de todo lo que rodea al protagonista. De ahí que toda la película se presente en un único plano secuencia. Sobre el papel, argumentos más que de sobra para incitar a la salivación masiva del espectador. Y a la vista está que la fórmula ha convencido a propios y extraños. Pero todo parece autoimpuesto, más irreal incluso de lo que el discurso entre líneas del film busca ser; de nuevo: todo es una excusa para el lucimiento de un cineasta que, por el camino, se olvida de lo que a la postre es lo que perdura de una película, tenga las ínfulas que tenga y al margen de la cantidad de superhéroes que pulule por ella. Y es la capacidad para hacer mella en el espectador, de emocionarle o sorprenderle de un modo u otro. Aquí, a parte de su nula capacidad por despertar sentimiento alguno, Birdman peca de forzada hasta el paroxismo; a todos los esfuerzos por desmarcarse se les notan las costuras y por ello pierden el sentido y le restan enteros a ese discurso formal de un Iñárritu dogmático y prepotente pero tan desatinado como de costumbre. De qué sirve una banda sonora improvisada si en el momento de la verdad se recurre a piezas sensibleras; para qué un plano secuencia continuamente alterado y falseado. Muchas preguntas pueden surgir durante el visionado, hasta acabar planteando la estocada definitiva: ¿para qué todo este rollo? Como no sea para reivindicar a un Michael Keaton magnífico…
Y es que francamente, Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia), se cree tan importante y relevante, se esfuerza tanto por presentarse como tal, que va diluyendo su impacto hasta hacerlo desaparecer casi por completo. En teoría todo funciona, pero al jueguecillo que propone se le acaba la cuerda al cabo de nada y están todos tan ocupados por rendir pleitesía a su director, que nadie se acuerda de darle alguna vuelta. Y francamente: para planos secuencia alterados nos quedamos con La soga o con Enter the Void (infinitamente más rompedora de esquemas); para películas que transcurren entre bambalinas digitales de un teatro, nos quedamos con la versión de Anna Karenina de Joe Wright; para crisis de identidad personales seguimos con Persona, y qué demonios, para las de directores/artistas preferimos Un final made in Hollywood. Para cine indie que se asoma a los cómics preferimos American Splendor, para sobradetes pijos ya tenemos a la Coixet, y para discursos de deidades que se creen por encima del bien y del mal ya tenemos que soportar cada año el monólogo navideño de turno. Claro que quizá seamos nosotros, la plebe a quien tanto desprecia el mexicano, que no seamos dignos de sus altivos discursos o no podamos entenderlos. Por si las moscas, volveremos a encasquetar Guardianes de la galaxia en nuestra tele.
Trailer de Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)
Valoración de La Casa
En pocas palabras
Pues no le conseguimos encontrar especiales virtudes a una película falsa, falseada, y demasiado consciente de la existencia de su ombligo.
Gracias por la crìtica. Me ha resultado de utilidad, no tanto por lo que dice de èsta pelìcula, sino por las que ha recomendado.
bueno, por una cosa u otra, celebro que te haya servido de ayuda… ;)
Entiendo tu crítica y la respeto, por supuesto, pero dios… Me lo pasé tan bien viendo "Birdman" que incluso sabiendo que esto es una sacada de chorra de Iñárritu no puedo más que elogiarla.
A mí me encanta el buen cine de superhéroes y no soy de la secta del cine de autor, pero me parece que eso no invalida ni mucho menos el discurso de "Birdman" y aunque muchas películas superen en conceptos individuales a esta el conjunto de sus ideas crea una experiencia que a mí personalmente me ha encantado.
Por lo que he visto esta película ha creado una variedad de críticas asombrosa. Por lo que a mí respecta… Soy de los que le ponen un 10 y se quedan bien a gusto. Sí, entiendo a los que no la tragan o sencillamente no consideran que sea para tanto, pero es que me lo pasé tan bien… En caso de discusión ni me apetecería defenderla, cada uno a su bola y yo a la mía, porque a mí me ha encantado.
Un saludo.
oye, y yo que me alegro eh? Mi único objetivo, cuando voy al cine, es el disfrute. Y me jode que no veas cuando no lo consigo (mientras que me encanta conseguirlo aunque sea a costa de pelis que otra gente considere auténticas bostas).
Aquí yo no disfruté. ¿Tú sí? ¡Pues envidiaza que te tengo! ;)
Ahora bien, que si cambias de idea y te da por ahí siempre puedes enviarnos tu crítica y la publicamos y todo :P
¡Saludos!
Mi calificación es 10 de 10, estás errado amigo
Hola Carlo,
Aquí estoy, mirando al Liceo, tendiendo la ropa, mientras escucho piezas sensibleras de la talla de la segunda sinfonía de Rachmaninov. Supongo que tendrás que venir a cenar un día para discutir sobre la película pues tenemos opiniones muy diversas en torno a por ejemplo, la intertextualidad. Que propongas Anna Karenina frente a por ejemplo, Looking for Richard, o Hollywood Ending frente a Otto e Mezzo, (Felini que veo espolvoreado como polvo mágico sobre Birdman) ya nos sitúa en las antípodas. Iñárritu un sobradete pijo. Jajaja. Un poco de vino y a pegar berridos. ;)
Borja, acepto discusión siempre y cuando tú lleves la guitarra ;)
Citar a Fellini sería un minipunto para el impresentable de Iñárritu. Me parece tan alejada la obra maestra del italiano de la mediocridad del mexicano, que opto por equipararla a una chuminada desenfadada (pero mucho más "parecida"… y ahí lo dejo) del bueno de Allen, para mí inifnitamente más disfrutable. Anna Karenina, sí, por el abuso de lo digital. Se lleva haciendo metacine desde que el tiempo es tiempo (Sherlock Jr. anyone?), pero tanto abuso digital para recrear unas bambalinas… es cosa de Joe Wright!
Saludos, camarada. Menos Rachmaninov y más Beethoven, que ya nadie respeta a los clásicos de verdad. Con Iñárritu tenemos suficiente! ;)
Soy Borja. No sé por qué pone unknown.
Sí, yo discuto sobre cine cantando. No conozco otra manera. Oye no me mandes escuchar a Beethoven que yo no entiendo la música como si fuese fútbol. Si me pongo hardcore, te meto la cabeza en un cubo de Monteverdi. Ojito. Queda pendiente la charla.
Hola Carlos, cuando empecé a leer tu texto y ví que no te había gustado BIRDMAN, me entusiasmé pues quería escuchar una opinion diferente y eventualmente defender mi punto de vista pues a mi me gustó. Seguí leyendo tu texto y al final todo se desvaneció pues en realidad no das ningún argumento digno de tomarse en serio, realmente sólo me queda claro que Iñarritu no te gusta.
Y luego, apoyarte en tu intento de descrédito diciendo que Amores Perros te causó migraña, puf! eso ya me llevo a pensar que no hay como ayudarte.
Sinceramente te aconsejo un poco más de seriedad en la crítica y menos visceralidad. Prometo volver a leerte y darte una nueva oportunidad. Christian
Hola Christian,
La verdad, le tengo tirria a Iñárritu, para qué negarlo, pero de lo mismo que puedo pecar yo (y he intentado evitarlo) pecas tú. En ningún momento "apoyo mi intento de descrédito" en que Amores perros me generó migraña. Las defino rápidamente a todas como "generadoras de migrañas" para 1) englobarlas en un mismo saco (las tres películas están cortadas por el mismo patrón) y 2) simplemente para situarme en relación al lector, al director y a su obra. A todos les parecen obras maestras, a mí no. Las llamo así sólo para rebajar euforias. Pero no me voy a poner a hablar de ellas simple y llanamente porque a) no toca y b) las vi hace mil siglos, para escribir sobre ellas una crítica entera (y vaya por delante: no lo pienso hacer) debería reverlas. Hasta entonces, sé que no me gustaron, ya en su momento, y por varios motivos. Repito, ahora no tocan.
Toca hablar de Birdman y, me limito a dejar claro que odio al director? Bueno, no sé, me parece que es una opinión bastante aplicable a todas las películas, dirija quien dirija, que tenga "Argumento, situaciones y personajes trillados donde los haya", que "la sola finalidad de todo esto pasa por descubrir durante dos horas las bondades del artista" (me parece gravísimo), que la película "se disfrace de drama humano indie feísta" (que a una película se le note el plumero me parece incluso peor que el punto anteiror), o que "nula capacidad por despertar sentimiento alguno".
Que sí, que se nota que no me cae bien Iñárritu (al final una crítica también requiere de un elemento subjetivo). Pero si te quejas de que cometo un error, no me lo eches en cara cometiendo tú exactamente el mismo. Esos argumentos son aplicables, repito, a cualquier película (y de hecho los aplico siempre que los detecto; si quieres hablamos de The Artist, de La vida es bella, de Una mente maravillosa, de los dos biopics estrenados este año, de Cisne negro…)
Gracias por pasar y por epresar tu opinión. Espero que no te haya sentado mal mi respuesta en, creo, igualdad de condiciones.
¡Saludos!
Buah, llego tardisimo a la conversación, pero no por ello dejaré de saludar :D Carlos estoy contigo,coincido en la crítica de la película (he tardado tanto en verla porque me olía desde lejos), el tema de Iñárritu,…bueno el tío es bueno y tal pero se quiere demasiado,es tan pretencioso que algún día saldrá él presentando su película hablando directamente a la cámara (es algo ventajista este comentario porque a día de hoy ya hemos visto El Renacido jijijiji)
Anyway, contra estos ejercicios de superioridad divina del olimpo de los dioses del lenguaje cinematográfico mano dura!!! Me ha encantado la crítica. Arriba el Hardcore :D
Saludos para LCH
Y más tarde te contesto yo!! Muchas gracias Miguel! Mierda, se me pasó por completo así que vaya conversación más dilatada en el tiempo…….
…….
…..pero todo sea por volver a dar por saco al Iñárritu (y bien sabes que me gustó El renacido, pero es que…)
Abrazo al canto!