Crítica de La brújula dorada
Como no podía ser menos, la gran baza de «La Brújula Dorada» es la espectacular recreación de un mundo de fantasía con animales parlantes y mutantes, edificios imposibles, y luchas trepidantes. Si hace poco hablaba de lo poco estimulantes que se antojan los efectos especiales de «Soy Leyenda«, esta vez resulta imposible no rendirse ante tanta belleza visual. Los osos polares, la batalla del tramo final, los viajes en barcos voladores… todo es precioso, colorido y lleno de detalle. Poco importan los evidentes parecidos a la saga del anillo, o incluso a los nuevos episodios de «Star Wars». El único pero es en mi opinión el daimon de Nicole Kidman, un mono dorado que recuerda demasiado en expresiones faciales a los de «Jumanji» (que tiene ya más de doce años). Pero a parte de tan ínfimo detalle, es este el apartado que salva la película de Chris Weitz del total hundimiento. Porque al terrible guión hay que sumarle unas actuaciones en su mayoría lamentables. Nicole Kidman está ridícula y confirma una vez más que a las actrices que ganan un Oscar se les acaba la vida profesional; Daniel Craig es 007 haga lo que haga, y aquí no está mal, pero su presencia es meramente anecdótica; Eva Green sale aún menos que Craig, y los niños parecen lidiar por el premio a la actuación más odiosa de la
Así pues, en conjunto la película aprueba únicamente por su fascinante apartado visual, pero no deja de ser un lío tedioso e imposible de entender que desesperará a adultos y jóvenes. Estos últimos, por cierto, incluso podrían impresionarse con alguna escena algo más violenta de lo que se esperaba de una película infantil.
5/10
De acuerdo con la crítica, y es que cuando te preguntas por cuanto le queda a la película… los 6 euros peor invertidos de mi vida.
Lo de la Iglesia católica suena a publicidad barata, barata.
Ya veremos.
Saludos
no vale la pena ver estas pelis hollywoodenses actuales… poco y nada se rescata…!!!
Se dice daimonions no daimons xD y si te lees los libros probablemente entiendas lo del polvo. Se dice que los libros son mejores q las peliculas y es cierto.
siento contradecirte, pero en la película en todo momento se dirigen a ello como daimons, término que se puede usar igual que daemons para denominar a dichos espíritus… no pienso leerme los libros, sigo defendiendo que una película tiene que ser buena por sí sola, y no por el universo que la rodea. Por tanto, algo tan importante como «el polvo» debería quedar perfectamente claro solo pagando los 7 euros que vale hoy en día la entrada de cine en Barcelona… no dudo que el libro sea mejor, eso está claro, pero aún así, no debería verme forzado a leerlo para entender la película, repito.
P.D. Películas malas con universos buenos hay muchas: Silent Hill, por ejemplo ;)