Crítica de Capitán América
A mí, que soy voraz (y disfuncional) lector de comics protagonizados por gente que se viste con mallas, capas y pijamas de todo tipo, me ocurre un fenómeno curioso. Que me encanta cuando un tebeo relativiza el factor superheroico y se convierte en un relato de género que «resulta tener a superhéroes paseándose en él». En realidad el mensaje de todo esto es un simple «los tebeos, sean del género que sean, molan», pero también es cierto que ello puede dar pie a debates interesantes relacionadas con la hibridación de géneros y demás postmoderneces.
Es interesante esa especie de normalización del hecho superheroico a partir de una estrategia que por otro lado es claramente fantasiosa: por mucho que un relato apele a las convenciones del negro, del drama o de lo que sea, mientras haya un tipo que vuele en él, seguirá siendo una pura y dura fantasía. Pero es una fantasía que flirtea con la realidad (no siempre con los resultados deseados) y convierte a los súpers en seres palpables, de carne y hueso. Lo hacía Kurt Busiek, lo hizo Darwyn Cooke y lo hace Ed Brubaker. Y aunque parte del diseño de producción de la película que nos traemos entre manos podría estar inspirado en los lápices de Steranko (o incluso Kirby), quizá es este tipo de relato «realista» el que más ha influido en esta la versión cinematográfia de Joe Johnston, enmarcada casi por completo en la tendencia de la que estoy hablando: «Capitán América» no es sólo una de superhéroes Marvel, también es una película de la II Guerra Mundial. Bueno, de una especie de II Guerra Mundial.
Es una interesante estrategia, la de partir de un entorno en el que un personaje con fácil encasillamiento en el patrioterismo (es falso, pero es la visión popular que se tiene de él) pueda corretear tranquilamente con un escudo de estrella y un esquijama de la bandera sin patinar demasiado con las actuales convenciones postirónicas -lo que sea- del supertipo. Mientras que el resto de licencias fantasiosas se encargan de sufragarlas un abierto y desprejuiciado aire de relato pulp que salta, en su aspecto formal, directamente hasta otra entrada del CV del mismo director: la noventera «Rocketeer».
Y creo que esta es la mayor baza de «Capitán América», que encuentra un tono en el que se mantiene firme y seguro y logra a partir del mismo desplegar una estructura dramática que resulta moderadamente sólida, si bien la misma está condicionada por la tendencia habitual de las «películas de presentación». Esto es, una introducción al personaje y sus circunstancias larga y reiterativa que queda descompensada respecto al resto de metraje. Y al final no queda tiempo para explotar un conflicto dramático lo suficientemente sólido.
Pero la textura narrativa de la película parece descaradamente acertada. «Capitán América» logra ser divertida sin ser chorra, seria sin pasarse de solemne o afectada, y rigurosa sin ser pretenciosa. Solventa las cuestiones delicadas ligadas con las características del personaje (la patata caliente del traje original y sus célebres alitas en la cabeza) con elegancia, imaginación y mucha gracia; gasta de una sana autoironía y mira con cariño y cierta carga sarcástica a la propaganda belicista yanki de los 40.
Y logra durante todo el metraje mover en esos parámetros su combinación de nostalgia un poco de serie B -insisto en su marcado deje pulp-, los obligatorios guiños comiqueros y las leyendas más o menos populares relacionadas con la imaginería nazi y las clásicas teorías de la afición por el ocultismo que presuntamente gastaba Hitler. Situándose en un plano intermedio entre lo que ofrecían «Indiana Jones» y Mike Mignola con su «Hellboy».
Los personajes son lo suficientemente divertidos (reviento si no digo que como fan echo de menos un mayor acento en los papeles de Dum Dum y Bucky) y el malo suficientemente malo -estupendo Weaving-, a pesar de que en contadas ocasiones son los personajes los que mueven realmente la acción, y la química de la pareja principal (Capi/Peggy o Evans/Atwell) es la suficiente como para lograr fluir entre los momentos de aventura y acción y unos remansos de calma en los que se palpa una considerable complicidad.
Hasta aquí bien si no muy bien. Y todo en orden, sorprendentemente mejor de lo esperable.
Pero entonces llegó Joe Johnston. Y demostró cómo un director mediocre puede echar por tierra lo que sobre el papel era esencialmente excitante, emocionante y divertido.
Está claro que este señor nunca ha hecho gala de tener una personalidad aplastante. A lo sumo se le presuponía un artesano decente y a la vez un tipo asentado con comodidad en los modos infográficos del blockbuster hollywoodiense de un tiempo a esta parte. Pero aquí, que se le intuye su película más pretendidamente autoral, el realizador no logra atinar en casi ningún momento.
El tratamiento visual, la iconografía de regusto más o menos retrofuturista –a lo «Sky Captain y el mundo del mañana»- y la postproducción digital omnipresente ahogan la fotografía en una neblina de pixel que dificulta la inmersión del espectador en el mundo, teóricamente evocado, presuntamente real, que se le propone. Y cuya gran daminifcada es una inexistente fiscidad que era necesaria en las secuencias de acción, nunca creíbles, nunca palpables.
Si las tiene, Joe Johnston no demuestra personalidad, alma ni sofisticación. Ni inventiva, ni creatividad, ni habilidad en el montaje, ni ninguna inquietud en especial a la hora de planificar y encuadrar. Las imágenes concatenadas de «Capitán América» –estéticamente impactantes, espiritualmente huecas- no demuestran tensión, ni nervio. Y eso se traduce en una caída en picado del sentimiento de aventura, de la emoción pura que debería impregnar cada uno de los cuadros.
Así que toca que cada uno, o la tolerancia de cada cuál, decida si la mediocre labor de un director poco dotado puede nublarle el día y arruinarle una película que, por lo demás -desgaste del género a parte-, no está pero que nada mal. Personalmente, me situaré en un punto más o menos templado, pero conste en los archivos del acta de registro superhumano que me quedo fastidiado, que nuestro Capi se merecía un must por lo menos a la altura de «Iron Man«. Y esto, desde luego, no lo es.
6’5/10
'Mamolao' tú crítica. A ver si la veo este finde.
Thanx, mr. Bending Rrrodrigues. Luego te pasa por aquí y nos dices lo qué
Un brillante abrazo metálico
Que te puedo decir , no esperaba menos de una crítica tuya :D
Martín
"no esperaba menos de una crítica tuya"
XD
Espero que eso sea bueno ;)
Todo lo patriótico me produce hurticaria, pero ahí estaba yo el miércoles listo para ver esta película. Y la verdad es que disfruté de algo que no sentía con una película Marvel desde Iron Man: disfrutar de un protagonista claro y definido; si Stark es un juergas socarrón, putero, chulo y pese a todo simpático, Rogers es el lado opuesto, un tipo íntegro pero no por ello imbécil. El diálogo con el Dr. Erskine (Tucci) me parece uno de esos momentos maravillosos donde con un par de pinceladas el personaje queda totalmente definido.
(Y ahora SPOILERS a mansalva)
Lo mejor: los lanzamientos de escudo, la escena de los tomatazos y el asalto al tren, los secundarios,un par de muertes realmente impactantes (una por lo imprevista y otra por lo salvaje)y, claro está, Hayley Atwell vestida de rojo.
Lo peor: Craneo Rojo se ve algo desaprovechado, la acción es algo sosa y mal llevada, y lo más indignante es que, atendiendo a lo que el Capi dice, el tipo "muere" VIRGEN!!
Yo sigo diciendo que la gracia del Capi (ese, no yo… vamos, el segundón) es que es tan aparentemente patriótico como, si tratado con inteligencia, importante arma contra eso. Contra el patriotismo exacerbado y carente de lógica, alocado y contraproducente… ese de que el Capi suele hacer bandera para quienes no se paren a pensar un poco en ello (viene a colación de los comentarios de Green Lantern). No sé, creo que en verdad es una figura que puede poner en entredicho los valores que teóricamente defiende. Y prueba de ello es lo que mencionas entre "lo mejor"
Exacto, mal entendido este personaje podría haber dado lugar a frases sonrojantes tipo "Batalla: Los Ángeles" pero en cambio han obviado ese camino y las motivaciones que lo impulsan a luchar son más universales ("¿Quiere matar nazis?" y su respuesta lo resumen perfectamente).
Tal vez por eso me gustó tanto la película, porque han demostrado bastante inteligencia y no han caido en el recurso fácil…
hombre, no habrán caído en el recurso fácil ahí. Pero en todo lo demás… uf, me pareció que no tomaba riesgo alguno esta peli eh? una fotocopia de todas las de superhéroes recientes…
Me ha gustado mucho. Muy buena presentación para alguien como yo que no ha leído nunca los comics. Mantiene el interés todo el rato y además es muy entretenida cuando debe (en la partes de acción). El final me ha parecido super ultra mega molón. Ya estoy deseando ver la segunda.
Bluto, lo nota me parece un poquillo baja, un 7.28 le pondría yo.
PD: Efectivamente, la peli no va sobre el Capitán Spaulding.
es que a ver, que no vaya sobre mí es el mayor lastre del film.
Por lo demás, ya digo, yo soy de la opinión de Bluto, pero bastante más negativo que él. Porque directamente, no me gustó. Me disgustó menos que otras, sí, pero las sigo encontrando a todas iguales, y ya estoy harto (y aún falta Spider-Man :S)
por lo que veo para estos criticos de cine todo es malo, hay que ver si ellos son capaz de hacer una buena pelicula jajajajaj yo que no creooo….
hay que ver, malditos críticos.
Yo no sé cuándo se le meterá a la gente en la cabeza que un crítico y un creador son cosas diferentes, que no es lo mismo tener la capacidad profesional de reconocer errores y aciertos de un producto, que saber crearlo o desarrollarlo, estudiar unas técnicas, fallar, practicar, revisar, saber lo que quiere el público… es que todos los especialistas de arte tendrían que saber pintar un cuadro? todos los periodistas deportivos sabrían entrenar a un equipo de futbol? en fin, la peli me ha gustado, entretenida, pero claro es que nos están acostumbrando a películas-capítulo, el formato cinematográfico y televisivo se están fusionando, para bien y para mal. Yo valoro positivamente el esfuerzo que se está haciendo para hacer pelis conectadas unas con otras, aquí la conexión thor-ironman-capitán de cara a la peli de los vengadores es un acierto porque de alguna manera están intentado crear un universo conectado entre diferentes películas con diferentes directores etc. Que estamos pagando (o no) por ver episodios y no por películas completas? pues también.
Osti, Luis, mucha razón, es obvio, pero no me había fijado nunca… es que mi neurona ahora ya va lenta ;). Toda la razón en la fusión y además es que es la lógica evolución de la creación de audiovisual para entretener, deglutir y punto, es la fusión natural de las dos narrativas. Y quedarán tb los creadores en su formato puro, pocos, qpero quedarán (Malick? jeje)
calla calla con Malick, que estoy encabronao, tenía para ver o la delgada línea roja o La mujer sin piano, he optado por la más corta y vaya mierdaaaaa!!! he buscado por aquí la crítica pero no hay, supongo que Bluto y Capi han pasado de perder el tiempo, De este fin de semana no pasa sin ver la delgada linea, y entonces, podré criticar a Malick con conocimiento de causa, jeje, no en serio voy con ganas.
Pero bueno, que es verdad, os habéis dado cuenta que desde que vemos tanta serie buena, es más difícil concentrarse en una película durante su primera hora? de todos modos hay muchos más, no sólo Malick, Sara, has visto ya melancolía?
Todavía no, pero la veré. Tengo ganas pero tb pereza,las dos cosas, ya sé que es muy buena pero unos cuantos nos de mis allegados tb me han echado un poquito p'atrás. Pero la veré seguro, espero que en grande ;)