Crítica de Carretera perdida (Lost Highway)

Carretera perdida

La carrera de David Lynch, siempre imprevisible, permite que en una misma entrada en imdb aparezcan Cabeza borradora, Dune o Twin Peaks. Desde sus orígenes, la filmografía del cineasta ha estado marcada por esa ambivalencia, entre lo vulgar y lo inaccesible. Pero ni una vía ni la otra evitaron llegar a un mínimo inesperado: Fuego, camina conmigo, alargo innecesario de la popular serie sobre el asesinato de Laura Palmer, significaba un chasco para los fans del director y la principal arma arrojadiza de sus detractores, que ya veían la defunción artística de uno de sus mayores dolores de cabeza. Pasaron cinco años de silencio (o casi: trabajó en las series On the Air y Hotel Room), pero en 1997 Lynch regresó y lo hizo de la mejor manera: con una rareza, una cinta directa al grupo capitaneado por Terciopelo azul (y al que llegaría, inmediatamente después, Mulholland Drive). Y al grupo al que, en verdad, pertenece casi toda su filmografía, el del Gran Cine. Si la hermética, circular, inabarcable y extrañísima Carretera perdida no llega a la categoría de obra maestra, se queda muy cerca. Y que ahora nos llegue en alta definición (distribuida por estos lares por Cameo) debería significar un motivo de jolgorio por mucho que, ya hablaremos luego de ello, su salto a las nuevas tecnologías se antoje cuanto menos controvertido.

Y es que uno de los aspectos fundamentales del cine de Lynch (por lo menos de la versión más rara de su personalidad) es una imagen embriagadora, juguetona y protagonista activa del asunto. El cineasta suele hablar de viajes mentales, de sueños y de realidades puestas en entredicho, y para ello recurre a desenfoques, a planos detalle borrosos, incluso hay veces en que parece haber niebla en el escenario, o que la cámara haya empleado varias lentes de más puestas al tuntún delante del objetivo; tanto que en ocasiones ni siquiera está del todo claro lo que se ve. Todo, lo dicho, para trascender lo meramente explícito y palpable, salir del mundo puramente terrenal que está ahí tan sólo para hacer de plataforma de salida a los verdaderos intereses del autor. Sin ir más lejos, la primera escena de Carretera perdida, ese primer plano de Bill Pullman, es poco definido, casi podría definirse como timorato. Pero claro, es el que precede a la gran bomba argumental, ese Dick Laurent is dead que escucha a través del interfono y que desencadena el periplo por el subconsciente y el mundo del crimen en el que se ve metido el protagonista.

A partir de esa frase, la vida de ese hombre, músico de profesión, cambia: Fred, que así se llama el protagonista, empieza a recibir cintas de vídeo con grabaciones del interior de su casa, su mujer (Patricia Arquette) parece darle motivos para desconfiar de su fidelidad, e incluso acaba metido en la cárcel por un asesinato que vaya usted a saber si cometió. Y entonces, el cambio. Tras un primer bloque en que se medio mantenía una linealidad argumental apenas resquebrajada, un elemento distorsionador (un hombre misterioso) hace acto de presencia para torcer las cosas, tanto como para desembocar en una mutación del personaje principal, que de golpe y porrazo se ve en otro lugar, con otra cara, y enfrascado en una situación totalmente distinta. Ahora es un mecánico de nombre Pete (interpretado por Balthazar Getty), y se enamora perdidamente de la pareja (casi idéntica a la mujer de Fred, por cierto) de uno de sus clientes, un peligroso mafioso interpretado gloriosamente por Robert Loggia. Nueva trama no exenta de reminiscencias a la anterior, que a su vez parece querer entrometerse en ella, llevando irremediablemente a la locura a su protagonista y, por extensión, al espectador. Y luego, su final, what the fuck de rigor, y a empezar a buscar lecturas y explicaciones.

Curiosamente, la más aceptada, la de que todo ello es una fuga psicogénica, llegó a oídos de Lynch después de haber estrenado la cinta, aunque en declaraciones posteriores dijo que podría ser perfectamente válida. Por fuga psicogénica se hace referencia a un trastorno psicológico mediante el que un individuo da inicio a un proceso de amnesia por el que rechaza su vida real para escudarse en una ficticia (generalmente, previo acontecimiento traumático). Puede ser tan válida esta opción, que haría de Bill Pullman el personaje real y de Bathazar Getty el ficticio, como que todo el film sea fruto del subconsciente de un personaje (que ben podría ser el propio Lynch, por qué no). En cualquier caso, parece que todo ello partiría de los efectos de un ataque de celos en la psicología del ser humano, y como pista de tal explicación podría valer esa extraña conversación con el hombre misterioso (último papel de Robert Blake antes de ser detenido por el asesinato de su mujer) que en una fiesta le dice cara a cara a Fred que ya se han conocido antes, y que de hecho, en ese preciso momento está en su casa. Podría valer.

Lo cierto es que tanta explicación puede estar de más. Como viene siendo habitual en la filmografía de Lynch, no siempre importa tener todas las piezas del puzle. De hecho, a veces ni siquiera importa tener demasiado clara la forma de dicho puzle. Carretera perdida es uno de los mejores exponentes de su cine más alucinado, un viaje por los recodos de la mente a su manera, de percepciones más que de hechos concretos. Todo conduce a ello, desde el argumento al tratamiento de la imagen; desde las interpretaciones a una banda sonora que incluye temas de David Bowie, Trent Reznor, o un Marilyn Manson cuya presencia (física) en una cinta pornográfica acaba por descolocar lo poco que había quedado en pie en la cabeza del espectador. Por todo ello, tratar de terrenalizar semejante marcianada puede ser hasta imprudente; mejor dejarse hipnotizar por una obra de arte única, además de una de las mejores películas de Lynch.

 

Y en el Blu-Ray…
Lo avisábamos al principio, el paso de Carretera perdida a la alta definición puede resultar controvertido. Y es que chocan polos opuestos: el detalle máximo contra imágenes dubitativas, retadoras para el ojo del espectador. Por ello, las primeras impresiones de la edición en Blu-Ray son más bien frías. Hay que dejar pasar unos minutos para aceptar, digerir el renovado aspecto visual de la película; entender que el trabajo de restauración llevado a cabo ha intentado mantener la fidelidad del material original, aun a costa de perder el poder de los 1080p. Un mundo aparte si se compara con las pistas de audio: David Bowie suena como nunca. En resumen, sensaciones encontradas, momentos de perplejidad (la secuencia inicial, la transformación) contra otros de puro gozo (el concierto de saxo, el sexo en el desierto), a los que acompaña un grupo de extras cumplidores, sin más:
Acerca de Carretera perdida: documental de unos 20 minutos que empieza con entrevistas entrelazadas, para dar paso, en su segundo bloque, a una sucesión de escenas de rodaje francamente curiosas: Lynch ama poner la música a todo trapo mientras se prepara una escena, y así lo demuestra dicho documento.
Entrevistas: las entrevistas que se recogían en el apartado anterior, ahora sin cortes. Unos 10 minutos en total, interesantes pero poco relevantes si ya se ha visto antes el making of.
Entrevista a David Lynch en 2006: Nueva entrevista al director, diez años después del estreno de la película. No tiene mucha enjundia, pero es entrañable ir descubriendo los recuerdos del cineasta en relación a una de sus obras más queridas (y de paso, ver cómo entiende el cine, en general).
Cortometraje Picnic: Gerardo Herrero tiene la suerte de incluir su cortometraje entre los extras de tamaña obra de arte. Por supuesto, ni punto de comparación. Su picnic entre minas antipersona tiene gracia durante los primeros minutos, pero pese a su brevedad, acaba haciéndose cansino.

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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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Comentarios

  1. WOW!! Esto de que hagáis críticas de DVD me tiene encantada, os leo hablar de pelis y directores que me fascinan y que hasta ahora no entraban en LCH. Muchas gracias por el currele y un placer como siempre.
    Porque tienes toda la razón, vale más no intentar explicar "Lost Hihgway" y dejar que cada uno se sumerga en los mundos inconscientes de Lynch y se deje atrapar por sus imágenes surfeando su ola de sugerencias. Yo la vi en el cine (como todas, je), la encontré muy buena, pero no es mi Lynch prefe, yo creo que ésta es incluso más hermética que Eraserhead; bueno, herméticas no son, pero los campos de significación se abren desde partes de nuestro sistema que no son los habituales.
    Para mí es uno de los más grandes y uno de mis directores más amados desde siempre. Le añoro. Con sus más y sus menos pero toda su producción me parece de notable para arriba (sí, "Fuego camina conmigo" fue una descantillada cutre pero Twin Peaks había sido TAN GENIAL, que hasta eso le perdoné….) Lynch forever. Y mi prefe sigue siendo "Blue Velvet", y eso que me gustan todas, pero la capacidad icónica de esta peli, lo monísimo que esta Kyle MacLachlan (le conocí allí y le empecé a adorar hasta hoy en día), el morbo y el cariño que puso dirigiendo y fotografiando a Isabella Rossellini y el miedito que daba Dennis Hopper la convierten en mi prefe. Otro logro de Lynch es conseguir que no odiara a Cage en una peli y conseguir aprovechar sus limitaciones como actor en beneficio de su rol (aunque por aquella época no le tenía tanta manía como ahora): me lo pasé teta con "Wild at Heart", la encontré lindísima y muy divertida (el papel de Daffoe, BobbyPerújuaaasss), mucho más buena que la novelita de Barry Gifford y con una de las OST que más veces he escuchado en mi vida (enganchada al LP en cuestión durante muchos años). Y tb muy my fan de "Mulholland Drive" ( y donde conocí a otro amor, Naomi Watts).. Y paro porque es que todo Lynch me fascina. Un grande para mí.

  2. Buf, yo la única que no he visto de él es, precisamente, Corazón salvaje, y precisamente, porque sale Nicolas Cage. Y eso que cuando lo ha hecho bien, no me ha molestado: Arizona Baby, Leaving Las Vegas, Adaptation, Sin límites (se llamaba así la de la ambulancia?), Teniente corrupto… en todas ellas (y en alguna más, ajem, cuidadín con meterse con La roca, Cara a cara y Con Air) me ha parecido bien. Pero me da siempre pereza, me cuesta mucho ponerme una peli suya (por eso, Adaptation la vi por primera vez hace unos meses)… intentaré enmendar el error asap.
    En cuanto a la prefe de Lynch, yo estoy entre esta, Blue Velvet y Mulholland, of course… pero siento una importante debilidad por Dune (cifiiiiii) y por Una historia verdadera…

  3. Buah, ya solo os faltaba hablar de Lynch (o uno de los pocos directores americanos a nivel narrativo totalmente outsiders de "Joliwó"). Sin duda Carretera Perdida, obviando los perfectos pechos de Arquette, la estructura narrativa (bastante accesible para lo que suele ser Lynch, de hecho creo que junto con Terciopelo Azul y Mulholland Drive son las que más clara interpretación tienen después de un par de visionados)o la brutal BSO, son las sensaciones que te despiertan, de hecho Lynch, en la actualidad creo que es de los pocos directores americanos (y mundiales) que crean sensaciones (el uso del sonido importantísimo en su cine) y texturas para afectar al subconsciente del espectador de forma directa y abasalladora. Un director que más allá de su calidad (para mí, incuestionable(tanto en su versión "clásica" como en su versión "alternativa") totalmente necesario para entender las vías alternativas del Cine MODERNO (no olvidemos que Lynch empezó su producción a mediados de los 60 y de que manera (La Abuela, El Alfabeto, etc.), no olvidemos que su producción de cortos aparte de inacabables es imprescidible.

    Y espero y deseo que en otra ocasión el debate se desvie hacía esa genial y denostada locura que es Inland Empire, una de las pelis más "vanguardistas" (y esto interprétese de forma positiva/negativa) de los últimos años

    PD: La Roca, Con Air, Cara a Cara. Me las trago enteritas SIEMPRE que me topo con ellas en la tele (sobretodo la primera, ese Hans Zimmer entonao…)). Placeres culpables?¿ Tal vez, pero oye, pan y circo de vez en cuando no está nada nada mal

  4. a ver si La roca va a ser buena y todo. A lo tonto, todo el mundo reconoce que la ve siempre que le cae entre manos…

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