Crítica de Cars 2

Alto alto. De acuerdo, estamos ante la más endeble de las películas de Pixar. Tal y como ocurriera con la primera entrega de «Cars», seguramente esta no se lleve el Oscar a la mejor película de animación. Nada que objetar, pues, a los comentarios de decepción o a los que a día de hoy siguen viendo con malos ojos la estrategia de haberle dado continuidad a la saga de Rayo McQueen y compañía. Pero de ahí a la tragedia que está generando el estreno de «Cars 2» hay un abismo, y me pregunto yo si no será que, en general, el mundo del cine le tiene ganas al estudio responsable de las mejores producciones animadas de la historia. Porque de lo contrario, no me explico que cuando se estrene la enésima gilipollez de «Shrek» (ya sea en su versión verde o panda) se desaten las mayores pasiones aludiendo a su diversión, su espectacularidad y su condición de entretenimiento familiar; y que cuando lo haga una de Pixar que sólo cumpla las mismas condiciones, se la condene y hasta se reniegue del estudio. ¿Tirón de orejas? Por supuesto, pero no olvidemos que John Lasseter, Brad Bird y compañía nos tenían malacostumbrados. Puede ocurrir que rebajen el listón, y que por una vez no apunten a mayores metas que el esparcimiento y el refrigerio veraniego.
Porque desde esa perspectiva, única y exclusivamente desde esa perspectiva, «Cars 2» raya a un nivel notable. No perfecto, que a lo largo de sus 110 minutos se aprecian (apenas) un par de bajones de ritmo; pero en general, su entramado entre el espionaje, los combustibles biodegradables y las carreras divierte, sacia y adopta aquella sensación tan sana (y tan olvidada hoy en día) de sentir que los minutos se pasan volando. Puede definirse, en definitiva, como una cinta de acción y aventuras trepidante, conducida (jeje) casi a la perfección en una ascendente espiral rítmica de clímax final antológico. Y escudada por el mayor logro de la cinta, sin discusión: un apartado audiovisual de aúpa. La burrada técnica que se han sacado de la chistera no sólo es capaz de dejar en paños mejores al anterior y sensacional «Cars», sino que rivaliza con buena parte del CGI actual empleado en megaproducciones de mayor desembolso económico. Espectacular anillo al dedo para el derroche de originalidad que se gasta en todos los cachivaches tecnológicos (en plan 007 la mayoría): minas, metralletas, paracaídas, batidoras de bebidas… ¡así no es de extrañar que unos coches hayan sido capaces de crear un mundo entero pese a carecer de, entre otras cosas, manera de reproducirse!

 

Ahora bien, no se me olvida que esto es Pixar, y que de tan mimados que nos tenían, se le exigía mucho más a la patata caliente que se traían entre manos. Si la razón de la existencia de «Cars 2» bien podría ser una respuesta a la espinita que llevaba clavada desde 2006, era de esperar una revolución total, y a eso parece apuntar con su brillante arranque. En seguida queda claro que habrá un cambio argumental. Sin embargo, más allá nos encontramos con más bien poco a lo que aferrarnos. Alusiones a la cultura japonesa, al terrorismo, a la actitud de los famosos… Bien, pero nada de eso es lo que en verdad buscábamos. El elemento verdaderamente distintivo del estudio consiste en tomar una premisa universal y bien sencillita (en el fondo, sus proyectos siempre acaban basándose en el valor de la familia, del amor o, como en este caso, de la amistad y la superación personal) e ir a explorar en ella, hasta dar con el mecanismo que hable a niños y adultos por igual, y emocione casi más a los segundos que a los primeros. La propia «Up«, seguramente uno de sus films más infantiles, consta de aquellos diez minutos mudos que quedarán en nuestra memoria hasta el final de los días. Y en «Cars 2», tales sensaciones brillan por su ausencia. Por consiguiente, quien espere la profundidad de «Toy Story 3«, la sutileza de «Wall·E» o la brillantez de «Ratatouille«… entonces sí, quedará hondamente decepcionado.

 

La última propuesta de John Lasseter esta resuelta con (mucha) gracia, pero a la simplicidad y previsibilidad de su entramado no le sigue chicha alguna, mas al contrario, prefiere hacer abuso de clichés que acaban escociendo más de lo debido. Y al personaje de Mate me refiero, aglutinante de todos los males de un guión indigno (incluyendo flashback subconsciente de chichinabo): su rematada estupidez puede acabar con la paciencia de más de uno, que no dudará en preguntarse qué habría sido de la película sin su odiosa presencia… Esa falta de riesgo que esconde la caracterización de la dichosa grúa se extrapola a todo el metraje, y al final el hecho de no renegar del primer «Cars» se convierte en su única apuesta realmente atrevida. Todo queda, por tanto, en un vistoso revestimiento, tan vacío por dentro como espectacular por fuera. Muy espectacular. ¿Indigno de Pixar? Seguramente, pero no por ello condenable hasta los límites a los que está llegando la opinión general. Basta con tomársela como una distracción, como un divertimento… un guilty pleasure incluso. Y como tal, merece la pena ser vista y escuchada (Michael Giacchino es a día de hoy el mejor compositor de bandas sonoras) en las mejores condiciones. Sirvan pues las furibundas opiniones de la crítica especializada como aviso para ajustar expectativas, comprar un cuenco de palomitas más grande de lo esperado y poner las neuronas en modo de espera. El mal de «Cars 2» es, simple y llanamente, no ser tan buena como el resto de cintas de Pixar. Y quizá ni lo pretenda. Pero sigue siendo muy superior a la mayoría de de producciones animadas recientes, y un espectáculo para los sentidos tan (o más) válido que cualquier otro blockbuster veraniego de la temporada. Eso sí, la espinita sigue ahí (y un pelín más enquistada debido a su muy mediocre cortometraje inicial).
6,5/10
En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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Comentarios

  1. Lo que me esperaba más o menos. El miércoles la veré!

  2. Guay, pues ya te digo, espero que mi comentario te sirva para recolocar expectativas en caso de tenerlas mal… que lo dudo, vaya. Pero eso, que yo me lo pasé muy bien, y eso ya es mucho!

  3. hola, me ha parecido buena tu critica todabia no e visto la pelicula pero espero hacerlo durante la proxima semana, bueno que estes bien y te invito a mi pagina https://criticascinecm.jimdo.com/ si puedes me dejas un comentario para saber que la visitaste
    bye

  4. JEJEJ NO SE POR QUE ALGO ME LO DECIA; NO PODÍA SER TAN PERFECTO TODO —-

  5. Si te gustó Cars, no te gustará Cars 2. Las lecciones de humildad, trabajo en equipo, deportividad y solidaridad que transmitía la primera historia de Rayo McQueen han dejado paso a una película extremadamente violenta y oscura donde los niños podrán disfrutar de secuestros, torturas, atentados, asesinatos, peleas, palizas, armas por doquier, amenazas de muerte, acoso y persecuciones. Podrán ver morir a coches, disfrutar con ametrallamientos, bombas accionadas a distancia, ak-47 adosados a vehículos, emisores de radiación que hacen explotar motores, cadáveres desmembrados o aplastados, torturas sádicas inspiradas en la mismísima inquisición… La película Cars 2 no tiene ningún mensaje positivo, no enseña nada bueno a los niños y tiene una trama de espionaje cogida con pinzas, tanto que habrá adultos que no se enteren muy bien de qué va esto de Cars 2. Un mundo de violencia y maldad donde las carreras son lo de menos. Me parece increíble que no esté recomendada para mayores de trece años. Me parece denunciable que no esté recomendada para mayores de siete años.

  6. Cars 2 no es una película para niños menores de doce años. Es extremadamente violenta y no tiene ningún trasfondo educativo. Una bazofia.

  7. Caray, si no es trasfondo educativo la evolución de McQueen en relación a Mate… no seas tan drástic@, hombre, que todas esas chuminadas no son sino una alusión a las películas de 007, y hoy los niños están bastante más curtiditos de lo que parece, no? Es decir, si esta hace tanta apología de la violencia, qué me dices de Bambi y su madre, de Cenicienta y sus mensajes sobre la esclavitud y la figura de la mujer, del Rey León y el concepto de la monarquía totalitaria, o yo qué, de Toy Story 3 y los campos de concentración! jejeje

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