Crítica de Una chica vuelve a casa sola de noche (A Girl Walks Home Alone at Night)
Quizás la mejor manera de definir la primera película de Ana Lily Amirpour sería decir que es la versión joven e inmadura de Sólo los amantes sobreviven de Jim Jarmucsh. Las dos películas comparten una propuesta de actualización del mito de los vampiros, y la música y el amor presentados como lo único capaz de hacer soportable la vida eterna (y en consequencia, cualquier vida, entendemos). Pero lo que la pareja de amantes de Only Lovers Left Alive había aprendido con sus siglos de vida (calma, madurez y un aislamiento inevitable del resto del mundo) parece que todavía no ha llegado a la protagonista de Una chica vuelve a casa sola de noche. Ella es más bien una joven outsider que sigue las modas juveniles y que aún pretende repartir justicia en un mundo sin escrúpulos y decadente.
La película ha sido vendida como «el primer western vampírico iraní», pero aunque eso pueda funcionar en el marketing, no hace justicia al film. La acción se sitúa en una ciudad inventada de Irán y los actores hablan en farsi, pero fue rodada en California y su joven directora de origen iraní nació en Inglaterra y vive en Estados Unidos. Y de western tiene poco más que una influencia en la música. Lo que sí posee desde luego la película es una fotografía en blanco y negro muy contrastada, claramente influenciada por la novela gráfica, que resulta muy particular.
Una chica vuelve a casa sola de noche contiene algunas escenas memorables que requieren de un conocimiento de la técnica cinematográfica innegable. La directora se atreve con ciertos recursos que consiguen el efecto deseado, como la cámara lenta y con algunos excursos interesantes, como la secuencia del travesti bailando con un globo. La trama peca de cierto «buenismo» que también puede ser interpretado como simplemente inocencia.
La película en general rezuma un ligero exceso de «coolismo», es decir, demasiado empeño en resultar moderna y cool. Pero la atmósfera que crea a partir de la fotografía, la temática vampírica y la banda sonora es de gran calidad y hacen que el film resulte fresco y original. Desde luego seguiremos con atención la trayectoria de esta joven realizadora.
Valoración de La Casa
En pocas palabras
El primer western vampírico israelí descubre a una directora cargada de referentes y habilidosa a la hora de narrar historias, si bien a veces peque de exceso. De su película se extraen innumerables lecturas, convirtiéndola en una película que va mucho más allá de su etiqueta inicial.
Corred a verla? NO! HUID INSENSATOS!
(Más delirios hipsters no, por piedad!!!!)
jajajaja! Yo la vi en Sitges y me gustó aunque sí tuve que rebajar mucho mi nivel de irritabilidad (por otra parte, en Sitges tienes que rebajarlo o le prendes fuego a Angel Sala). Con todo, opino como Marga, al final me absorbió más o menos como a ella