Crítica de Commando

Quizá no pueda venir en mejor momento: ha vuelto Commando, obra fundamental en la filmografía de Arnold Schwarzenegger. Y lo ha hecho a modo de re-estreno en Blu-Ray y con un montaje del director para mayor inri, que tampoco es que difiera demasiado del original por lo que un servidor recuerda, pero qué más da. Lo importante no es el cómo, sino el cuándo: ahora que la acción parece haber perdido el norte, que las nuevas generaciones no entienden por qué nos gusta el género a los que ya nos hacemos mayores. Ahora que se prima lo estético y aséptico antes que lo guarro, lo sudoroso y lo sangriento. Los intentos de recuperar a viejas glorias no calan como deberían (salvo esa joya que es Los mercenarios 2) y saltan a la palestra rostros y cuerpos idénticos, todos curtidos en el gimnasio pero sin llegar al exabrupto, todos perfectos, todos contenidos. Ahora es cuando más necesario es recordar los orígenes del cine de acción de verdad. El de (y que nos perdone Charles Bronson) los ochenta, el que nos descubrió a seres deformes a base de músculos imposibles. El que primaba un gag idiota por encima de un matiz dramático, y no se preocupaba por la cantidad de sangre, muerte y demás violencia gratuita. ¿Rated R, no recomendada a menores de 18 años? A otro con esas. Bien, quizá todo esto que menciono empezara con Commando. No tanto la violencia en el género, pues sin ir más lejos un año antes llegaba el primer Terminator; sino por el humor burro y autoparódico. Sin ella, lo más seguro es que jamás hubiera existido Jungla de cristal, ni se hubiera planteado a modo de broma un mundo sin Arnie protagonizado… por Arnie (un El último gran héroe que veía a Stallone como actor principal de, precisamente, Terminator).

Puede uno preguntarse cuánto hay de buscado y cuánto de involuntario: quizá, la idea de Mark L. Lester, director, del mítico productor Joel Silver y del trío de guionistas (Jeph Loeb –el mismo-, Matthew Weisman y Steve E. De Souza –a quien le debemos el libreto de la película que catapultó a Bruce Willis a la fama, bendita coincidencia) no fuera hacer de la suya una comedia de acción. Quizá, los constantes juegos de palabras que se casca un Chuache aún con acento europeo, vinieran a posteriori, o en su día no se les pensara dar tanto protagonismo. Todo ello puede que haya venido después, al darse cuenta de que a nivel artístico, la verdad, más bien poco podía ofrecer esta historia de un padre en apuros, coronel retirado al que secuestran a su hija y arma la de Dios con tal de recuperarla. Poco que innovar en lo argumental, un velado discurso crítico (las heridas de la guerra, la sociedad soterrada de malosos…) que no da pie con bola, y torpeza formal condenaron a una película que en su día no fue comprendida, acaso ni siquiera por los propios responsables de la misma. Con el tiempo se ha convertido en un icono precisamente por ser la piedra miliar de un subgénero que, a partir de ahí, significó ingentes cantidades de alegría para el espectador. En especial, el que se reunía ante la tele con unas pizzas y unas películas pilladas del videoclub de la esquina.

El potencial humorístico de Commando es infinito, con pasajes de puro surrealismo (hay planos que se repiten a lo largo del tiroteo final) y chistes francamente descacharrantes, pero también lo es su capacidad para el entretenimiento: son, simple y llanamente, noventa minutos de acción y humor a raudales que no escatiman en gastos ni muertes, que tiran de polvo y sudor hasta empapar con los mismos al respetable, y no se molestan por cuidar el guion lo más mínimo, con tal de que éste salte lo antes posible de una secuencia animada a otra. Y de paso, hora y media de definitiva creación del icono por excelencia del género. James Cameron ya había allanado el terreno, pero el modo en que la cámara de Lester se recrea con la musculatura del actor, su presentación hortera y absolutamente kitsch al principio, el carácter badass que va adquiriendo desde entonces y la máquina de matar en que se convierte al final, mostraron el inmenso carisma de un action man que ya veis: en pleno 2015 sigue pegándose contra Skynet como el primer día. No se puede saber hasta qué punto era consciente, Commando, de su trascendencia en su día; pero lo cierto es que 30 años después se ha convertido en un clásico indiscutible que debe ser recuperado ahora que más se nota la carencia de un héroe de verdad, como los de antes: uno que sangre, que sude, que actúe mal y que no sea necesariamente guapo. O sea, más creíble y empático (y eso que hablamos del actor menos dado a la interpretación que se recuerde). Y sobre todo, más divertido. Volved a verla, en serio, os cambiará la perspectiva que tenéis de ella.

Y en el Blu-Ray…
Tras una primera edición muy básica y parca en extras, la Fox reedita Commando en su treinta aniversario y lo hace incluyendo tanto el film original como un montaje del director con un par de minutos de diferencia.

La calidad audiovisual es impecable, si se tiene en cuenta que no se trata de una remasterización: cuenta con un master inglés en DTS-HD 5.1, y un doblaje al castellano en Dolby Digital 1.0 y DTS 5.1 según el montaje que se elija. La imagen emana grano y fotografía quemada a granel, fruto del carácter ochentero de la película (y por tanto, bienvenidísimos). Por lo demás, destaca por un colorido vistoso y una buena definición en todo momento, si bien se aprecie cierto realce de contornos. Notable en líneas generales.

A diferencia del primer lanzamiento, esta nueva versión del disco incluye, amén de las dos versiones de la película, los siguientes extras:

  • Audiocomentarios del director;
  • Tres escenas eliminadas;
  • Un tráiler de la película a su estreno en cines;
  • Un recopilatorio de entrevistas y escenas de rodaje (con alguna que otra toma falsa) titulado Soltar algo de lastre, en el que se remarca justamente la importancia del film como comedia de acción.

Extras interesantes, edición cuidada, carátula más llamativa y, en definitiva, ahora sí: más que recomendable para el fan de la película y/o del actor.

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Por motivos que se nos escapan, esta crítica quedó en la parrilla de salida, cuando su publicación estaba prevista para la primera semana de julio, que es cuando Commando salió a la venta en Blu-Ray y en su edición 30 aniversario. La recuperamos.

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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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