Crítica de Confessions
Ya se sabe que en la industria cinematográfica japonesa hay mucho espacio para cineastas que en el mundo occidental no pasarían ni de coña las censuras tácitas por las que, guste o no, se rige el tinglado. De modo que producciones absolutamente descabelladas, imposibles de plantear y que invitan a pensar de todo menos bueno de sus responsables, son ahí algo habitual. Y tan bien les va, que en ocasiones dan el susto. Caso de Confessions, que a punto estuvo de colarse entre las nominadas a los Oscars de 2011 (fue la representante de Japón). Y francamente, su presencia hubiese sido poco menos que gloriosa: la película de Tetsuya Nakashima (suyas son también cosas como Kamikaze Girls o Conociendo a Matsuko) es una de las salvajadas más extremas de los últimos años, y no tanto por su apartado meramente visual, pues dista mucho de ser una inofensiva película gore sin más, sino por su amoralidad infinita, por lo malsano de su argumento y lo aún peor de su plasmación en pantalla. Lo que sobre el papel vuelve a ser una vuelta de tuerca al sempiterno tema de la venganza, esta vez lejos de los thrillers de acción policíaco-mafiosos, tarda poco más que un prólogo en descubrirse como una historia enferma y retorcida, fruto de una mente que en cualquier otra situación hubiese justificado un encierro sin condiciones en el instituto mental más apartado de la sociedad. Ojo, que la que nos trae Cameo en DVD y Blu-Ray es de aquellas de mear y no echar gota.
Es el último día de cole antes de las vacaciones de verano y una profesora anuncia a los alumnos (de unos 15 años) su intención de retirarse. Alegría, no se la echará de menos. Ahora bien, no está dispuesta a irse así como así, sino que antes quiere hacer un confesión: sabe que su hija de cuatro años, fallecida durante el transcurso del año escolar, fue en verdad asesinada. Por alguno de los alumnos que en ese preciso instante le prestan toda la atención que antes le habían denegado. Oh, y añade que se ha tomado la venganza más cruel que se pueda uno imaginar. Y feliz verano. Si bien esta bomba se va preparando durante los minutos iniciales para estallar definitivamente en forma de conclusión del primer acto, sirve a la vez de mero mecanismo de activación para una maquinaria que tiene el objetivo de derrocar a marchas forzadas todas las paredes que se le pongan por delante, hasta llegar a locura pura. Y es que las siguientes confesiones sobre las que se sustenta la película son, si cabe, peores. Niños retorcidos, profesoras vengativas y madres sin esperanza dibujan mediante sus inesperados excesos de violencia (física, pero sobre todo conceptual: ya avisábamos de que Confessions de gore, poco) un cuadro surrealista, exagerado y esperpéntico de una sociedad rota, servida de valores erróneos. Y de paso, sumerge al espectador en una truculenta pesadilla de la que no es que le vaya a resultar difícil salir, sino que va a tardar poco en jugar a su juego, y tratar de avanzarse a lo que aún está por suceder (¿Con el objetivo de saberse aún peor que el responsable de la cinta? Mejor no preguntar…).
Ojo, que a todas estas, Nakashima no se contenta con sumergirnos en sus peculiares mundos vía guión. También nos acosa mentalmente a través de la vista, con una película extraña, recargada, barroca. Primeros planos se alteran con cenitales, ralentíes con montajes más espitosos, colores saturadísimos que sin embargo parecen cercanos al blanco y negro (o más bien azul)… hasta en ese sentido, Confessions estaría intentando asemejarse a las jugarretas que nos hace el subconsciente, deteniéndose donde no queremos, pasando de largo de los momentos más amables, y exagerando los mayores traumas hasta el paroxismo. Con semejante tocapelotismo mental, normal que se haya escogido de acompañamiento musical parte del repertorio de Radiohead; más de uno puede caer en el grupo antes incluso de que suene su primera canción, como si hubiera estado asistiendo a la introducción de uno de sus videoclips.
Lo peor de todo para quien quiere hablar de la cinta es no poder revelar sus giros. No poder pasar de ese prólogo que constituye el primero de los capítulos en que se organiza la trama. Hacerlo sería desvelar demasiado, sacar a la luz los impensables, por imposibles, secretos que esconde en su interior. Porque no cabe ninguna duda: Confessions es una de esas que hay que descubrir. Con las primeras pistas sobre su argumento y sus características debería bastar, el espectador no debería buscar más allá si no ponerse directamente a ello, y a ver qué sale. Y lo que sale, por sorprendente, por enfermiza, por excesiva y por tener la capacidad de retar al espectador, es una de las imprescindibles del cine asiático reciente. Una joya para los amantes de las niponadas pero también para los espectadores que estén hartos del acomodamiento por el que pasa, salvo honrosas excepciones (generalmente con el nombre de Haneke o Von Trier), el cine que nos llega de latitudes más habituales. Y aunque se pueda hacer lenta, aunque puede que el bloque central sorprenda un poco menos que los otros dos actos y aunque todo puede quedar limitado a una sucesión de WTF sin más, al final lo que cuenta son las sensaciones que se desprenden de ella. Que son de las más intensas que un servidor ha vivido recientemente.
8/10
Y en el DVD…
Cameo edita la película tanto en DVD como en Blu-Ray, y lo hace con el sello de Winds of Asia, colección que incluye un recopilatorio de lo mejor del cine de por allí más o menos actual. Lo cual es de agradecer, pero lamentablemente, la tónica parece que va a ser siempre la misma: un disco, dos idiomas, y nada, o prácticamente nada de extras (en este caso, fichas artística y técnica y trailers de otros títulos). Tampoco es que sea el fin del mundo, pero películas de estas características invitan a querer saber más, descubrir el proceso de gestación de las mismas… o verle la cara al director para cambiar de dirección en caso de cruzárnoslo de frente. Habrá que tirar de otras vías para ello.
Por su parte, la calidad de imagen (la de sonido es perfecta) en la versión a baja definición es correcta más que por la definición de la misma (los píxeles hacen acto de presencia más veces de lo deseado) por la potencia de sus colores, espectaculares y necesarios para el correcto disfrute de la misma. Por ello, a poco que se pueda, se recomienda el Blu-Ray, que seguramente corrija el problema.
Osti! Yo vi el trailer de esta peli hace tiempo (youtubeando Radiohead, todo sea dicho) y ya me parecio que debia ser muy heavy pero por tu critica lo debe ser aun mas!:O
Pero vamos, que me has convencido para verla oye!
Por cierto a mi el tema de la peli "Last flowers" me parece una joya, una de mis favoritas entre favoritas… y como ya dijo Tom Yorke en una entrevista (nada que ver con la peli eh?) "someone has to provide the music for the murder shows" xDDD
Me alegro que hayas hecho una critica sobre esta pelicula y que sea positiva, yo cuando la vi me quede bastante impactado, es claramente una de las mejores peliculas que he visto, y parece mentira que no haya sido nominada a los Oscar…un saudo y gracias!!
Elasti, yo la vi en Sitges, creo que en 2010 y fué de las que más me gustó y más mal rollo me causó.
No decepciona y no me importaria visionarla de nuevo.
No conocia nada de Confessions pero ha sido leer tu crítica, ver el trailer y enamorarme.
No conozco casi nada de este tipo de cine asiático y lo poco que veo me encanta. Encima con música de Radiohead… ya tengo autoregalo para Navidad.
Elasti, pues esperamos tu reacción por aquí (as always). Ojo, eh? que es bestia pero no a nivel visual, sino conceptual… vamos, que la puedes ver con tus retoños si quieres (nidecoña lo hagas!)
Ronin y Coyote, mola que no estemos solos! Parece mentira que con toda la basura que nos llegadesde esos lares, esta, que es infinitamente más estimulante que el 90% de estrenos japoneses recientes, haya hecho tan poco ruido. Celebro que os gustara… o que… bueno, o que os hiciera lo que me hizo a mí en la cabeza XD
Barry bien que harás! es de esas que no dejan indiferente… vamos, yo lo flipé de lo lindo
La vi ayer, despidiendo las fiestas de año nuevo, y quede impactado…toda una experiencia, demoledora en forma y fondo. Una maravilla. Indispensable en cualquier antología del cine asiático de este siglo.
Con el culo torcido estoy… no exagero si te digo que entra de cabeza entre mis películas favoritas. Sus 30 mins iniciales han sido puro sumersión… no podía despegar la mirada y alucinaba por momentos.
El resto mantiene la emoción y son un espectáculo para los sentidos, visualmente es preciosa y tiene una banda sonora de lujo. En estos momentos soy incapaz de verle fallos. Amor a primera vista.
Recomendar de este estilo… aunque me imagino que será difícil.
Otto, contigo en todo, pero… joer, no sé yo si era la mejor opción para despedir el año xD!
Barry, lo veeeees? Si es que tienes que hacerme más caso, bitch. Si se me ocurre algo más te aviso, aunque si quieres algo más heavi, It's fine, everything is fine. Vela, y muere.