Crítica de Dando la nota (Pitch Perfect)
Es mucho más complicado de lo que pudiera parecer a priori, establecer la línea que separa la adscripción de Dando la nota al género juvenil cómico-romántico, de la reversión entre paródica y posmoderna del mismo. Entender, dicho de otro modo, hasta qué punto se están Jason Moore (director) y sobre todo Kay Cannon (guionista, de este libreto y de algunos para 30 Rock o New Girl) riendo del fenómeno Glee/High School Musical, o si lo que están haciendo está suponiendo un ejemplo más que añadir a esa corriente de mediomusicales de dudoso gusto de la que, de hecho, la que nos ocupa abre nuevos y temerosos horizontes. Porque aquí la cosa de va de colleges, y de estudiantes que se reúnen en grupos para competir entre ellos en torneos nacionales de conciertos a capela (los USA sacan un torneo nacional de cualquier cosa que se le pueda a uno ocurrir); de chicos contra chicas y guapos contra feos; de superación personal, valores humanos y madurez personal y sentimental; de aceptación personal. Claro que supuestamente, de todo o buena parte de ello hace mofa. ¿O no?
Desde luego, invita a pensar que sí que en su reparto figure el nombre de la incombustible Rebel Wilson, que la protagonista tenga el nivel interpretativo de Anna Kendrick, o que una de las productoras (y secundaria de lujo) sea Elizabeth Banks, parida en filas apatowianas. Por supuesto, también ayuda su premisa en sí, de ridículo para arriba tanto por cómo suena de entrada, como por cómo está tratada y por las implicaciones que tiene para el universo en que se mueve el entramado del film: no hay nada mejor en la vida que ser cantante a capela, todos quieren parecerse al grupo vencedor de la última edición, es lo más. Finalmente, claro argumento de la teoría de la irreverencia es la forma en que se despacha buena parte de los momentos más puramente canónicos del género. Cuando el azúcar rebasa, cuando el colorido de su puesta en escena de caramelo amenaza con provocar el sangrado ocular y la blancura de su ánimo parece llevar a la vomitona colectiva, siempre hay una salida de tiesto para concluir la escena en concreto, una vomitona explícita, un gag pasado de rosca, un personaje perturbador.
Luego todo se limita (como si fuera poco) a tomar por el pito del sereno a tanto joven talentoso marca Disney. Normal, así las cosas, que el despliegue interpretativo de la protagonista sea de aúpa (atención a su secuencia con el vaso de plástico, o al rollo Kristen Stewart que emplea como mero y evidente escudo emocional), o que a la presencia de la Banks se sumen en el apartado de extras los nombres de Christopher -McLovin’- Mintz-Plasse o de John Michael Higgins, más propensos a cine igualmente humorístico pero de otras temperaturas. Invita todo tanto a pensar que es una gran parodia, que uno ni siquiera se para a pensar en la otra posibilidad, pasando por alto incongruencias demasiado evidentes, como el hecho de que una teórica experta en DJs tenga a David Guetta como máximo referente, o que una emisora de música indie se interese por los remixes que crea la chica. Nada, licencias del guión.
Sólo que al cabo de un rato, uno ya no sabe qué pensar; y es que si bien el tono irreverente se mantiene en todo momento, cierto es que va alternándose con pasajes estrictamente respetuosos con las normas del género, tanto como para que en conjunto se acabe enarbolando una película mucho más clásica de forma y de fondo, pudiendo incluso provocar la irritación de más de un alérgico a las películas sobre la maduración, la superación personal, el bigger than life y el chico-conoce-chica-pero-están-en-bandos-opuestos. Y en este sentido, que se citen u homenajeen tantos referentes clásicos, que a su vez sirven de referentes absolutos de sus respectivos géneros (con El club de los cinco, Grease y West Side Story a la cabeza) no sería sino una confirmación más. Al final, echando por tierra todo lo dicho hasta ahora, Dando la nota acaba poniendo en evidencia que no, que en ningún momento quiere huir de esa etiqueta, y que si acaso, lo que quiere es hacerle algo de bullying a los desastros ejemplos recientes, anteriormente citados. Valga como crítica tan sólo de esas películas concretas, y valga como revisión posmoderna del género. Pero en ningún nunca una violación del mismo. Quién te ha visto y quién te ve.
Lo cierto es que poco importa. Con sus más y sus menos, y con la obligada arrugación nasal de cuando las canciones se ponen demasiado (voluntariamente, ojo) de color de rosa, la mixtura funciona. Dando la nota acaba descubriéndose como una comedia juvenil muy, muy efectiva cuando se lo propone: ojo a los comentarios de la retransmisión de cada certamen, amén claro de las locuras de la Wilson y del descubrimiento con nombre y apellido propios: Hana Mae Lee. Pero también como un cuento de hadas moralizante y emotivo sin llegar a empachar más de lo deseado. Y también, como emocionante aventura musical con canciones que, si pillan con las defensas bajas, pueden llegar a erizar el vello… Todo, flirteando siempre con el ridículo, asomándose al abismo y seguramente tornándose indigesta para algún sector del público. Hay veces en que uno se sorprende más que por lo que está viendo, por el hecho de estar viendo algo así. Pero qué demonios, el cine está también para dejarse llevar, apagar neuronas y relajar el ánimo, y en este sentido, Dando la nota le puede sacar una sonrisa a más de uno. A mí me vale.
6/10
Y en el Blu-Ray…
Bien poco ha tardado la Universal en sacar esta película al mercado doméstico. Y nosotros que nos alegramos, como buenos fans que somos de una de las comedias más reivindicables de la temporada. Máxime cuando el disco en Blu-Ray que se nos propone goza de semejante estado de forma. Empecemos por los extras, que son de aúpa:
- Starships, videoclip musical de Pitch Perfect: divertida manera de empezar este apartado, con la canción homónima de Nicki Minaj cantada a capela por los actores de la película y espectadores conectados vía webcam.
- Escenas inéditas y ampliadas: una docena de ellas, que mediante la opción de Reproducir todo suman 15 minutos poco relevantes pero con algún que otro punto de interés. Bien.
- Mientras tanto…: Un capítulo que se desglosa a su vez en otros cinco, y que en realidad son otras tantas escenas eliminadas.
- Escenas cómicas: Son tres grandes bloques. En total 12 minutos de tomas falsas y escenas alternativas. Obligatorias, claro.
- Entre bambalinas en Barden: Se divide tres cápsulas (de un par de minutos cada una), y es que lo más curioso: Elizabeth Banks metida de lleno en su personaje de Gail realiza un par de entrevistas ficticias por un lado, mientras que por el otro Benji realiza un mockumentary sobre entrada al campus. Surrealista.
- En el set – ¡Burrito en el coche!: Minicápsula centrada en un momento concreto del rodaje… Rebel es mucha Rebel.
- Una mirada interna: Tres minutitos de declaraciones, elogios mutuos y demás.
- La edición se completa con dos opciones de audiocomentarios. Por un lado, los de Jason Moore (director) y Elizabeth banks y Max Handelman (productores); y por el otro, del productor Paul Brooks.
Edición de lujo, salta a la vista, que además se escucha de lujo (Master audio DTS-HD para la versión original en inglés –la única recomendable- y Dolby digital de altísimo nivel para los doblajes), y se ve que ídem, salvo en puntuales momentos de escenas nocturnas en que se atisba cierto bajón de definición. Con todo, una opción completa y sumamente bien cuidada. Así da gusto.
Comentario muy acertado sobre la película.
Yo + 1000 a toda la crítica, tal cual. Un 6, pero yo me lo pasé la mar de bien. Algunos caretos cariñosos. Y algunas canciones cariñosas tb. Podía haber sido más corta (y hubiera ganado) pero las musipelis siempre tienden a alargarse.
Zenks Caps, zenks Barry (por cierto, todavía no me he puesto con el vaso de la Kendrick pero ella una fiera, muy bien. Esta tía es rara…)
Dicho todo esto: me sigue gustando más West Side Story.
+1000 al +1000 de Sid. Entretenimiento ligero, pero bastante entretenido. Tiene uno de los mejores cast jóvenes del momento (varios repetirán juntos en una sitcom de la ABC "Super Fun Night" con Rebel Wilson, Adam DeVine y Alexis Knapp). Los números musicales son mejorables pero ese ser un poco patoso, le viene bien… siempre vemos representaciones de instituto como si fueran conciertos de la Superbowl.
Para rematar, me impulso a ver Breakfast Club… solo eso merece la pena todo.
Jejé, me too… no la había visto y ahora la veré.
Altoaltoaltoalto
¿¿¿Que no habéis visto El club de los cinco???
¿¿Y qué narices hacíais cuando teníais trece años??
(muy curioso; jamás hubiera dicho que ninguno de los dos ha visto la peli)
Yo ya la he visto… mi shock fue terrible esperando encontrarme una comedia ligera de instituto.
Ostión de frente y sin mirar contra la pared. Me encantó.
Mi duda es Xavi… no te preocupa que Adam DeVine este metido en el piloto de una nueva serie… eh? eh? eh? No deberías Workaholics está renovada para un dos temporadas.
¡Celebro!
Sí, es una película insospechadamente amarga. Es MUY divertida, pero de otra manera. Y, eso, al final va dejando caer temas muy gordos.
No es una comedia, en cualquier caso…
yo tampoco la he v… esto…
A mí Bluts me la recomendó hace tiempo, pero la olvidé y el otro día Pitch Perfect me la recordó. ya la tengo pero todavía nola he visto. Ganas, recuperé el comentario de Bluts y ganas ganas.