dark glasses critica

Crítica de Dark Glasses (Occhiali neri)

El tiempo de Dario Argento pasó hace mucho, mucho tiempo. Su cine ha quedado desfasado y prueba de ello es que, cada una de sus intentonas en las últimas décadas, olía a moho, desprendía caspa a raudales (y si alguna se libraba de la quema, era sólo desde un punto de vista post-todo). En fin, un ocaso de carrera que no hacía justicia a su figura, tan fundamental en la historia del cine le pese a quien le pese. Quizá Dark Glasses sea el resultado de una toma de consciencia de todo ello… y acaso suponga, también, un amago de despedida. A sus 82 años, no creo que Argento esté para muchos más trotes, y desde luego, seguro que no le sientan del todo bien las infinitas tortas que ha venido recibiendo por parte de crítica y público. De manera que se ha puesto manos a la obra para dirigir una ¿última? película que busca un lavado de imagen, a la par que un recordatorio de lo que hizo grande al de Suspiria. Y el resultado es su mejor película desde que se tiene uso de razón… pero a la vez la irrefutable confirmación de que, eso, cualquier tiempo pasado fue mejor.

Dark Glasses es un dechado del cine de Argento: un giallo en el que un asesino en serie centra su interés en una mujer que pierde la vista complicando así, claro, el descubrimiento de la identidad de dicho malhechor. Pocos recursos monetarios y un empaque formal que podría tildarse de cine por cien manual, en el que pesan más que nada la iluminación y los juegos con sombras, el montaje, maquillaje o incluso ciertos planos detalle. Todo para suplir carencias con resoluciones de esas que obraban la magia en el pasado: a falta de CGI, debía seguir siendo posible mostrar un apuñalamiento, un atropello, una cabeza cercenada o cualquier otra lindeza del género. En este sentido, Dark Glasses es una mirada hacia atrás en toda regla: una película de antes… hecha como antes. ¿Cutre e indecente para los tiempos que corren? Sí ¿Nostálgica y entrañable? También.

Otro habitual en la filmografía de Argento (salvo honrosas excepciones) es la falta de sutileza. De nuevo, la película que nos ocupa es un muestrario de ello, al entrar en materia desde las primeras de cambio y descubrirse ya no solo visualmente, sino argumental y emocionalmente abrupta. Poco recorrido, si no es a base de brochazo limpio, se encontrará en el desarrollo de personajes. Ni en una trama que brilla por su ausencia, prácticamente: la chica en cuestión se limita a escapar, el maloso a acosarla. Hay un conato de investigación policial puramente anecdótico y una premisa risible que sirve sólo para justificar el inevitable ¿twist? final de turno, de nulo interés y perfectamente adivinable. Hay por ahí quienes dicen que Dark Glasses nos muestra a un Argento más maduro, ya que se centra en la víctima en detrimento de todo lo demás (trama incluida); haciendo justicia, así, a los personajes secundarios de su cine. Un servidor cree que ha intentado acercarse a los slashers más actuales, con Alta tensión en lo más alto de su biblia de referencias. Claro, sin el mismo resultado.

Y es que si no se es conocedor del cineasta italiano, si no se sabe nada de gialli ni de la serie B de por esos lares, y se pretende ver un thriller al uso, la decepción puede ser sonora: Dark Glasses es risible, torpe… simplemente incomprensible para los tiempos que corren. Pero también está el espectador que sí conoce a Argento y sí sabe que Rojo oscuro es una obra capital en la historia del cine. Ese espectador se reirá y no saldrá de la incredulidad ante lo que está viendo, pero también disfrutará como hacía tiempo que no lo hacía. Volverá a terrenos recorridos hace la tira de años, y sabrá reconocer todo lo que en aquellos tiempos le hacía vibrar. Sabrá ver, en definitiva, la firma de un antiguo maestro del cine de terror. Una firma debilitada, temblorosa, de trazo irregular e indeciso. Pero ahí está. Ahí está Dark Glasses como última fiesta, un último encuentro en un lugar feliz al que ya no vale la pena acceder y probablemente no lo hagamos nunca más, pero qué gusto haber vuelto durante un ratito. Larga vida al maestro de dicha ceremonia.

Trailer de Dark Glasses

Dark Glasses: sólo para fans del maestro del giallo
  • Carlos Giacomelli
3

Por qué ver Dark Glasses

Dario Argento regresa a la gran pantalla con su mejor película en años… lo cual tampoco es decir mucho. Neófitos encontrarán en Dark Glasses una risible y trasnochada propuesta de terror indigna de los tiempos que corren; pero seguidores del italiano se toparán con un entrañable viaje al pasado en la que supone una presumible carta de despedida consecuente y sentida.

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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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