Crítica de Desplazados (Stateless – Netflix)
Que el espectador tenga que sacar sus propias conclusiones tras el visionado de una obra, especialmente cuando esta se centra en una temática social, no exime a esta última de expresar su posicionamiento. Desplazados trata de diversos personajes que acaban coincidiendo en un centro de detención de inmigrantes en Australia, algo de lo que no nos llega tanta información como debería.
Cate Blanchett (que se reserva para sí mismo un rol secundario) ha tirado para delante esta miniserie conocedora, probablemente, de dicho desconocimiento a este lado del hemisferio; y ha conseguido que se emita en Netflix tras su paso por ABC Australia, por lo que no se me ocurre mejor plataforma de divulgación. Éxito rotundo para la de Carol.
Los seis episodios que componen el total de la obra no rebajan un ápice su calidad, que se sitúa más cercana a la gran pantalla que a la pequeña: guiones escritos con esmero, elegante puesta en escena, buen montaje, un reparto que sorprende y no tanto por Yvonne Strahovski, que a lo tonto ya le pasa la mano por la cara a Elisabeth Moss en El cuento de la criada, sino por un Jai Courtney por el que ya nadie daba ni un duro.
Acaso se le puede echar en cara cierta falta de ritmo: son varias las historias dramáticas que se enredan y desenredan en Desplazados (la sombra de Iñárritu es alargada), condicionando en ocasiones un desarrollo que se mueve a trompicones. Sin embargo, los personajes van calando, generan interés e incluso consiguen mantenernos agarrados al sofá en algún que otro momento. Demonios, aunque sea con cierta trampa, la serie se saca de la chistera incluso un par de cliffhangers, demostrándose sus guionistas plenamente conocedores del medio en el que se mueven.
El problema reside en que no se atreve a dar la estocada. Cada vez que tiene ocasión de asestar el golpe definitivo, Desplazados se arruga y diluye su mensaje crítico a base de moralejas de medio pelo, excesos lacrimógenos o devenires excesivamente peliculeros. Y repito, está bien que sea el espectador quien deba hacer la mayor parte del trabajo, pero si se tira la piedra, la mano no debe esconderse. Sin necesidad de caer en el incendio, la serie debía suponer una crítica inapelable que fuera más allá de los habituales textos sobreimpresos que pueblan los finales de esta clase de producciones. No ha sido así, por lo que yo sigo sin poner en duda el éxito del proyecto y la calidad del mismo, pero sí me pregunto si el objetivo inicial de Blanchett, Tony Ayres y Elise McCredie, haya sido alcanzado. Y espero que no, que de lo contrario, valiente blandenguería tenían en mente…
Trailer de Desplazados, la miniserie de Netflix
Valoración de La Casa
En pocas palabras
Miniserie que habla de los centros de detención de inmigrantes que destaca por ser de lo más correcta en todos sus sentidos… incluyendo una falta de riesgo a la hora de exponer su opinión, que a la postre acaba restándole buena parte de su impacto potencial.