Crítica de Destino final 5
Y básicamente, todo se aglutina bajo un denominador común: el cachondeo. Se acabó lo del terror, ese género al que se adhería la apertura de la franquicia, que con el tiempo fue deformándose hasta perder toda su esencia; aquí se viene a pasárselo bien, y por eso es por lo que se le exigen las guarrerías más grotescas para cada muerte, el guión más imbécil posible y, si realmente se va a emplear el formato estereoscópico, un continuo ir y venir de objetos al primer plano. ¿Razonamiento hipócrita por parte de quién precisamente condena esta clase de ejercicios? Puede ser, pero en este caso, vale todo. Y vale todo porque, afrontémoslo, ya vamos por la quinta parte. Quien se acerca a ella sabe lo que hay y a ese nivel debe rebajar sus expectativas y/o necesidades cinematográficas. Si no es capaz, amigo, no diga que no se lo advirtieron. Porque no hay truco: objetivamente, «Destino final 5» es una verdadera basura. Sus efectos especiales cantan aún con las dichosas gafitas oscuras, su guión es de patio de colegio, y sus actores, más que miedo, dan pena. Ahora bien, el tal Quale parece desenvolverse con gracia tras una cámara (de hecho, que este sea su debut es relativo: antes había sigo ayudante de James Cameron para «Titanic» y «Avatar«…), mientras que Heisserer demuestra haberse reído de lo lindo mientras escribía. Sumando uno más otro, el resultado es un arranque tan tronchante como espectacular: cada personaje es más asesinable que el anterior, en cada escenario se resaltan mil y un objetos para matar, y la escena inicial (la primera muerte masiva que sólo unos pocos evitan, alterando los planes del destino y cabreando por consiguiente a la mismísima muerte) sobre un puente asolado por las fuerzas de la naturaleza, es para quitar el hipo.
Ah, tan sólo llevamos unos 30 minutos, y ya hemos vivido uno de los momentos más álgidos del film. Estamos totalmente entregados y dispuestos a jugar, empapados de sangre y tripas como estamos, así que que venga lo siguiente. Y lo siguiente es una preocupación prácticamente nula por desarrollar personajes/argumento (y menos mal, las pocas veces en que lo intenta, es una verdadera tortura aclichetada, plana y vacua), y unas ganas irrefrenables por matar a la siguiente víctima. Bien, justo lo que queríamos. En vista de que esta vez son ocho los que escapan al accidente inicial, y que como bien sabrá quien conozca la franquicia, la muerte se toma su tiempo preparando sus accidentes, apenas hay respiro entre uno y otro, y la cadencia del film acaba tornándose endemoniada. De verdad que sorprende mirar el reloj por primera vez y constatar que ya se ha consumido una hora de metraje. Gran parte de la culpa, por supuesto, la tiene la originalidad con que ocurre cada fallecimiento. Uno de los leitmotiv de «Destino final» siempre ha sido pillar por sorpresa al espectador, mostrarle infinidad de muertes posibles y luego optar por la opción más inesperada, un cúmulo de coincidencias que nadie podía haber previsto. Así, un primer plano de un cuchillo seguramente implique que el cuchillo no matará a la potencial víctima, pero sí puede que caiga sobre un cable, ese cable se resquebraje y se mueva lo justo para contactar con una gotera, provocando un cortocircuito que a su vez cause el mortal tropiezo contra la pica del baño. Por ejemplo.
Así que, en definitiva, estoy recomendando una película por ser mala, y por las formas de morir de sus personajes. Bien por mí. En cualquier otra circunstancia me hubiera arrancado las uñas de los dedos antes de seguir con esto, pero será que con «Destino final 5» se da la excepción a la regla. Será que cuando un grupo de cineastas deciden afrontar la quinta parte de una saga agotada desde más o menos la mitad de su primera entrega, es porque tiene muy claro que habrá que tomárselo todo muy a la ligera, y porque tendrán algo que ofrecer, aunque sea un despiporre continuo. Será que he sido yo mismo quien se ha dejado los prejuicios en casa. O será que, en el fondo, cuando uno busca entretenimiento y le dan entretenimiento, tiene motivos suficientes para volver a casa satisfecho. Sea como sea, «Destino final 5» es un horror cinematográfico. Pero demonios, qué divertido es y qué delirante. Twist final (glorioso) y recopilación de todas las muertes de la saga posterior incluidos.
6/10
Después de lo que dices de ella, no creo que vea esta peli. Pero si te lo pasaste bien en el cine, que es de lo que se trata, quiere decir que cumple el cometido para el que ha sido diseñada. O sea, que no será tan mala como dicen muchos.
Saludos.
Exacto, esa es la intención de la crítica. Ya sabes lo que hay, y si no te gusta, no mires. Es decir, cebarse con una película de estas características no tiene ningún sentido por parte de la prensa/crítica/público, hay lo que hay y las expectativas deben rebajarse hasta llegar a lo lógico. A partir de ahí, si la película es incluso peor de lo esperado sí, a cebarse tocan. Pero si te entretiene, te lo pasas bien en la sala etc, pues ya está, tú!
Saludos y gracias por pasar
Yo si que la veré! aunque ahora ya no hay tanta sorpresa en la trama de la película, me encanta ver cómo van a morir los personajes… es inevitable. La 3, basada en el parque de atracciones, me pareció genial. XDDD
Es que es eso: qué queremos ver cuando pagamos por Destino final 5?? Una trama que nos sorprenda? pero si ya en la primera se negaba toda opción a la sorpresa: era una de esas películas que en vez de jugar a "quién es el asesino", desde el principio te decía "eh, el asesino es la muerte, vale?".
Aunque…algo de sorpresa sí tiene, en verdad…. Ya digo, ve a verla y nos cuentas!
La vi recién ayer aqui en Argentina… y sali muy feliz del Cine!… Fui sin demasiadas espectativas (Despuès de que la cuarta parte me pareciera bastante mala), y la verdad es que esas pequeñas vueltas de tuerca que tiene el Film le vinieron sencillamente genial.
La recomiendo por completo. Eso si, uno va a ver Destino Final 5, que no espera nada nuevo, ok?
Saludos, y me encanto tu critica!
Carlos.-
Gracias por los piropos, tocayo! Esperamos seguir viéndote por aquí, eh?
En cuanto a la peli… pues sí, ese final que tiene la hace saltar, de golpe, de repetición sin más (aunque con gracia) de una fórmula que se agotó antes incuso de la cuarta entrega, a un cachondeo la mar de sano.
Con expectativas correctas, es más que disfrutable!