Crítica de Destino oculto

Dios mío, ni siquiera se han esperado que pase la temporada. Cuando «Matrix» fue (mal) coronada «película de ciencia ficción más influyente de los últimos años» por lo menos pasó un tiempo prudencial antes de que les imitadores ilícitos se achampiñonaran fucking everywhere. Pero ahora, con «Origen» aún cosquilleando en nuestros paladares, ni siquiera han tenido la decencia de esperar que se enfriara el cadáver y ya nos han colado, bien dobladito, su descolorido sucedáneo, parapateado tras la fofa excusa de «oh, es que adaptamos un relato de Philip K. Dick». Y claro, a Philip K. Dick no se lo puede tocar.
Pero a George Nolfi, director de este espectáculo tullido sí se le puede tocar. Quizá por haber tenido la ocurrencia (o las pelotas) de haber debutado tras la cámara con un relato del autor que inspiró «Blade Runner» y al final haber facturado un producto tan pobruno en todas sus facetas. Que sí, el toque de thriller denso con una realidad poliédrica de distintas capas narrativas (a lo fantasía onírica nolaninana) lo busca. Aunque no lo encuentra, principalmente porque «Destino oculto», aun con algunas ideas de base que daban mucho juego (cortesía del buen Philip Kindred), es en el fondo más simple que la espita de un botijo: Matt Damon y Emily Blunt se enamoran como posesos y luchan contra las fuerzas del destino (literalmente) para permanecer juntos. Resulta que no estaba en los planes del de Allá que dos chicos jóvenes, guapos y exitosos se enrollaran, así que su representación en la Tierra (llamadlos ángeles, llamadlos tipos con sombrero) tiene que encargarse de sabotearlo todo.
El problema es que Él debería hacer mejor sus entrevistas de trabajo, porque resulta que su troupe de gorilas angelicales son unos incompetentes de aquí te espero. Probablemente los agentes más torpes y chapuceros a este lado del Nuevo Testamento. Pero claro, si el encargado de contárnoslo todo es el tal Nolfi (guionista de esta y de paso también de «Ocean’s Twelve» o «El ultimátum de Bourne») El Señor va a apañado: «Destino oculto» colecciona tropezones de guión a decenas, empezando por un relato de los hechos y una disposición de los elementos narrativos absolutamente caprichosa e ilógica, de modo que las «reglas del juego» van escribiéndose a medida que se desarrolla la partida al más puro estilo «es mi Scattergories». Uno no tiene más que creerse, por la gracia de Nolfi, que todo lo que se le está contando es así, aunque para ello tenga que poner en cuarentena su sentido de la verosimilitud. Porque todo acusa una falta de credibilidad sangrante. Los diálogos, abesugados hasta la arcada; los personajes, meros borradores de lo que podrían haber sido; las situaciones, forzadas, ridículas, mongoloides. Especialmente: esa historia de amor, ñoña, merengona, hueca de identidad y con el salero vacío, que encasqueta la excusa del «Amor Verdadero» como leitmotiv de la trama cuando no llega ni a molesto moscón que nos impide disfrutar de una película que al menos podría haber colado como suspense trepidante.
Pero no. Demasiada carga metafórica fusila sin piedad cualquier tentación popcorn y cualquier consuelo escapista por parte del espectador. Ah, pero es que esa carga metafórica insulsa, naïf, obvia y totalmente inofensiva, claro. «Destino oculto» es una parábola religiosa sin religión, una historia que juega en los márgenes de los conceptos de predestinación y «voluntad divina» frente a los de libre albedrío y «voluntad humana». Aquello de la capacidad de cada uno para «salirse del plan» y ser dueño de su propia vida, ya se sabe.
Lo cual sume a todo el invento en la incómoda paradoja que representa una película que tiene las gónadas de hablar sobre la liberación y la ruptura de los caminos que el hombre tiene marcados… pero que en cambio no es capaz de salirse de sus propias vías expresivas ni formales: a este respecto «Destino oculto» es mediocre, mediocre. Impersonal en su realización, anodina en su planificación y olvidable en todos los niveles, porque ni entretiene, ni alimenta, ni sirve como mera plataforma interpretativa para ese par de estrellas, cuanto menos solventes, que responden a los nombres de Damon y Blunt.
A su favor, «Destino oculto» tiene ese tono homenajeador del inevitable Hitchcock y esa (¿involuntaria?) metáfora alrededor del hombre perseguido, acosado y -casi- derribado por un sistema más grande y más amenazador que él y del que es prácticamente imposible escapar. Bostezo.
Sea como sea, al final «Destino oculto» termina renunciando a los preceptos del cine-paranoia y declarándose a grito pelado Gran Drama Romántico de Ciencia Ficción y Suspense. Pero desgraciadamente lo primero termina por importarnos un carajo, y del resto, todo son «menos»: menos compacta que un capítulo de «Fringe», menos vibrante y carnosa que cualquier «Bourne» y, desde luego, muchísimo menos endiablada que la Madre «Origen». Acabáramos.

3’5/10

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Xavi Roldan empezó la aventura casahorrorífica al poco de que el blog tuviera vida. Su primera crítica fue de una película de Almodóvar. Y de ahí, empezó a generar especiales (Series Geek, Fantaterror español, cine gruesome...), a reseñar películas en profundidad... en definitiva, a darle a La casa el toque de excelencia que un licenciado en materia, con mil y un proyectos profesionales y personales vinculados a la escritura de guiones, puede otorgar. Una película: Cuentos de Tokio Una serie: Seinfeld

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Comentarios

  1. Qué bárbaro… es que hasta el poster se ve ridículo. La verdad que ni el trailer transmite nada nuevo ni novedoso, debe ser más aburrida que desconchar 1.500 camarones.

  2. Buenos días a todos. Yo es que no puedo con Matt Damon, lo siento. Ya sé que el chico es un prodigio con patas, que es el actor más rentable de Hollywood y todo eso, pero mira que por su culpa sólo puede aguantar entera la primera de Bourne y hasta me pareció que en "infiltrados" ¡incluso di Caprio lo hacía mejor!(claro que también lo hacía mejor que jack Nicholson, peo ahí lo tenía fácil!. Así que me temo que esta vez va a ser que no.

  3. "Ridículo" es la expresión que mejor define a "Destino oculto", publio. Es tan ridícula que al final ni siquiera logra ser aburrida. Te distraes riéndote de las chapucas argumentales que van apareciendo por ahí, fijatetú…

    Huang, aunque adoraras a Matt Damon (peor que DiCaprio? wow, tío, realmente ese tipo no te gusta nada… XD) "esta vez sería que no"…

    Saludos!!

  4. Vaya película más mala!!! Fui ayer a verla al cine. Por favor!! No tiene ningún sentido nada!! No hay nada de química en la pareja Damon-Chica, el argumento no interesa para nada, los peronajes ángeles vintage estos súper ridículos con su sombrero, el punto álgido de la peli es ir cruzando puertas, maravilloso y un final de pena y horrible. A parte, no me interesa nada el problema que tiene el personaje de Matt Damon. No provoca empatía y me da igual si quiere hacer una cosa o otra. No entiendo como se ha prestado para hacer esta película porque a mi él me ghusta, pero no aquí.
    Mala, mala!!! Por cierto, os escucho cada Jueves en la radio!! Seguid así!!!

  5. Gracias, querido y desconocido lector! A nosotros nos encanta que te encante escucharnos en la radio, pero dinos la verdad, a que sobra un tercer presentador con apellido dominguero?? XD

    Coñas aparte, La Penya del Morro es la caña. Que no?

  6. Me sumo a lo de La Penya del Morro. Aunque yo los jueves no puedo escucharla, que estoy haciendo otras cosas. ¿Alguien me lo podría grabar?

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