Crítica de El plan B
Y es que en La Casa no ganamos para disgustos. Sabemos dónde y aun así nos metemos. Y sin precalentamiento previo, ni foreplay de ningún tipo, nos autoapuñalamos en la cara con una comedia romántica no ya de segunda, de tercera, protagonizada por Jennifer Lopez y Alex O’Loughlin y a sabiendas de que la cosa iba de embarazos y paternidades. Hardcore del bueno.
Esto son montones de nada partiendo de un punto concreto (Zoe, soltera empedernida, se insemina… y conoce al chico de sus sueños nada más salir de la clínica) para desplegar el vacío neuronal más absoluto. Efectivamente, queridos lectores, tras el inaugural «chica conoce chico» (esta vez en su variante «casualmente al coger el mismo taxi»), la película se termina. Queda agotada al poner un piloto automático de convenciones, clichés, tópicos y más tópicos vistos millones de veces en comedias, para colmo, infinitamente más efectivas.
Ocurre con «El plan B» un fenómeno a explicar. Se dice que una película sabe narrar en imágenes cuando se le puede suprimir el audio y aun así el espectador puede saber exactamente lo que está pasando. Bien, con «El Plan B», vistos los primeros diez minutos uno puede hasta quitar la imagen y seguir sabiendo al dedillo qué y cómo va a ocurrir todo. Y no por una facilidad narrativa o una pericia visual precisamente.
Así que podrían haber parado un poco más de atención, ya que no al «qué contar» sí al «cómo contarlo». Ya que sabemos dónde nos lleva el autobús de línea, por lo menos disfrutar del viaje. No sé, ¿un poco de comedia, quizá? Llamadme caprichoso si queréis.
Pero nanay, ni una miserable sonrisa motiva esto. Ni un ligero rictus. Nada. ¿Pero qué vamos a esperar de semejante par de sujetos? En este punto me pregunto ¿se puede carecer de algo «a toneladas»? Si la respuesta es sí, a Alex O’Loughlin le ocurre con el encanto. Básicamente el muchacho es tan majo como la resistencia de un congelador.
Pero nanay, ni una miserable sonrisa motiva esto. Ni un ligero rictus. Nada. ¿Pero qué vamos a esperar de semejante par de sujetos? En este punto me pregunto ¿se puede carecer de algo «a toneladas»? Si la respuesta es sí, a Alex O’Loughlin le ocurre con el encanto. Básicamente el muchacho es tan majo como la resistencia de un congelador.
Y la teórica protagonista de la función, JLo, trasero más cotizado de América (pues vale), no se queda atrás. Que alguien le haga el favor de decírselo, de frente y sin ambages: la López es una completa tullida cómica. No tiene ningún tipo de potencial para el género, ni chispa, ni versatilidad, limitándose a amohinar sin compasión al respetable en cada plano y esperando (no sé, digo yo) que los demás pensemos «qué mona ella» cuando en más de una ocasión la palabra que se pasa por la mente es algo más parecido a «grotesco». ¿Cómo definir si no la escena del puchero de estofado y las rebanadas de pan? Pero claro, se lo puede permitir, porque, eso sí, la chica no deja de estar Guapísima De La Muerte aun con 40 semanas de tripón encima y las aguas rotas.
Decía Woody Allen que Comedia es el resultado de la suma Drama más Tiempo. Problema: «El plan B» se va olvidando a medida que se va viendo en una especie de (necesario) autoreset mental simultáneo al visionado (muchas notas he tenido que tomar yo para poder escribir todo esto), así que de tiempo nada. Pero un drama sí resulta verla. Especialmente cuando uno piensa en la cantidad de buenas películas que hay ahí fuera esperando a ser vistas.
Películas que sí cuenten algo, o por lo menos lo sugieran. Que no se metan en camisas de once varas intentando contar, sin éxito, los tejemanejes vitales de un par de gilipollescos futuros padres. La carta «paternidad» está desvaída aquí, tanto como la de «tribulaciones y relojes biológicos de una pareja de treintañeros modernos en Nueva York», demasiado superficial todo ello como para importar un carajo a nadie. Mucho menos para que alguien sienta una mínima afinidad o algo parecido a la simpatía. El perrito lisiado sentado en silla ortopédica de Manolo Blahnick echa definitivamente por tierra cualquier tipo de empatía.
Y por supuesto lo de «sugerir», lo de «contar con imágenes» queda fuera de cuestión. La huidiza dirección de Alan Poul ostenta el honor de inventar un oxímoron: una realización histriónicamente anodina es posible. Haberse curtido en las filas de la HBO sólo demuestra que en la casa de Tony Soprano la autoría en la dirección no es precisamente moneda de cambio.
Decía Woody Allen que Comedia es el resultado de la suma Drama más Tiempo. Problema: «El plan B» se va olvidando a medida que se va viendo en una especie de (necesario) autoreset mental simultáneo al visionado (muchas notas he tenido que tomar yo para poder escribir todo esto), así que de tiempo nada. Pero un drama sí resulta verla. Especialmente cuando uno piensa en la cantidad de buenas películas que hay ahí fuera esperando a ser vistas.
Películas que sí cuenten algo, o por lo menos lo sugieran. Que no se metan en camisas de once varas intentando contar, sin éxito, los tejemanejes vitales de un par de gilipollescos futuros padres. La carta «paternidad» está desvaída aquí, tanto como la de «tribulaciones y relojes biológicos de una pareja de treintañeros modernos en Nueva York», demasiado superficial todo ello como para importar un carajo a nadie. Mucho menos para que alguien sienta una mínima afinidad o algo parecido a la simpatía. El perrito lisiado sentado en silla ortopédica de Manolo Blahnick echa definitivamente por tierra cualquier tipo de empatía.
Y por supuesto lo de «sugerir», lo de «contar con imágenes» queda fuera de cuestión. La huidiza dirección de Alan Poul ostenta el honor de inventar un oxímoron: una realización histriónicamente anodina es posible. Haberse curtido en las filas de la HBO sólo demuestra que en la casa de Tony Soprano la autoría en la dirección no es precisamente moneda de cambio.
Ya, ya lo sé, he vuelto a pegar a un pobre retrasado, pero por lo menos mi sed de sangre y venganza ha sido saciada una vez más. Y no creo que nadie se vaya a llevar las manos a la cabeza por ello. Dudo que esta gigantesca chorrada, este agujero negro creativo, este pozo de estupidez sin fondo visible pueda gustarle absolutamente a nadie.
Haced la prueba que os decía: echad el mute y bajad el brillo a cero. O directamente buscaos un «plan B» y no vayáis al cine a verla. Veréis cómo el experimento funciona: seguiréis sabiendo de qué va y cómo acaba la película. Y si no es así, por lo menos os libraréis del mal rato.
Haced la prueba que os decía: echad el mute y bajad el brillo a cero. O directamente buscaos un «plan B» y no vayáis al cine a verla. Veréis cómo el experimento funciona: seguiréis sabiendo de qué va y cómo acaba la película. Y si no es así, por lo menos os libraréis del mal rato.
2/10
lo de la resistencia del congelador es muy bueno xD Si es que si por algo Moonlight se fue al garete es porque el vampiro protagonista, o sea el tipo este, y su compañera no daban más de sí. pero bueno tampoco me caía mal del todo.
Yo diria q es de las tipicas pelis para niñas aburridas..
Jeh, lo has clavado. Nada contra las pelis para niñas, pero es que esta es para niñas ABURRIDAS. Bleurgh
¿Damos ya a O'Loughlin el Premio Nathan Fillion a revientaseries del año o nos esperaos a una más?
Podríamos sentarnos a esperar y esperar, pero no creo que consiguiéramos no dárselo. Si es que esta frase tiene algún sentido. Tengo que ir a clases de expresión. Pero para series canceladas por falta de guión ya tenemos Prison Break… es q estoy acabando la cuarta, me faltan tres que veré esta noche y tengo que daros la razón a ti y al capitán, porque menuda torre gemela argumental, madre. Madre.
Salud!
oyes, que Natahn Fillion ahora triunfa con Castle!!
Gran manera de cargarse una posibilidad de entrevista: seguro que a la JLo, bien, lo que se dice bien, ya no le caemos XD
Jodó, pues sí que te has metido caña… ¿Qué has visto, cuatro temporadas en un mes o así? Eso es dedicación y lo demás son tonterías.
Ya me contarás cómo termina, porque ya digo que Rapaport fue la gota que colmó mi vaso y ahí lo dejé.
Por cierto, tu nivel de expresión adecuado sería él al post. Es decir que bien está, bien. Tu expresión. Si acaso. Vamos, que sí. Eh…
Ah, y Capi, el otro día me escribió la JLo pidiéndonos una entrevista. Le dije que nada, que o mejoraba como actriz o que por La Casa no queríamos ni verla.
Me contestó que en un par de lustros volvería a llamarme
bien, así me gusta. Total, se puede ser más looooooser que ella, con ese nombre? nada, entrevistas con muertas de hambre como ella no nos interesan XD
Sí que le he metido caña si, más que nada porque cuando me engancho padezco una especie de insomnio temporal y en estas tres semanas (tres semanas) no he dormido, digamos, demasiado. Y todo para salir de la carcel y encontrarme con el batiburrillo este, tsk…
Por cierto, me gustaría ver qué le preguntáis a la Jennifer…
Yo sé perfectamente lo que le preguntaria a ésta… claro que no es el momento ni el lugar para hacer un mitin animalista. Me limitaré a usar el eslogan usado por PETA con una foto suya… "MATAR ZORROS PARA VESTIR ZORRAS".
Uf, si no lo digo, reviento…
Por cierto, dices que es una tullida cómica… Yo iría más lejos y diría que es una tullida como actriz. Vamos, que lo único bueno que tiene es su culo, que he de reconocer que sí es bonito.
Jeje… dejémosla en "tullida con un gran culo". Lo cuál suscita inquietantes imágenes en mi cabeza… aj…
De todos modos, por si las moscas queda apuntada tu pregunta, Akeru
…y ni tan bueno que lo tiene ya!