Crítica de Elisa K
Ojo, que nadie se ponga muy talibán. Que nadie intente etiquetar el cine a la ligera ni despreciar una buena historia por ser poco amiga del entretenimiento. Ya aviso de entrada.
Partiendo de esto, creo de verdad que solemos valorar menos de lo que deberíamos la tremenda suerte que tenemos de poder contar entre nuestros cineastas con gente que no se liga a nada. Ni a la taquilla, ni a los designios de la mayoría de consumidores cinéfilos, ni a las convenciones en general.
Cierto, es complicado siquiera «valorarlo», porque estos kamikazes suelen operar muy al margen (más no creo ni que se les esté permitido). Y dado el estado lastimoso de nuestro cine comercial, hay que limitar nuestras ansias de idolatría.
Pero como decía, suerte tenemos de personajes como estos Jordi Cadena y Judith Colell y de cosas como «Elisa K», su último (auto)reto, que ni es película perfecta, ni tampoco va a gustar a todo el mundo y que probablemente suscitará comentarios a la alegre del tipo «es que es muy pretenciosa». Pero que sí prueba que aún no podemos borrar las palabras «riesgo» y «personalidad» de la wikipedia del cine español.
Partiendo de esto, creo de verdad que solemos valorar menos de lo que deberíamos la tremenda suerte que tenemos de poder contar entre nuestros cineastas con gente que no se liga a nada. Ni a la taquilla, ni a los designios de la mayoría de consumidores cinéfilos, ni a las convenciones en general.
Cierto, es complicado siquiera «valorarlo», porque estos kamikazes suelen operar muy al margen (más no creo ni que se les esté permitido). Y dado el estado lastimoso de nuestro cine comercial, hay que limitar nuestras ansias de idolatría.
Pero como decía, suerte tenemos de personajes como estos Jordi Cadena y Judith Colell y de cosas como «Elisa K», su último (auto)reto, que ni es película perfecta, ni tampoco va a gustar a todo el mundo y que probablemente suscitará comentarios a la alegre del tipo «es que es muy pretenciosa». Pero que sí prueba que aún no podemos borrar las palabras «riesgo» y «personalidad» de la wikipedia del cine español.
Porque ambos directores se lanzan a la piscina con esta adaptación complicada de un libro complicado (relato de Lolita Bosch) que toca un tema complicado. «Elisa K» es la historia de un suceso traumático que vuelve arramblando con todo tras varios años en el olvido y también es una película que demanda al espectador sangre y sudor, pero que luego lo recompensa con lágrimas: La Elisa K del título (escalofriantes Clàudia Pons y Aina Clotet, si me preguntáis) recuerda de repente cómo 14 años atrás, cuando sólo contaba 11, fue violada por un asqueroso amigo de su padre y cómo reprimió el recuerdo exhortada por el amigo. Un olvido forzado que planea sobre la protagonista y pesa al espectador desde el momento en que ocurre el suceso, tan repentino como demoledor.
Y aunque la agresión nunca se escenifica con imágenes, el dolor es tan real que lo deja a uno visto para leche calentita y a la cama.
Esto tiene lugar en la primera mitad de lo que luego se revela una película bipartita. Una especie de gran flashback nos relata en esta primera mitad la infancia de Elisa durante los años 90. Una suerte de puesta en antecedentes rodado en blanco y negro y recorrido por la voz en off de un narrador (para más cojones, anónimo) que va desgranando con frialdad y método los avatares de la protagonista infantil.
Es una explicación distanciada, de solemnidad casi teatral; un artificio que a menudo redunda (de manera deliverada) con lo que las imágenes nos cuentan, adelantándose a ellas en más de un momento. Con ello, se nos presentan los personajes, todos sin nombre a excepción de Elisa, todo en un ambiente de marcados claroscuros, luces duras y cuidadísima fotografía. Bonito celofán para un contenido turbio. Algo como lo que hacía Haneke en «La cinta blanca«, para entendernos, y por poner un ejemplo reciente.
De pronto, una gigantesca elipsis limpia la paja de catorce años de vivencias cotidianas de una joven aparentemente normal y nos vuelve a situar en un nuevo pico dramático, el segundo: la magia del montaje, el poder del autor y su capacidad para escamotearnos lo que a él (ellos) le dé la santa gana.
Ahora la vida de Elisa es en color, comparte piso con Nausicaa Bonnín y ya es una mujer con la madurez en pleno montaje. Pero cuando se produce el click inesperado, algo se rompe por ahí dentro y Elisa entra en crisis. Su mundo se derrumba y su propia identidad se disipa. Porque ha construido catorce años de su vida a partir del hueco de un suceso que existió pero quedó borrado. Así que deberá reconstruirse a través de la aceptación de lo que ocurrió, y a partir de ahí replantear la situación y replantear a su padre, tipo irresponsable, reflejo de la ausencia adulta: el hombre estaba durmiendo una borrachera a un metro de distancia de su hija mientras ella estaba siendo violada. Un retrato, el de los adultos, que sin embargo huye de simplismos con la figura del profesor de Elisa, hombre preocupado y moralmente cumplidor.
Esto tiene lugar en la primera mitad de lo que luego se revela una película bipartita. Una especie de gran flashback nos relata en esta primera mitad la infancia de Elisa durante los años 90. Una suerte de puesta en antecedentes rodado en blanco y negro y recorrido por la voz en off de un narrador (para más cojones, anónimo) que va desgranando con frialdad y método los avatares de la protagonista infantil.
Es una explicación distanciada, de solemnidad casi teatral; un artificio que a menudo redunda (de manera deliverada) con lo que las imágenes nos cuentan, adelantándose a ellas en más de un momento. Con ello, se nos presentan los personajes, todos sin nombre a excepción de Elisa, todo en un ambiente de marcados claroscuros, luces duras y cuidadísima fotografía. Bonito celofán para un contenido turbio. Algo como lo que hacía Haneke en «La cinta blanca«, para entendernos, y por poner un ejemplo reciente.
De pronto, una gigantesca elipsis limpia la paja de catorce años de vivencias cotidianas de una joven aparentemente normal y nos vuelve a situar en un nuevo pico dramático, el segundo: la magia del montaje, el poder del autor y su capacidad para escamotearnos lo que a él (ellos) le dé la santa gana.
Ahora la vida de Elisa es en color, comparte piso con Nausicaa Bonnín y ya es una mujer con la madurez en pleno montaje. Pero cuando se produce el click inesperado, algo se rompe por ahí dentro y Elisa entra en crisis. Su mundo se derrumba y su propia identidad se disipa. Porque ha construido catorce años de su vida a partir del hueco de un suceso que existió pero quedó borrado. Así que deberá reconstruirse a través de la aceptación de lo que ocurrió, y a partir de ahí replantear la situación y replantear a su padre, tipo irresponsable, reflejo de la ausencia adulta: el hombre estaba durmiendo una borrachera a un metro de distancia de su hija mientras ella estaba siendo violada. Un retrato, el de los adultos, que sin embargo huye de simplismos con la figura del profesor de Elisa, hombre preocupado y moralmente cumplidor.
Sea como sea, la segunda parte de «Elisa K» es la tormenta, la consecuencia inevitable y personalmente intransferible: ya no hay voz en off, ya no hay tercera persona, es Elisa y Elisa sola quien tiene que lidiar con su propia mierda. Y es ella quien tiene que reencontrar a su padre e informarlo, o pasarle cuentas, o pedirle explicaciones, o lo que sea. Y luego ya veremos. Que la película termina y nos deja con el futuro de Elisa ahí, por escribir, para que lo tome a quien le dé la gana.
Pero por el camino se nos regala un trabajo formal impactante y una realización cimentada en los silencios y en un ritmo lento, monocorde, en el que la violencia del contenido casi la pone el propio espectador. Y al final todo queda en 80 minutos radicales e incómodos. Pero realmente audaces y apasionados.
Tema serio, película difícil. Con cuidado.
Pero por el camino se nos regala un trabajo formal impactante y una realización cimentada en los silencios y en un ritmo lento, monocorde, en el que la violencia del contenido casi la pone el propio espectador. Y al final todo queda en 80 minutos radicales e incómodos. Pero realmente audaces y apasionados.
Tema serio, película difícil. Con cuidado.
7’5/10
Soy un gran aficionado al cine desde mi adolescencia y sinceramente jamás había visto porquería igual. Decir pretenciosa es decir poco. Es una copia barata y no mala, sino malísima, de 4 meses, 3 semanas y 2 días. Sentí auténtica vergüenza ajena al verla. Aburrida, sin sentido y con esas ínfulas de grandeza de uno de tantos directores sin talento que se creen un "autor europeo".
Mi consejo a los espectadores: No perdáis el tiempo en verla, os arrepentiréis.
Mi consejo a la directora: Haga una buena cura de humildad.
Bien, es tu opinión y es 100% respetable. No te gusta la película y no tiene más vuelta de hoja. Pero, por lo menos a tenor de lo que he dicho en la crítica ¿no crees que puede haber maneras positivas de ver "Elisa K"?
Más que nada que, repito, estás en total derecho de expresar tus opiniones (es más: estamos encantados que lo hagas), pero sé de muchísimos espectadores a quien les ha gustado mucho la película (lo digo por ese consejo que lanzas), quizá porque han sabido verla desde un prisma distinto al que puedas haber aplicado tú…
Me reafirmo: me parece una de las grandes españolas del año.
¡Saludos!
acabo de verla, no fue una perdida de tiempo, totalmente recomendable, no tiene nada de lo esperado, es una sorpresa pura, excelentes actuaciones de ambas chicas (interpretes de elisa)
Saludos
Sí, la verdad es que hay pocas películas parecidas a "Elisa K" en el panorama actual español. Puede gustar más o menos, pero eso es innegable…
Salud!!
Acabo de ver la pelicula…creía que sería algo muy diferente a lo que he visto. He intentado, durante la hora i poco que dura, de mantener una mente abierta a entender y no prejuzgar lo que des de el minuto uno me parecía aburridisimo. Me parece muy buena actuación las de las dos actrizes (la pequeña y la mayor), se me indigesta el pasotismo de la madre y más el del padre. No me gusta que en el momento de su violación, la voz en off lo diga. He visto la película esperando que algo más a lo que yo preveia, sucedería…y nada de nada…no le encuentro "el que", y para colmo, el final es abierto y bastante subrealista. La verdad, no la recomiendo. Helena.
Hola Helena, gracias por tu no-recomendación. Añade otro punto de vista a quien entre por aquí a decidir si debe o no ver la película.
Vamos, que tu punto de vista es tan válido como cualquier otro. Pero… Sólo un par de preguntas: eso de "creía que sería algo muy diferente a lo que he visto" ¿no es bueno? En fin, por lo menos la peli te ha sorprendido. Y otras: ¿qué tiene de malo aburrirse un poco? Yo siempre digo lo mismo, pero es lo que creo. Estar en un museo contemplando una obra de arte (no digo que "Elisa K." sea una obra de arte de museo, es sólo un símil) no es precisamente divertido, lo mismo que leer "Crimen y castigo". Es otro tipo de disfrute, menos sensorial, menos visceral, más sensible, más (EJEM) artístico. Vamos, que creo que el entretenimiento está bien de vez en cuando, pero está sobrevalorado.
Ah, tampoco veo nada malo en lo del final abierto (¡cuántas grandes obras tienen finales abiertos!), pero eso es cuestión de gustos. Y no entiendo lo de que es un final surrealista (supongo que es lo que querías decir con "subreal")
En fin, lo dicho, tu opinión es tuya y totalmente respetable. Muchas gracias por pasarte y compartirla con nosotros! :)
Ayer vi la película y después hubo foro con el director, a mi si me gustó era dura pero muy bien hecha, con grandes actrices y la voz en off muy bien.
No entiendo porquè dicen lo del passotismo de la madre no teneis hijos? creo que a la amadre lo últumo que podria pensar es que habia sido violada, creo que en seguida se da cuenta de que ocurre algo, està cerca de su hija y le dice que puede contar con ella, si Elisa no dice nada la madre no puede hacer nada, y de verdad me gusta el hecho que me pensaba que ocurririra de ir a un psicólogo o psiquiatra y no, creo sinceremente que el amor de los padres es la mejor medicina, y aquí a pesar de la casi siempre ausencia del padre, creo que el amor está ahí, y ella lo sabe para mi tiene un buen final es una chica muy bien amueblada y sabe reconocer lo que le pasa y quiere superarlo y esto ha sido gracias a la vida que ha tenido.
Yo he visto la película hoy y en referencia al primer comentario que se hace a esta crítica, tengo que decir, desde mi más humilde y relativamente inculta opinión, que no sé exactamente que es lo que no gusta de la película para ponerla como semejante bodrio, ni que pretensiones se le atribuyen a los directores, cuando lo que han hecho ha sido adaptar una novela al cine de una forma original y, a mi gusto, muy bien llevada. Aburrida? Perdonen, señores, que la película no tenga acción o una impresionante banda sonora de fondo constantemente, no creo que haga aburrida la película, sino que creo que es lo necesario para sumergirse en la historia que se está contando y darle el ambiente necesario para que finalmente te lleve al clímax de la película que es cuando Elisa recuerda.
Es cierto que esto no es innovador (p. ej. Interiores de Woody Allen sería algo similar en planteamiento), pero creo que es apropiado para explicar la temática de la cinta.
Que el cine que se sale de lo habitual sea considerado un bodrio, bueno, es algo a lo que tengo que acostumbrarme. Pero rogaría que, aunque evidentemente está muy bien que haya libertad de expresión, pero que se permita a los demás juzgar por sí mismos antes de emitir un veredicto. O si este se emite, que aún se siga dando la oportunidad al resto de poder emitir el suyo propio.
Yo le doy un 8/10.
Acabo de ver Elisa K y me ha dejado un tanto extraña, con un regusto agridulce. Creo que está muy bien construída y sin enseñar nada violento ni doloroso, consigue que el espectador sienta ese dolor intenso y esa tristeza/pena por la protagonista, incluso por su padre. Me ha gustado y para nada aburrida. Demasiado intensa para ser aburrida. Me ha gustado tu crítica y el Blog, John. Pasaré más a menudo por aquí :) Un saludo.
A ver si es cierto, Winter!! ;)
Un placer y gracias por comentar…!
(por cierto, suscribo lo que has dicho)
No es mala, pero tampoco diría que es de las mejores. No me ha parecido dura ni cruda; no es de las que me desgarren. Tiene escenas muy bien logradas y hay detalles que me encantan, pero en general diría ques es muy aburrida(aunque no haya querido verla así). No la recomendaría mucho, pero al que quiera verla, debe ser paciente y, por supuesto, mantener siempre la mente abierta.
Bueno, lo de aburrirse es muy de cada uno…
Pero ¿de verdad no te ha parecido cruda? Porque yo la vi hace tiempo, pero "aquella" secuencia aún la tengo marcada a fuego en mi memoria…
Saludos y gracias por participar!!
En mi opinion la pelicula me resulto interesante, me mantuvo atrapada de principio a fin, la actuacion sobre todo de la Elisa mayor para mi gusto fue fantastica, y es una muy buena historia para contar, pero…….. termino y senti que no existio el desenlace de la historia, que le falto la frutillita a este postre, una lastima porque como ya mencione antes es una excelente historia.
(aclaro por si las dudas que no lei la novela, solo vi la pelicula, quizas en la novela se plantea de otra forma el final y no pareciera tan inconcluso)