encontré al diablo

Crítica de Encontré al diablo (I Saw the Devil)

No fueron pocos quienes, en su día, quedaron especialmente maravillados con la enésima historia de venganza y violencia coreana proyectada en festivales (el de Sitges la tuvo en 2010), ante la incrédula mirada de quienes llevaban ya diversas propuestas idénticas (sobre el papel al menos) sin moverse de festival y mucho más cortas de la que nos ocupa, sin llegar a colmar las expectativas en ningún caso. Cierto es Encontré al diablo tenía un aliciente extra como es el nombre de su director, el mismo Kim Jee-woon a quien le debemos 2 hermanas, El bueno, el feo y el raro o la norteamericana El último desafío; pero ya se sabe que el género, el de las venganzas orientales, nunca es de fiar dirija quien dirija. Sea como sea, ahora que Cameo la lanza al mercado doméstico se nos han acabado las excusas a quienes íbamos posponiendo su visionado para constatar la sorpresa o bien confirmar las sensaciones de más o menos siempre. Y 145 minutos después, la cara de tontos que se nos queda es impagable.

Porque sí, Encontré al diablo es tan igual al resto de propuestas similares que bien podría hacerse un copia y pega de otra reseña. Su fotografía es oscura, sus colores saturados, los intérpretes siempre parecen situarse entre luces y sombras para que su gravedad emocional trascienda con mayor ímpetu, y el argumento, premisa aparte (o no) corre por los mismos derroteros de siempre: policía siguiendo la pista a asesino (y vaya asesino: con qué facilidad se saca Jee-Woon de la manga un némesis de verdadera pesadilla), entramado que va cayendo a marchas forzadas en lo personal, terceras personas involucradas, y sensación de historia de no retorno asomando a la primera de cambio. Y es que el protagonista (el habitual Byung-hun Lee) las pasa muy, muy putas al principio para justificar luego, a los ojos del espectador, sus actos contra el enemigo. Finalmente, y para no perder la costumbre, Jee-woon trufa el metraje de escenas de acción mezcladas con violencia pura, cruda y muy explícita, y así, las leyes no escritas de este particular género cinematográfico vuelven a cumplirse.

Sólo que esta vez, y los del festival de más arriba tenían razón, la jugada sale redonda. Encontré al diablo se destaca de sus iguales por ser un auténtico derroche de adrenalina desde el primer minuto hasta el último. Apenas si se aprecia algún bajón de ritmo, rápidamente solucionado bien por la fuerza de la trama, bien por lo salvaje de sus protagonistas (la venganza del bueno radica en una persecución sin tregua del malo, a quien tortura físicamente sin llegar a rematarle nunca), o por la acertadísima labor de su director, siempre oxigenando cada escena mediante estudiados movimientos de cámara, otorgándoles dinamismo o bien desvelando poco a poco información adicional sobre la misma. Y se destaca por llevarse realmente hasta el exceso, con una historia de violencia y salvajismo en su esencia, pero también con impactantes secuencias no aptas para estómagos aprensivos. Todo en ella se sale de madre, todo es desmedido y todo encaja en este puzle de locura sin frenos (que incluye, por supuesto, la duración de su metraje).

Lo que queda, en definitiva, es una experiencia de lo más intensa. En primer lugar, por la calidad con que se presenta, inusitada en productos similares con tendencia al formato televisivo. Pero en segundo y más importante, por las cotas de impacto emocional que se alcanzan con su visionado. De acuerdo, Encontré al diablo no será del gusto de todos, y habrá quien se pregunte los valores de una película que casi defiende el concepto de ‘ojo por ojo’ con una hiperviolenta exaltación de valores moralmente dudosos (de acuerdo, hay crítica y contra-moraleja… pero pesan bastante menos), pero por fin una de venganzas coreanas colma las expectativas, y las supera holgadamente. Ya tocaba.

 

Y en el Blu-Ray de Encontré al diablo…

Como es habitual en las asiáticas de mayor pedigrí, Cameo edita Encontré al diablo tanto en DVD como en Blu-Ray, gozando esta última de un altísimo nivel de detalle visual tan sólo entorpecido por la evidente presencia de grano; por su parte, el audio se antoja impecable tanto en su 5.1 original coreano como en su ídem castellano. Y, como también suele ser habitual, la distrbuidora la incluye en su colección Winds of Asia, que recoge lo mejor del cine del lejano oriente reciente. El trato es el de siempre: no se acompaña de ningún extra.

 

 

 

Valoración de La Casa
  • Carlos Giacomelli
4

En pocas palabras

Un impactante thriller con el que Kim Jee-Woon exprime al máximo su repertorio de ideas para hacer que sus 145 minutos pasen en un soplido.

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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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Comentarios

  1. Un puto peliculón, para mí no baja de 8, y diría que me quedo corto. No soy un experto en cine coreano ni mucho menos, pero sí he visto algunas cosas, y con pocas he terminado tan apabullado y conmocionado como con ésta (quizá sólo con esos finales brutales de "Oldboy" o "The Chaser").Y no, yo no veo nada moralmente dudoso ni exhaltación de la venganza en la película. La imagen totalmente demolida del vengador al final me sugiere todo lo contrario. "Encontré al diablo"… sí, la duda que me surge al final es cual de los dos protagonistas lo afirma…

  2. Bueno, por eso digo que hay contra-moraleja y que hay crítica, pero perdona que me meta en tu mente unos instantes: no me creo que no sintieras un alivio cada vez que el malo recibía su merecido… ;)

  3. Uff…por supuesto que sí. De hecho era como agua en el desierto, pero no nos engañemos, también hace falta tener algo de diablo o de monstruo para ejercer esa brutalidad. Además como te digo, esa imagen al final del "bueno" como un hombre totalmente destruido no sugiere nada positivo sobre la venganza, y por eso digo que la peli no me parece dudosa en ese aspecto.

  4. Pues a eso me refería cuando decía que por mucho que luego haya una contramoraleja, pesan esta clase de sentimientos. No es dudosa la peli, son dudosos los valores que algunos puede que se planteen. Pero porque busca, Jee-Woon, que sean planteados, por así decirlo

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