Crítica de Eternamente comprometidos (The Five-Year Engagement)
El tándem Stoller+Segel se alejó hace poco de la sombra que les cobija para escribir y protagonizar (el segundo) Los Muppets. Y les fue bien, pero pese a ello no han tardado en arrimarse de nuevo al árbol bajo el que tienen montada su paradeta, ese que plantó Judd Apatow y cuyos frutos son algo así como la reinvención de las comedias románticas en clave terrenal, realista (o plausible) y según dicen, para hombres. Al menos, para que los hombres no sientan vergüenza a la hora de pagar la entrada, ni se excusen con el clásico «la ha elegido ella». Insisto, dicen. Sea como sea, Eternamente comprometidos presenta a una pareja (Emily Blunt y el propio Jason Segel) que se promete pero en seguida debe posponer los planes de boda, por diversos motivos que incluyen el traslado de San Francisco (donde él es feliz y se siente realizado en el trabajo) a Michigan (donde la feliz es ella). Empiezan las asperezas, se intercambian roles, y las dudas no tardan en hacer acto de presencia: ¿se acabarán casando alguna vez? ¿Romperán antes su relación? ¿Cederán ante las tentaciones que puedan cruzarse por su camino? En fin, más o menos lo mismo de siempre, pero con el membrete de garantía de calidad marca Apatow.
Y es cierto, cuidado. Por encima de todo, la cinta que nos ocupa es una más que eficaz comedia romántica, divertida y entrañable a partes iguales, y con un buen puñado de elementos especialmente atinados. El primero de ellos, su reparto. Un Jason Segel estupendo en su triste alegría sirve como perfecto contrapunto a la infinita dulzura de rasgos, voz y personalidad de Emily Blunt; y así, la química entre ellos no tarda en rebasar los límites de la pantalla. Ellos caen bien en seguida, y por su parte, un grupo de secundarios de lujo (Chris Pratt, Alison Brie, Rhys Ifans…) se suma a la fiesta en un lienzo de personajes y personalidades posibles, creíbles y de buen rollo en general. De nuevo, marca de la casa. Como también lo es la condición de producto cinematográfico de calidad, pensado para la gran pantalla y por tanto lejos de la molesta tendencia al telefilme al que parece abocado el género romántico. Nada que decir a su impecable factura.
Las dudas empiezan cuando, transcurridos algunos minutos de su extenso, extensísimo metraje que rebasa las dos horas (sí, también este es un habitual del cine apatowiano), uno ve venir sin margen de error lo que va a ocurrir: va a asistir a una cinta entretenida con personajes que le van a caer bien… Pero no va a encontrar absolutamente nada nuevo, original, fresco que llevarse a la boca. Una vez era esa la gracia. Lío embarazoso y compañía estaban orgullosas de ser una reformulación de los conceptos de siempre, en clave actual y universal. Acababan siendo originales por el nuevo método con el que contaban las mismas historias. Pero de un tiempo a esta parte, esa revolución ya ha sido superada, ha quedado constancia de que el género no hacía más que repetirse y que necesitaba sangre fresca. Ahora, son ellos mismos los que parecen haberse metido en un bucle de repetición necesitado de aire, que amenaza con agotarse ya mismo. La primera pista la encontramos con la excesiva Hazme reír. Eternamente comprometidos no es sino otra muestra más.
Y eso que, insistimos, nadie niega que no sea un divertimento válido, eficiente y emotivo. De hecho, de haberse estrenado antes es más que probable que la pusiéramos a la altura de las mejores de la familia. Pero francamente, a día de hoy, repetir lo mismo de siempre por enésima vez, con la escusa de ese acercamiento cool que ya nos sabemos de memoria, agota. En especial cuando se insiste en alargar lo inalargable: cuarenta minutos menos hubiesen significado un resultado infinitamente más redondo. En fin, mejor no hacer mala sangre. Quedémonos con Segel y compañía bailando el pajaritos por aquí y con el Cucurrucucu Paloma (!) que se sacan de la chistera, y a otra cosa.
6/10
A mí me ha gustado bastante.Blunt,tan adorable como siempre, y los demás actores están correctos.Menos predecible de lo habitual en este género y la verdad,no se me ha hecho tan larga,pese a las 2 horas.
jo, a mí se me pasó medio entretenida (ya ves que aprueba y con un entero más que lo mínimo), pero hubo un punto en que miré el reloj, vi que había pasado una hora y cuarto, y que aún quedaba una hora entera más.Y se me vino el alma al suelo.
Y previsible… no sé tío, yo la fui adivinando sin problemas toda… como muy obvio que va a pasar todo lo que pasa, no?
¡Hola! Buena nota… a mi la peli no me gustó. Me resultó excesivamente larga y no del todo graciosa.
Me parece que los momentos más interesantes tienen que ver con algunas metáforas bien logradas (el experimento de la dona, el tema con Los Muppets y la galleta), y las cosas que hace Jason Segel para no aburrirse en Michigan
Redacté una crítica completa en mi página. Los invito a todos a darse una vuelta para comentarla y opinar.
¡Saludos!
Luciano