Crítica de Fin
Aviso a navegantes: voy a romper una lanza en favor del debut en largometrajes de Jorge Torregrossa, esperando que no se crea que me subo al carro ahora que Fin ostenta el flamante galardón del Méliès de Plata1. Ha querido el azar que su lanzamiento al mercado doméstico haya coincidido, día arriba día abajo, con la premiación en cuestión. Es por eso por lo que nos hacemos eco de una de las grandes decepciones económicas del cine nacional. Pese a su evidente esfuerzo económico (y muy especialmente en lo que a publicidad se refiere) su paso por los cines apenas hizo ruido, y los comentarios profundamente negativos que se granjeó a diestro y siniestro condenaron definitivamente esta extraña propuesta sobre un grupo de amigos que se reúne en una masía justo la noche en que, según parece, el mundo se acaba. De manera que ellos también van acabando su existencia de manera paulatina, desapareciendo (literalmente) de la faz de la Tierra sin previo aviso.
Segunda apreciación: parto esa lanza a su favor no con el entusiasmo de un paladín de la cinta, pues no son pocos los problemas que le sobrevienen. Fin requiere un esfuerzo muy elevado por parte del espectador: además de un ritmo irregular con más bajadas que subidas, gran parte de las decisiones que toman los personajes en pantalla y de las (pocas) explicaciones que se ofrecen de los misterios que van aflorando, se antojan forzadas en demasía, no solamente irreales (lo cual tiene un pase, esto es un sci-fi puro) sino también improbables como poco. Todo parece abocado al fracaso, al pitorreo: «esto es cine español y aquí no se pueden hacer estas cosas y esperar que salgan bien». En parte, esa desazón es cierta. Cuando Fin se quiere poner más misteriosa y metafísica deja al descubierto sus vergüenzas, y la sensación de que todo está cogido por pinzas no logra sacársela uno de encima (con puntuales momentos de puro ridículo incluido).
Muy bien, rebajemos un poco las expectativas y situémonos en el mundo de la serie B al que va a parar, seguramente de manera involuntaria, Torregrossa. Así, la cosa cambia. Se descubre una película que no sólo farda de una factura envidiable (si bien el abuso de la fotografía quemada y de los fundidos a negro puedan mosquear a más de uno), sino de tener los santísimos bemoles de buscarse una mitología propia en su apocalipsis metido con calzador; un universo forzado sí, pero distinguible. Secretos del pasado salen a la luz, premoniciones y teorías afloran casi de manera involuntaria, y sobre todo, se reserva buena parte del interés al grupo protagónico, tanto es así que cuando sucede la escena que da comienzo al final, esta detiene prematuramente una discusión entre los amigos que en seguida recupera el protagonismo.
Sigue habiendo problemas: Fin peca de un ritmo demasiado monótono pues pese a lo recién mencionado, ningún personaje consigue acabar de trascender en el espectador; y además, alguno de sus momentos álgidos está resuelto con muy poca fortuna (esa persecución de perros…). El guión parece obligado a pasar por una serie de clichés demasiado evidentes, y muchos de los actores que pululan por pantalla no parecen acabar de creérselo: lo del Velencoso en concreto es para estudiar a conciencia. Pero en general, la película aguanta el tipo a base de personalidad y consecuencia, y con más pasajes de interés que de todo lo contrario (las cabras por el despeñadero, el pueblo desierto, el accidente que lo cambia todo). Y lo borda con un final abierto a múltiples interpretaciones, que apuesta por no explicar absolutamente nada con el ánimo de hacer pensar al espectador. Cosa que, en vista de los comentarios generales, no acabó de salir.
Vamos, que con sus más y sus menos, Fin es una intentona de género sugerente, puñetera y con cara y ojos. Un intento más de la cinematografía española por salirse de los corsés que la asfixian desde hace tiempo, y que ilumina el camino a seguir de la misma manera que lo hacen los Balagueró, Pastor o Cortés. Y de su final de marras que nadie se asuste, que con el cerebro curtido a base de algo de Perdidos y otro poco de El arte de morir, hay elementos de sobra para generarse un par de teorías perfectamente válidas.
6/10
Y en el Blu-Ray…
De la mano de Sony nos llega Fin en forma de DVD y de Blu-Ray, gozando esta última de una calidad más que correcta si bien lejos de la excelencia. En el apartado audiovisual, la culpa no es suya, sino de una cinta que apuesta por muchos momentos de oscuridad rodados de forma natural, y por una alteración cromática que evita que la alta definición brille como debe. Eso a nivel visual. A nivel auditivo la cinta se presenta en español 5.1 y con un doblaje en valenciano 2.0, que aunque suene a despropósito, tal vez sea la mejor opción en vista de que a varios de los actores es imposible entenderles. ¿Culpa del disco? De nuevo, nada más lejos: España tiene un serio problema de dicción y las películas rodadas en su geografía así lo demuestran. Suerte de los subtítulos en inglés…
El apartado de los extras se desglosa de la siguiente manera:
- Escenas eliminadas: pequeño grupo de escenas que hay que ir viendo una por una, sin la posibilidad de ver todo habitual en estos casos, y que en realidad no tienen demasiado que aportar salvo una serie de nuevos matices sobre sus personajes. Eso sí, la última de ellas, de unos cuatro minutos y aún con el fondo verde previo a la digitalización del fondo, podría revelar bastante sobre el sentido del final de la cinta…
- Making of: doce minutitos y poco más en la que se tocan varios aspectos del rodaje de la película, si bien se le da mucho peso a los personajes, y a las declaraciones de sus responsables. Se remarca mucho el hecho de ser una película distinta, se hace hincapié en lo difícil que es rodar una película de estas características, y se explica el proceso de creación de algunas de las escenas más importantes (las cabras en el despeñadero de Lleida).
- Piezas promocionales: cuatro clips breves para ayudar al lanzamiento de la cinta: dos de ellos se dedican a Clara Lago y Mariben Verdú, otro a Velencoso, y el último a los personajes en general.
El Blu-Ray se completa con los habituales trailers, teasers y galerías de pósters y fotos.
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1 Premio obtenido en el Imagine Fantastic Film Festival de Ámsterdam, que convierte a la película en una de las finalistas a ganar el Méliès de Oro en el próximo Festival de Sitges, coronándose en ese caso como la mejor película fantástica europea del año.