Crítica de Funny Games (Juegos Divertidos) -1997-
Funny Games es una de las piezas clave del cine contemporáneo. Su visionado provoca repulsión, disgusto e impotencia, pero al mismo tiempo es capaz de dejar con la boca abierta a más de uno. Michael Haneke creó en 1997 su mejor película, y a pocos meses del estreno de su remake americano, aprovecho para desempolvar esta auténtica obra maestra del cine de terror, que todos deberían ver por lo menos una vez.Anna, Georg y su joven hijo Georgie componen una adorable familia que decide pasar sus vacaciones en su casa a orillas del lago.
Nada más llegar, padre e hijo deciden acondicionar el velero para poder tenerlo a punto lo antes posible, mientras que Anna comienza a preparar la cena. Entonces aparecen en casa Peter y Paul, dos jóvenes muy educados, huéspedes de los vecinos, que vienen a pedir que les preste algunos huevos porque no les queda ninguno. Los problemas surgen cuando de la educación pasan a la intromisión, a la insistencia, a la prepotencia, y al desagrado. ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones? Para desgracia de la familia, no tardarán en desvelarse. El propio Haneke afirma con respecto a Funny Games que su meta es desde el primer momento la provocación, y para alcanzarla se sirve de un sinfín de recursos infalibles capaces de llegar a ofender al espectador más preparado, empezando por su misma base argumental.
Dos jóvenes de elevada clase y con evidentes facilidades económicas se aburren, y como se aburren, deciden entretenerse torturando a una familia angelical y perfecta. No hay otro motivo, nada más que la búsqueda de un nuevo entretenimiento es la excusa para la salvaje ola de violencia (psicológica y física) que está a punto de embestir a Anna, Georg, Georgie, y al público.
Los dos chicos, pues, lo transforman todo en un juego, en el que ellos dictan las reglas, y en el que además nos vemos obligados a participar todos los que vemos la película.
Porque si hay algo que de verdad molesta, es el sentirnos parte activa de la película, pero no como un miembro más de la familia (y por tanto sufriendo con ellos), sino como un acosador, pues por mucho que simpaticemos con los primeros, Haneke nos coloca de su lado a la fuerza, buscando en más de una ocasión una comunión entre antagonistas y espectadores, y acudiendo (literalmente, y los que la hayan visto sabrán a qué me refiero) a nosotros para saber qué va a ocurrir a continuación. El dimorfismo emocional que nace con este experimento es de una intensidad tal que a día de hoy es difícil (por no decir imposible) encontrar película que lo supere.
Pero aquí no acaba todo. El alemán aún se guarda un as en la manga, la última bala de su recámara que no duda en dispararnos. Es tal su obsesión por herir nuestra sensibilidad, que es capaz de alargar planos de una dureza tan terrible como fría e incómoda para que su película sea aún más indigerible. No duda en hacer sufrir a la familia de cualquier manera y sin impedimento moral alguno, lo cual se traduce en momentos realmente insoportables, de aquellos que, por mucho que lo intentemos, tardaremos en olvidar.
Por último, destacar la gran interpretación de la mayoría de los actores, con mención especial para una Susanne Lothar que necesitó de ayuda profesional para superar el trauma que había supuesto participar en la película, la terrorífica apatía de Arno Frisch, y la solvente labor del malogrado Ulrich Mühe (La vida de los otros).
Funny Games , pues, es una gran obra maestra por mucho que pese. La coletilla aquella de «no dejará indiferente a nadie» adquiere toda su fuerza con esta provocación de Haneke, capaz de aterrorizar sin necesidad de enseñar (casi) nada, y menos mal. Exageradamente dura, injusta y sin concesiones. Y encima te dejará hecho una mierda. Despreciable… pero increíble.
Intro de Funny Games (Juegos Divertidos)
Valoración de La Casa
En pocas palabras
Un clásico, claro. La verdad es que no hay mucho más que decir al respecto, pero si tienes alguna duda, aquí tienes la crítica. Que la deja por las nubes, claro.
Muchas gracias por la recomendación. No la he visto y me la apunto.
sí sí, esta es una de esas películas obligatorias… aunque ojo. Póntela «solo cuando estés listo para ello», jejeje, palabras de Haneke.
Copión… XXXD
PD: sin noticias de Iron Man :(, pero ya tenemos el pase de Speed racer ;)
PD: ya tengo Mario Kart XD
juas, cómo que copiónnnn?? si tenía unas ganas de verla locaaaas!!
Si señor, obra maestra. Buenísima reseña donde recoges muchas de las grandes bazas del film. Yo la considero de terror desde el punto de vista de lo tremebundo que resulta que Haneke plantea la atrocidad de la película ajustada a una lógica y razón fría y despiadada que bien podría valer fuera de la ficción.
Saludos.
gracias, irian.
tienes toda la razón del mundo, es esa frialdad la que sin duda provoca tanto terror… realmente no sienten nada cuando hacen todo lo que hacen? corrijo, que como mucho, se enfadan entre ellos por no respetar las reglas del juego… ;)