Crítica de Funny Games (U.S.)
Por lo tanto, esta película solo puede valorarse desde dos puntos de vista de manera contemporánea. Desde la posición de alguien que nunca antes ha visto «Funny Games«, y del que sí lo ha hecho.Bajo la primera circunstancia, el espectador se va a encontrar con un cúmulo de sensaciones tan desagradables como inauditas (en especial teniendo en cuenta su norteamericana nacionalidad). Haneke busca la provocación y la encuentra en seguida con una historia de violencia en la que dos jóvenes la toman con una familia simplemente porque lo encuentran divertido. Huelga decir que se trata de una corrosiva crítica a la sociedad de hoy en día, sobreexpuesta a la violencia hasta el punto de verse como algo natural y hasta disfrutable. Como metáfora de este mundo actual, el director muestra escenas terribles e insufriblemente largas, en los que la vejación y el maltrato (tanto físico como psíquico) se hacen con el protagonismo absoluto del argumento, que se limita a la descripción de los juegos llevados a cabo por los dos jóvenes.
Dispuesta en forma de pirámide, la sucesión de acontecimientos de «Funny Games (U.S.)» culmina en uno de los momentos más difíciles de aguantar hasta para el espectador más curtido, un plano alargado hasta la eternidad que hiela la sangre tanto por lo mostrado en pantalla como por las interpretaciones de Tim Roth y sobretodo de Naomi Watts.
Lo peor (y mejor) de la película es la voluntad de su director de hacer partícipe al espectador, obligándolo a colocarse del lado de los secuestradores a base de varias trampas que van desde la alteración de los hechos hasta conversaciones de Michael Pitt mirando a la cámara y preguntando a la audiencia qué cree que va a suceder a continuación, o qué querría que sucediera. Una experiencia de lo más demoledora incapaz de dejar indiferente a nadie. Todo, por supuesto, rodado con la elegancia y maestría de todo un genio del cine como es el director alemán.Esto si no se ha visto antes la original.
Si sí se ha visto, las sensaciones son (casi) totalmente opuestas.
El primer sentimiento que sobreviene con solo ver el primer minuto es el de decepción, al comprobar que efectivamente, Haneke ha mantenido hasta la banda sonora del original, y se ha limitado a copiarlo plano a plano, con tan solo un par de variaciones debidas al diferente marco del argumento. Ni le saca más jugo a las escenas que podrían haber ido más allá en la versión austriaca (esa conversación inicial entre vecinos), ni menos a las que ya tenían suficiente.
Solo se perciben aquí y allá ligeras diferencias (que desde luego no compensan en absoluto el resto de metraje), traducidas los diferentes matices que los actores dan a sus personajes, debido a que, qué duda cabe, se trata de una selección de los mejores profesionales de la industria hollywoodiense.
En varias ocasiones pues, Naomi Watts y Tim Roth hasta mejoran las labores de Lothar y Mühe (la escena del desnudo es mucho más sentida en su versión americana, por ejemplo), mientras que Michael Pitt y Brady Corbet, mucho más guapos, apuestos y fornidos que sus parejas de baile austriacas, dan a sus personajes un aire mucho más relamido y sofisticado, consiguiendo un efecto muy distinto al conocido, que encontrará seguro tantos detractores como defensores. A mí personalmente, me ha dado bastante igual, aunque he de reconocer que he echado de menos a Arno Frisch en más de una ocasión (sobretodo por ese guiño de ojos inolvidable que aquí se ha convertido en una mera sonrisa mucho menos cómplice y hasta confusa).
Así las cosas, mucho me temo que para esta clase de espectador la película será más bien una puesta al día de la historia en caso de que la tenga olvidada, o un experimento bastante molesto por repetitivo e insulso. Obviamente, las escenas más impactantes siguen manteniendo su fuerza, pero el hecho de haberlas vivido exactamente igual hace solo diez años hace que se aprecien con menor intensidad.
Por si fuera poco, el único cambio obligado del guión, la introducción de teléfonos móviles en la vida de los personajes, le resta una credibilidad increíble a la historia, pues hoy en día resulta muy difícil de imaginar que coincidan tres personas en una habitación y ninguna de ellas tenga un teléfono móvil en el bolsillo. No es más que una tontería, pero lo cierto es que resultan bastante sonrojantes las excusas de los personajes ante ello, hasta el punto de restarle varios enteros a todo el arco argumental referido a George, el personaje de Tim Roth.
Así pues, esta película merece la pena solo para el espectador que nunca ha visto la versión de 1997 y que solo el hecho de pensar en una película hablada en alemán le asusta (que por cierto, el DVD de la misma está descatalogado en la mayoría de tiendas y aún así, la edición es bastante deplorable). Para el resto, válida solo como curiosidad o para fanáticos de la siempre estupenda y guapísima Naomi Watts.
8/10 (para los neófitos)
4/10 (para los curtidos)
Vaya, que se lleva un 6, y va que chuta(!!!).
Mierda, cuanto te odio, La he visto hoy, se me ha ocurrido leer tu crítica antes de escribir la mía y ahora tengo un problema para no parafrasearte asqueroso…
(Por cierto, ya sabes que esto es un cumplido, ¿no?)
Hay que emepezar a coordinarse un poco que me creas tensión.
PD Ya ví Il Ciclone y Agata e la Tempesta… Me mata el itagnolo tío, estoy aún en tratamiento :D
jajajaj, pues ojo que ahora tengo el Common no sé qué, cópiame y te meto un puro…. XD
tranqui mujer, si es que de esta película tampoco hay mucho más que dicer. Y por ejemplo, la de goethemola yo no la he leído aún, pero estoy seguro de que si lo hago veré que son críticas idénticas y también él podría acusarme de plagio a mí…
PD. jajajajaja, pero no me digas que no mola:
piripí!
Gino! quant’anni tu c’hai? come tu ti senti? ho visto la bara…!!
XD
Te gustó Agatha? a mí me gustó en su día, así agradable y positiva y blablabla… en fin, que espero tus críticas sobre las dos pelis!
Dos los ramatos!
Buenas Capitán! vi ayer la película (acabo de colgar el comentario y acto seguido me he dispuesto a leer tu crítica) y la verdad es que, pensándolo en frío, me parece un engaño. no veo el supuesto mensaje en ninguna parte, sólo la intención de provocar por parte de un director muy muy listo.
bueno, espero que te pases por mi bloc a criticar mi critica ;)
Saludos crack!!
Voy muy a remolque de vosotros, pero piano, piano…
La película me ha recordado muchísimo a «La Naranja Mecánica», cinta que me produjo un gran malestar por su crudeza y su violencia por la violencia, idea que el director, plagie o no, sabe plasmar a su manera, aunque a mucha distancia de la de Kubrick.
Soy de las que no ha visto la original, pero creo que me basta con esta versión para descartar el visionado de la otra, ya que los pijos redomados y pedantes me dan ganas de vomitar. Si lo que se pretendia con esta peli era que desconfiemos de los vecinos que se han quedado sin huevos, yo la verdad es que ya no abro la puerta a los míos…jejeje
Poco a poco, lo voy logrando, no? besines
bueno, pero al margen de ese acercamiento parecido a la violencia, no tiene mucho más en común… tal vez la escena en casa del escritor, eso sí… aún así, yo las considero obras maestras en su mundo particular. Eso sí, me refiero a la original. Este remake… es que es eso, una fotocopia algo deslucida…
Y bueno, cuando pasen 10 años, que ya habrás olvidado todo, ponte la alemana, que es, aunque no lo parezca, mucho más cañera!
(shi, poco a poco… ;))