Crítica de Giro inesperado (Stretch)
Joe Carnahan se ha pasado a la liga de los mayores sin dar el do de pecho. Sin llenar el espacio, como diría Patrick Wilson en, precisamente, este Giro inesperado que nos ocupa. Ha buscado el hit comercial pero lo ha hecho alejado de los puestos de Champions, con El equipo A, que no es precisamente un Vengadores o un Parque jurásico. Su espíritu siempre ha sido el de la serie B como demuestran tanto la que vino después, Infierno blanco, como la que le dio a conocer: el medio hit de alquiler Ases calientes, delicia para los devora-thrillers hiperbolizados, ruidosos, de montaje espitoso y look cool, algún que otro giro de guion y algún que otro diálogo chispeante. Como era de esperar, por sus fueros que vuelve, con la historia de un conductor de limusina endeudado hasta los dientes por su adicción al juego, que debe conseguir 6.000 machacantes antes de que acabe la noche. Para ello, buscará las propinas de los clientes más ricos, famosos, excéntricos… consiguiendo enemistarse de paso con la empresa rival de limusinas, con traficantes, y hasta con el FBI. Todo en una noche. Todo en hora y 28 de metraje. Jo, qué noche.
Desprovisto de obligaciones comerciales, con ganas de divertirse por vía de su trabajo. Así parecería haber concebido Carnahan esta suerte de vuelta a sus orígenes, con los consiguientes problemas para el estreno que ello supone y que la han acabado relegando, hábitat natural del cineasta pese a un reparto de primera línea, a un lanzamiento directo a vídeo (Internet, para ser exactos). Es la clave para hacerse con Stretch, uno debe ser tan consciente como sus propios responsables, de los límites por los que deambula este film, con tal de recalcular expectativas y tener posibilidades de disfrute: esto no pasa de peli de domingo. Vista así, se convierte en un entretenimiento tan desigual como voluntarioso, una intentona más de mezclar el cine de acción a la vieja usanza (no cuesta demasiado averiguar las raíces e inspiraciones de la película) con los nuevos lenguajes del mismo, esto es: set pieces de acción concatenadas mediante un montaje digno de videoclip, violencia llamativa pero inocua, fotografía sobresaturada y una banda sonora atronadora. Pese a ser menos inesperados de lo que se nos promete, los giros de guion se acumulan a velocidad de vértigo y hacen de su entramado un delirio de elevadas cotas de locura… si seguimos teniendo entre ceja y ceja el universo doméstico.
Así que en verdad poco que reprochar. Quizá un bajón de ritmo bastante evidente hacia la mitad del metraje, pero por lo demás, Giro inesperado cumple a las mil maravillas en su función de aligerar una sobremesa tonta. Es una propuesta vistosa, moderadamente divertida, bien interpretada (Wilson siempre está correcto, Ed Helms roba planos como quien come palomitas, Chris Pine está loco, y con ello consigue el mejor papel de su carrera), y con tres o cuatro cameos desternillantes… ingredientes de sobra para darle salero a un producto, por lo demás, más vacío que el IQ acumulado de los tertulianos de Sálvame. Tampoco se le debe pedir mucho más.
Trailer de Stretch (Giro inesperado)
Y en el Blu-Ray de Giro inesperado…
La Universal Pictures se deshizo de ella cuando tocaba estrenarla en cines; la productora que adquirió sus derechos no consiguió hacer lo propio así que se la acabó quedando de nuevo la primera, que la lanzó directamente en plataformas VOD y luego, directamente, en DVD y Blu-Ray. La imagen de esta segunda opción brilla por el correcto juego de colores que ofrece, pero falla en la definición (atención a un plano aéreo cuyas carencias se hacen tan evidentes como para llamar toda la atención del espectador) y sufre en los pasajes oscuros, resaltando las figuras en demasía hasta hacerlas brillar tanto como para pervertir las sombras que las rodean. El Master DTS-HD en 5.1 le gana la partida al Dolby castellano, armonizando notablemente voces con efectos sonoros y música, sin que el film ofrezca demasiados aspavientos por su parte. Y no hay extras que rellenen la memoria sobrante del disco.
Valoración de La Casa
En pocas palabras
¿Qué se puede esperar de una película de acción, estrenada directamente en formato doméstico, pero dirigida por alguien y protagonizada por alguien? Pues eso, no se le pida más, y todos contentos.