Crítica de Homeland (Primera temporada)
De la mano de Fox España nos llega la primera temporada de la serie revelación del momento. Todo el mundo habla de ella y cada vez son más los feligreses de Brody y Carrie, nombres de los protagonistas principales de un thriller dramático que, pese a su corta carrera (en los televisores estadounidenses aún no ha concluido su segunda season), ya farda de un Emmy y dos Globos de Oro a mejor serie dramática y mejor actriz protagonista en ídem. Tras seguir a un agente de la UAT (aka CTU) durante varios días de su vida sin pegar ojo por aquello de salvar a los USA de esta o aquella amenaza, Howard Gordon, Chip Johannessen y Alex Gansa (amén de otros productores responsables también de series como Miénteme o Urgencias) han depositado su mirada en un marine rescatado tras ocho años de secuestro en territorio iraquí. Un soldado que se gana la confianza de muchos (¡un héroe!) pero no de todos: una agente de la CIA intentará dilucidar si las heridas físicas que ostenta no pasan de ahí, o si por el contrario son sólo los reflejos de heridas psicológicas. Y en caso afirmativo, si bajo la máscara de héroe patriótico y toda la mandanga, se esconde en verdad un peligro para los USA. Ese es a grandes rasgos el argumento de los doce episodios que conforman la primera temporada de Homeland. Nada excesivamente rompedor, luego ¿está justificado tanto bombo?
Definitivamente sí, y de qué manera. Cierto, la serie no es el no va más en originalidad (está muy lejos de querer ser «el nuevo Perdidos» a que aspira prácticamente todo estreno televisivo norteamericano), y de hecho, en lo arquetípico de su argumento se encuentran sus barreras de acceso más vertiginosas. Pero al poco de su entrada en calor, ya desde el primer episodio pero sobre todo transcurrido alguno más, ese rechazo, o cuanto menos recelo ante lo que apunta a enésimo thriller made in USA, va desvaneciéndose. Y es que lo que la diferencia de otras series y películas que ronden las mismas latitudes es el guión. Casi nada. La serie retoma las cuestiones que más preocupan a la industria (y la sociedad) americana, reincide en el enemigo en casa, la amenaza constante, la fiabilidad de los organismos de defensa e inteligencia norteamericanos. Pero lo hace desde un libreto esforzado por cuidar a sus personajes, y por cocer sus diversos reveses argumentales sin prisas, a fuego lento, para resultar creíbles y jugosas. Sin rehuir pese a ello de picos de tensión muy elevada y de cliffhangers en más de una ocasión inesperados.
Con Carrie (Claire Danes) como eje central, la serie sumerge al espectador en una paranoia conspirativa en la que ningún personaje queda exento de dobles lecturas. Antes o después todos pasan por el polígrafo (literalmente), todos son sometidos a examen para discernir si son buenos o malos. Y la respuesta cuesta, y mucho, de averiguar. Claro que tampoco es que el eje en cuestión sea demasiado estable. Al igual que el resto, el de Danes es un personaje roto, fuerte en su forma pero indefenso en su fondo, y ya desde el primer momento se lo sitúa al borde del colapso. De ahí su ambivalencia sentimental en relación a Brody (Damian Lewis), el marine rescatado: le asusta, pero le atrae, porque le entiende. La relación que se establece entre ellos es el principal foco de interés de la serie, muy por encima del suspense, o la acción (que de hecho, ocupa un rol muy secundario); y esa es la diferencia con el resto de productos englobados en el género. Homeland plantea una situación extrema en muchos sentidos, pero uno de ellos es el emocional, al que se le da preferencia y que trata de ser resuelto desde una perspectiva de drama real. No por nada, el espectador siente en sus carnes y de manera tan intensa las mismas dudas de Carrie, al tiempo que se acrecientan temores de unos y otra sobre la peligrosidad incipiente del hombre.
Así que sí, Homeland se merece, al menos en su primera temporada (veremos cómo acaba una segunda que empieza a dar los primeros síntomas de flaqueza al acercarse peligrosamente a un ejercicio de repetición) todo el éxito que está recibiendo tanto a nivel crítico como de público y reconocimiento. Porque ha sabido, partiendo de un planteamiento tipo más de lo mismo, embaucar al público con un devenir diferente a lo acostumbrado, lejos de procedimentales o meros thrillers de acción, y esforzado por calar emocionalmente. Y al final son ellas, las emociones que se sienten hacia uno u otro personaje, los que hacen que las series perduren; que el espectador tenga ganas de ver el siguiente episodio tan pronto como acabe el anterior.
Y en el DVD…
Fox edita, en España, la serie en DVD y lo hace con una serie de extras bastante previsibles, pero con un disco añadido cuanto menos, curioso.
De los cinco discos que conforman la edición, en los primeros cuatro se distribuyen los doce episodios (o trece, según se considere el último de doble duración), acompañados aquí y allá de escenas eliminadas o, caso del piloto, comentarios de los productores y los protagonistas de la serie. Nada que descubra la pólvora, aunque alguna de las escenas eliminadas sí añaden algún matiz sobre la personalidad los personajes (atención a los pasajes perdidos de Carrie en el piloto, sin ir más lejos). Por su parte, el cuarto disco incluye además un miniepisodio a modo de prólogo de la tercera temporada (suena más a escena eliminada que a otra cosa), y un making of de 33 minutos, cuyos momentos más interesantes los constituyen fragmentos de declaraciones a los creadores para explicar qué quieren decir con la serie y en qué se basaron cuando la concibieron. El resto del documental lo conforman escenas de rodaje, clips y más entrevistas y declaraciones, alguna de ellas extraída directamente del disco extra.
¿Y qué es el disco extra? Pues nada más y nada menos que la grabación íntegra de una mesa redonda con varios de los protagonistas de la serie y alguno de sus productores. Más de noventa minutos (de interés desigual, claro está) en los que el equipo va resolviendo las diversas dudas que se le plantean, demostrando ante todo mucho buen rollo entre ellos. Dios mío, ¡si hasta hacen bromas, y sonríen! Puede que no sea un gran documento, pero lo cierto es que se agradece la inclusión de este material en el apartado de extras de una edición (la del DVD) más que cumplidora. Tan sólo se le recrimina el exceso de píxeles de sus escenas nocturnas, especialmente en el capítulo de la cabaña (cosa hasta cierto punto comprensible, debido a la iluminación con la que fueron concebidas dichas escenas), y el habitual grano que en más de una ocasión ya formaba parte del material original. Con todo, imprescindible.
Y en el Blu-Ray…
Por fin se hace justicia y, tras una primera edición en DVD (en absoluto desdeñable, ojo), la Fox distribuye por aquí la primera temporada de Homeland en Blu-Ray. Y de esta manera, los pocos problemas que se percibían a definición media cuando tocaban escenas nocturnas desaparecen con los 1080p de definición a los que sólo se les puede echar en cara cierto exceso de grano en absoluto tan molesto como para desviar la atención del espectador. Por lo demás, se trata de la misma edición que su hermana menor, lo cual incluye los mismos extras por disco (escenas eliminadas, algún qudiocomentario…) con un DVD de más que recoge una mesa redonda con el equipo de la serie al completo.
Sin ninguna duda, espectacular. Y que nadie se preocupe, la segunda supera el liston. A la altura de Breaking Bad, Soprano y cualquier otro clasico dramatico de la pequeña pantalla. Actorazos, guionazo y una realizacion acojonante. Basada en una serie israeli. Si podeis, hecharle un ojo a la original y la comentais, haver si la version americana es descafeinada o trifasico. Pensando en comprar el DVD a pesar de ser del PP (Partido Pirata). Un gozo. Esperando la tercera, la cuarta,etc,etc,etc y un final digno para una obra de arte.
No lo voy a negar… me costo bastante engancharme a la serie. Sus inicios me gustaban pero no encontraba nada realmente atractivo o diferente, pero poco a poco, historia a historia me iba enganchando.
La sensación de vivir en la ignorancia y los secretos que se esconden tras la puerta del buen americano me conquistó.
Cuando arranca la segunda mitad, todo es placer. La cabaña, el interrogatorio con polígrafo, los sudores de Brody o el rotulador verde de Carrie quedan como momentazos de la televisión.
Solo espero que Mandy Patinkin no se canse de su personaje (como hace siempre) y lo tengamos como Saul mucho tiempo.
Anónimo, gracias por la sugerencia… la verdad es que vamos pilladísimos de tiempo, pero a poco que podamos, intentaremos echarle el guante a la original!
Sobre la segunda… hmmm, bien, sí, pero……..
Barry, amén. Desde que se va enrocando, gana enteros a cascoporro. Aunque ya desde el principio, a mí no me se me hizo nada pesada, sí menos estimulante de lo esperado tras el hype que se me había provocado :P