Crítica de Iron Man
Primero fueron los X-Men; luego Spider-Man, al que siguieron un sinfín de nombres como Daredevil, Los 4 Fantásticos, Hulk, o Ghost Rider. Ahora le toca el turno a Iron Man, que pretende ser ese botón de emergencia tan ansiado por las productoras que relance el género de los superhéroes de una vez por todas tras sus últimos y desastrosos resultados. El encargado de dirigir el cotarro es Jon Favreau (más conocido por su papel como novio de Monica en «Friends» y por sus excéntricos hobbies que por su labor tras la cámara -«Elf» y «Zathura, una Aventura Espacial»), que cuenta con un interesante cartel compuesto por Robert Downey Jr. (como Iron Man/Tony Stark), Gwyneth Paltrow, Terrence Howard, y Jeff Bridges.
El multimillonario Tony Stark es el genial fabricante de armas de Stark Industries, la principal compañía abastecedora del ejército estadounidense. Cuando en un viaje de negocios al Oriente Medio es atacado y capturado por un grupo de combatientes gracias a las armas que él mismo fabricó, a duras penas logra salvar la vida, por lo que de regreso a su país natal decide centrar sus esfuerzos en la creación de un traje que le convierta en una máquina indestructible capaz de salvaguardar la paz, aunque sea a costa de su propia empresa, algo que no gustará nada a sus superiores…
Lo más probable es que más de uno haya perdido definitivamente la fe en las adaptaciones de cómics a raíz de los últimos ejemplos estrenados. Cierres de trilogías decepcionantes, presentaciones de superhéroes de segunda sin el mínimo interés, la desafortunada revisión de otros, y sagas sin demasiado sentido, han ido bajando el nivel cualitativo hasta dejarlo por los suelos, y han logrado acabar un filón que se estaba mostrando más que rentable en sus primeros compases. Sin embargo, lo poco que se iba sabiendo de «Iron Man» conforme iba tomando forma, dejaba la puerta entreabierta a la esperanza, algo que se confirmó cuando apareció el primer trailer oficial, un cañero vídeo cargado de buenas sensaciones.
Pues bien, a la hora de la verdad, Jon Favreau cumple sobradamente con las expectativas, y convierte a su Hombre de Hierro en uno de los mejores exponentes del género. Y eso que no es más que una mera pincelada de lo que promete ser una saga a la altura de la Patrulla X y «Spider-Man» (me refiero a las primeras dos entregas de cada una, por supuesto).
Porque, igual que ocurre en «Batman Begins» o «Hulk», «Iron Man» es más bien la presentación, el estudio si se quiere, del personaje interpretado por Downey Jr. Pero Tony Stark no se parece en nada a los dos Bruce. Y es que por primera vez, el héroe no es un ser atormentado y oscuro, maltratado por la sociedad o víctima de una tragedia familiar. Tony es un multimillonario truhán y vividor, al que un milagro le salva la vida y por eso decide que su emprenda un giro de 180 grados. Pero no por ello cambiará su forma de ser, si no todo lo contrario. Seguirá manteniendo la misma imagen de derrochador, graciosillo y despreocupado. Dicho en otras palabras, por fin nos encontramos ante un personaje realmente carismático, en torno al que puede girar toda una película sin temor a que se convierta en un aburrimiento o directamente despropósito.
Es obvio que para un papel así se necesitaba un actor igualmente carismático, y la opción de Robert Downey Jr. no podía ser más acertada. Desde el primer momento parece consciente de dónde se ha metido, y realiza una labor simplemente perfecta.
Todo ello lleva sin embargo a uno de los problemas de la película, que no es perfecta, ni mucho menos. Así como el esfuerzo puesto en el protagonista es evidente y palpable en cada fotograma, el resto de personajes son meros floreros, planos y vacíos. Así, por ejemplo, Pepper Potts (fiel ayudante de Tony) no es más que una suerte de sosa Moneypenny, y Obadiah Stane (uno de los más altos mandos de Stark Industries y por tanto de sus principales enemigos) no tiene la entereza necesaria, y se convierte en un antihéroe demasiado desdibujado.
Pero a fin de cuentas, lo que uno quiere ver en «Iron Man» son escenas de acción y efectos especiales, y de eso la película está más que servida. La misma compañía que hizo auténticas virguerías con la saga de «Star Wars», Industrial Light & Magic, es la encargada de realizar unos efectos simplemente apabullantes, logrando la necesaria sensación de peso y a la vez ligereza en el traje de Stark en sus vuelos experimentales y durante las peleas entre él y la milicia primero, y más tarde contra Iron Monger.
Y de nuevo, aquí nos encontramos con otro problema que ensucia un poco el resultado global del film. El clímax final, la esperada lucha entre armaduras atisbado ya en el trailer, se antoja, justamente, anticlimático, debido a su excesiva brevedad y frialdad, esta última seguramente provocada por la falta de fuerza del personaje, a la que hacía referencia.
Sin embargo, también es cierto que a diferencia del resto de películas del estilo, esta no busca el
enfrentamiento clásico entre el héroe y su némesis, y prueba de ello es que el principal objetivo de Stark es desde un principio la destrucción de sus propias armas en manos de terroristas, que ocupa casi la totalidad del metraje. Y la verdad es que verle luchar contra simples humanos en vez de contra mutaciones químicas, seres de otros planetas, o personas radiactivas enfundadas en mallas, no deja de resultar curioso.
Pese a no ser perfecta, «Iron Man» es una muy buena película de superhéroes que destaca por su (relativamente) inusual planteamiento, y por la fuerza de su protagonista, un personaje realmente atractivo y simpático.
Jon Favreau y Robert Downey Jr. han sabido presentar a un nuevo monstruo palomitero que traerá cola (evidentemente, deja abierta de par en par la puerta a una secuela), y lo han hecho a través de una película trepidante, espectacular, y sumamente entretenida. Y eso que el héroe en sí no aparece hasta bien empezada la película.
Una recomendación, quedaos hasta el final de los títulos de crédito. La escena que viene a continuación no tiene desperdicio, sobretodo si se ha leído «The Ultimates» de Millar y Hitch…
7,5/10
Tengo muchas ganas de ver esta pelicula que aperte de que pinta muy bien y Robert Dawning JR seguro que lo clava como Tony Stark ademas que desde siempre iron man a sido uno de mis personajes preferidos (aunque ultimante en los comcics le traten fatal con toda la civil war). Pues haber si esta semana puedo verla. Por cierto muy buena critica como siempre.
PD: te recuerdo que tienes pendiente agregarme a la lista de blogs XD
calla calla, no me hables de la civil war que cuando pienso en la cantidad de dinero que me dejé en todos los crossovers…
(ahora enmiendo el error)
Herr Captain, ya he podido ver la película, y la verdad es que es buena, mucho mejor que Elektra :P un día de estos cuelgo mi comentario!
Encontré a faltar, esto sí, algo más de acción; ah, y a mi el villano me gustó, básicamente por el gran Jeff Bridges!!
Salutacions
hombre…elektra contaba con una gran baza a su favor eh?? XDD
yo ya te digo, tema acción bien, ya sabía que era más una presentación del personaje que una película de acción, pero el villano… mola porque es Jeff Bridges (y Jeff Bridges mola) pero no por él en sí, no sé si me explico…
espero tu comentario en marchelo’s wei!
El personaje de Jeff bridges mola por jeff brigdes, ahí estamos de acuerdo! Para mi es un grandísimo actor, una máquina!
PD.Ya tienes mi comentario en Marchelo’s wei
es que es un auténtico crack. y no lo digo solo poruqe El Gran Lebowski sea mi película favorita, sino porque la suele clavar en todos sus papeles (otra cosa son las películas que elija, que hay cada pestiño por ahí que déjalo solo).
Ves la serie Me Llamo Earl? Como dato curioso, aparece en más de un episodio el hermano de Jeff Bridges, que es clavado a El Nota! XD
saludos y gracias por pasar!
He visto un capítulo pero na más! está bien? no sabía que tenía un hermano…
Saludos!!
jejeje, yo lo descubrí en la serie precisamente, si no, ni idea oye!
en cuanto a la serie, es una de las grandes comedias americanas del momento, aunque solo visible en v.o…. anda, bájate las temporadas, que duran 20 minutos cada uno!
salud!