Crítica de Jonah Hex
Pocos días antes de echarle el lazo a «Jonah Hex», adaptación para la gran pantalla de la popular historieta homónima de la DC Comics, leía unas declaraciones de Josh Brolin en relación a la misma -de la que es el principal intérprete- afirmando que no tenía ni idea de por qué habían salido las cosas como lo habían hecho, pues las intenciones de todos los involucrados apuntaban a una dirección radicalmente distinta a la del resultado final.
Lo cierto es que el actor de «Los Goonies» no podía haber dado más en el clavo, porque resulta harto difícil dilucidar dónde, cómo o cuándo empieza a irse todo al traste en un film que a priori pinta realmente bien: hora y cuarto de acción pasada de rosca en el lejano Oeste, con efectos especiales, armas y personajes imposibles, y con un reparto de lujo encabezado por Brolin, Megan Fox, John Malkovich, Michael Fassbender y Will Arnett entre otros.
Todo ello tomando como punto de partida una saga de cómics consistente y mitificable, cargada de elementos que trascienden el género del western para flirtear con el thriller, lo sobrenatural, o incluso el terror puro.
En «Jonah Hex», película, obviamente todo se simplifica. Las peculiares aptitudes comunicativas del vaquero, atormentado por el asesinato de su familia y marcado de por vida con una horrible cicatriz en el rostro, se quedan en algo puramente anecdótico, así como la explicación de tal poder (o del sufrimiento que le corroe por dentro) limitado a cuatro brochazos a modo de introducción. Peor es la presentación del resto de protagonistas, de los que se dice más bien poco y se da mucho por hecho.
Todo más que comprensible -en especial a sabiendas de la escuetísima duración del metraje- y causante a su vez de abrir de par en par puerta a la esperanza de estar ante 75 minutos de puro entretenimiento hueco, siempre bienvenido en su justa medida. Y no es que Jimmy Hayward (director del asunto) no lo intente; entre él y su equipo (desde la música hasta el montaje, los efectos especiales o la mera fotografía) buscan con esmero la forma de darle dinamismo al film a base de adrenalina, mientras éste le dedica lo mínimo necesario al desarrollo de la trama para pasar, lo antes posible, a una nueva set piece de acción.
Sin embargo, no hay nada que hacer, «Jonah Hex» falla en muchas cosas (de hecho, en prácticamente todo) pero sobre todo en su capacidad de entretener, totalmente nula. Apenas hay margen para algún estallido de euforia inicial, pero después todo cae por su propio peso y ni el arma más gorda ni el corsé más ajustado logran realzar el vuelo.
En el fondo, quizás todo se deba al argumento, simple hasta decir basta y sin un sólo destello de originalidad. Cierto es que no se le pide un guión de Oscar, pero se hubiera agradecido un punto de lucidez, por pequeño que fuera, que maquillara la sensación de saber todo lo que va a ocurrir en pantalla desde el principio. O tal vez la causa sea que al tal Hex, por esa deformación facial, se le entienda una de cada cuatro palabras. O una Megan Fox que cada vez pone más en evidencia que si está donde está no es por su gracia para la interpretación.
Sea como sea, el caso es que algo falla, algo grande y gordo que hace de un potencial divertimento llamado a ser nuevo clásico de culto, un desbarajuste tan endeble como un castillo de naipes carente de base sólida.
Una pena que tal vez pudiera aliviarse de existir un montaje especial ajeno a los cortes que, a buen seguro, ha recibido en la sala de montaje.
4/10
Muy inteligente el actor es hacer tamaño comentario. Nunca supe si era una película de terror, de suspenso, un western trasnochado, una película de acción, pero sea lo que sea, la cosa no salió como lo planeado. Se trató en todo momento de hacer un ejercicio de crueldad bárbaro, matando a diestra y siniestra inocentes y me pareció más que absurdo todo. Sinceramente me pareció una terrible y lamentable película, sonará a lugar común, pero tenían material para hacer algo bueno, entretenido y excitante, pero los productores y directores se empeñan en perder dinero en este tipo de cosas, deberían darle ese dinero a personas y pueblos enteros que tienen miles de necesidades en vez de gastar esas cantidades de dinero en esto o mejorar sustancialmente sus obras y no maestras precisamente. La verdad, para mi nada cuadra en esta película, todo se volvió un sin fin de armas ridículas y un corsé demasiado apretado como dijiste en tu comentario, y más para una actriz que no lo necesitaba.
…es más, ojalá le hubieran quitado el corsé de una vez!!
Totalmente de acuerdo aunque ya te digo, le doy cierto margen de confianza. Los recortes en la sala de montaje parecen excesivos…