Crítica de Julie y Julia
Luego se ve la película y todo es mucho más simple: dos lineas temporales paralelas, una que da inicio en el París de 1949 y la otra que transcurre en el barrio neoyorkino de Queens, en el año 2002.
Lo cuál sobre el papel no representaría ningún problema si no supiéramos que tras la cámara se esconde la terrorífica Nora Ephron, a quien vimos por última vez con «Embrujada» bajo el brazo. Pero como no nos gusta condenar a nadie, por mucho «Tienes un Email» que haya dirigido, intentamos tomarnos esta «Julie y Julia» con un poco de benevolencia.
Porque ya digo que los planteamientos no pintan mal: una comedia gastronómica que pasa sin prejuicios de lo urbano a la reconstrucción histórica y vuelta, que cuenta con un puñado de actores llamativos (Mery Streep, Amy Adams, Stanley Tucci) y un guión sencillo, modalidad «pequeños placeres de la vida».
Entonces, ¿dónde está el problema?
Bueno, pues principalmente en que en ningún momento de la película hay tensión dramática ni punta cómica de ningún tipo. En sus más de dos horas de duración. La parte de comedia urbana tiene de lo segundo, pero no de lo primero, y la parte en los años 50 y 60 puede resultar simpática y poco más. En ningún momento la comedia se decide a aparecer (mucho menos la comedia romántica) y la película se contenta con la simpatía general que puede despertar el personaje de Meryl Streep y la pretendida empatía que debemos de sentir por la más contemporánea y muy cosmo Amy Adams.
Para colmo, hasta el tramo final no hay ningún tipo de sincronía entre las dos lineas argumentales: ni se complementan, ni se contradicen, ni sirven de contrapunto la una con la otra. Van cada una por su lado, de modo que nos podrían contar las dos historias no en paralelo sino una tras la otra y no se perdería nada por el camino. En la teoría resulta interesante, puesto que «Julie y Julia» puede verse como un biopic que va más allá del simple relato de unos hechos para contarnos el impacto de estos sobre una persona distinta varias décadas después. Pero a la práctica, el resultado queda en nada. Una pena, la verdad.
En el aspecto técnico, Ephron no pone demasiado de su parte (vale, como nos tiene acostumbrados). La dirección es plana y sin gracia, y está despistada ante las posibilidades que puede ofrecer una historia contada en dos ambientes tan radicalmente separados. En este sentido, las diferencias entre ambos estilos de realización no son demasiado sustanciales. Al margen de una ambientación solvente (sí, eso sí me creo que sea el París de los 50), concedámosle el mérito de lograr reflejar unas ciertas sensaciones opuestas con las dos líneas temporales: la historia de Streep consigue transmitir un cierto romanticismo y una clase añeja gracias a una fotografía suave y unos planos más descriptivos. La parte de Adams, logra conectar más con nuestra realidad mostrando el ahogo de la vida laboral de una trabajadora neoyorkina gracias al uso de planos más cerrados: no en vano, Julie trabaja metida en un cubículo, y cuando está en casa se encierra en sí misma ante la pantalla de su ordenador.
Pero vamos, que poco más.
La gran baza de la película es otra, claro. Recientemente nominada al Globo de Oro por este papel, Meryl Streep hace un trabajo de mímesis muy logrado -eso dicen-, clonando en sí misma a la susodicha Childs. Y aunque en algunos momentos a mí me recuerda a Graham Chapman haciendo de maruja en cualquier sketch del «Flying Circus» (llamadme cruel) sí que hay que reconocerle a la veterana actriz una interpretación bastante resultona y que finalmente funciona como lo que busca ser: un sincero homenaje a la primera cocinera mediática de la Historia.
El resto del reparto, al margen del gran Stanley Tucci, una serie de caras habituales de la tele (Mary Lynn Rajskub, Jane Lynch, Chris Messina) que cumplen como «el novio», «la amiga» y el resto de personajes-mobiliario habituales.
Vaya, que esta especie de «Las horas» en versión amable (aquí también hay mujeres separadas en el tiempo pero unidas por un libro) al final se queda en nada principalmente por contentarse con ello. Ni hace gracia, ni entretiene, ni sirve como pasatiempo tonto, ni como comedia de seducción gastronómica a lo «Chocolat».
Y resulta paradójico y muy triste que una película sobre el mundo de la cocina termine siendo tan rematadamente sosa.
4/10
juas, no sé por qué me da a mí que esta recuperación de clásicos-globeros nos va a hacer más mal que otra cosa, porque entre esta, las de la Bullock y demás…. ay!
Buena crítica y buen consejo: paso de verla!
Salud
JAJAJA… Yo ya estoy sufriendo las consecuencias. Y sólo he visto una. Pero voy a por más, que no?
jeje, por su puesto: cobertura de golden globes con críticas, contracríticas, noticias, especiales, y todo lo que quepa. No podemos parar hasta haberlas visto TODAS! (a mí me pasa como a ti eh? que The Blid Side empatará con Julie y Julia seguramente…)
JAJAJ CAPI Q ONDA….. OYE NOS E ESTA PELI NO ME DESAGRADO DEL TODO….JEJEJE ME GUSTO A AMY ADAMS Y MERYL COMO SIEMPRE BUENISIMA AUNQ ME TORTURO SU GESTUALISACION ENTIENDO Q JULIA HAYA SIDO ASI SOLO Q BUENO ME RESULTO UN POQUITO SOBRE ACTUADO PERO DIGNO DE LA NOMINACION Y ME PARECIO INJUSTO LA EXCLUCION DE AMY….