Crítica de Kick-Ass

«Kick-Ass» mola. «Kick-Ass» es lo más, lo último, lo más cañero. Todos al cine a ver «Kick-Ass».
Pues sí y no. Sí por todo lo que tiene de bueno la película, que no es poco. No, porque gran parte de eso que tiene de bueno proviene de un material previo. Lo sé, lo sé, esto es crítica cinematográfica, y como tal debe centrarse en el producto audiovisual final, sin fijarnos excesivamente en la fuente original. Que no todo el mundo ha leído el pelotazo editorial de Mark Millar y John Romita jr. Que no todo el mundo lee cómics, diantre.
Pero nosotros sí, así que va a ser difícil disociar la valoración final de la película de las sensaciones provocadas por el cómic. Pero lo intento.
De entrada, porque tampoco es un gran cómic. Está en el punto de salida perfecto para empezar a correr la carrera de los 100 metros lisos a la mitificación absoluta e irracional, pero qué queréis que os diga, a mí como historia iniciática me parece justita, justita. Eso sí, un entretenimiento de primera que parece diseñado para ser adaptado a la gran pantalla. Carne de cine-bombazo de acción perfecto. Que es lo que es «Kick-Ass»-película.
Y es que es distinto ser un guionista de cómics escocés que ha demostrado lo peor, pero también lo mejor, y tener en tus manos la enésima resucitación y puesta al día del mito peterparkeriano, que estar en un marco cinematográfico de derribo -el de los blockbusters de acción pasada de todo para adolescentes con ganas de algo más. No sé si se ve la diferencia: de lo primero me espero una obra maestra sobre la maduración personal y la figura del superhombre con sus connotaciones personales, políticas, sociales y sus reflexiones sobre la figura del héroe anónimo. De lo segundo, un entretenimiento bien engrasado. Es una cuestión de gusto personal.
Así que no era difícil. De hecho, al director Matthew Vaughn sólo le hacía falta ceñirse reverencialmente a las páginas y rellenar los huecos.

 

 

Así hace, y toma un par de malas decisiones. No puede evitar rebajar un poquito (no mucho) el tono de violencia y cambiar alguna que otra cosa sutil (pero definitiva) para que la cosa quede más así como del gusto de todos. Pero en general termina no faltando excesivamente al respeto a las viñetas y, lo que es más importante, demostrando un pulso cinético salvaje que convierte «Kick-Ass» en una desquiciada montaña rusa de saltos, golpes, piruetas, miembros amputados y abundante mala hostia.
Sí hay algo de retrato de maduración a trancas, barrancas y muchas toñas en esta la historia de Dave Lizewski, adolescente geek que no se come un rosco con las chicas y que un día se plantea una de aquellas preguntas que todos los de su calaña nos hemos preguntado en algún u otro momento: «¿por qué en el mundo real no hay superhéroes»? Pero él decide ir un paso más allá, se compra por ebay un mono verde (nada de hilo y aguja ya; signo de los tiempos) y se convierte en «Kick-Ass», supercool repartidor de justicia pijamera. Por supuesto «esto es la vida real», con lo que el desgraciado de Dave termina recibiendo más que repartiendo. Pero da igual, porque el fenómeno «Kick-Ass» se extiende como la pólvora por obra y gracia de los móviles con cámara integrada y la banda ancha.
Afortunadamente para la salud de Dave, en su cruzada contra ladrones de poca monta de bolsos y monederos se encontrará con un par de sociópatas, padre e hija, que bajo el nombre de «Big Daddy» y «Hit Girl» combaten el crimen de modo mucho más, digamos, expeditivo. Par de justicieros sanguinarios de agarrarse y no menearse. Juntos, con la ayuda dudosa de un cuarto, «Red Mist», se terminarán enfrentando a un capo mafioso de clase A. Y el resto, pues ale, si la vais a terminar viendo igual.
Si es que ya digo, «Kick-Ass» se disfruta al máximo. Desde el primer minuto hasta el último. Especialmente el último: la evolución dramática es implacable, una escalada de acción y violencia paródica de absoluto infarto que termina coronada por un plano entre edificios francamente hilarante.
¿Acción a raudales y? Comedia, claro. El otro ingrediente inevitable. Mucha comedia adolescente negra, gamberra y pasada de vueltas (lo normal, masturbaciones, un taco cada tres palabras), en la línea casi de «Supersalidos». Metalingüística (en esta sociedad actual ultramediatizada que retrata la película casi se autocita a sí misma), desmitificadora y reverencial a partes iguales en lo que concierne al género superheroico, y muy pop. Trufada de referencias al medio de vida juvenil actual, de Youtube a Myspace, y a sus referentes culturales, como los cómics de «Scott Pilgrim»; en un carrusel de guiños que, eso sí, quedarán desfasados en un corto espacio temporal (ahí está la referencia al capítulo final de «Lost»).

 

 

Bien, «Kick-Ass» es una comedia de acción esquizofrénica con no demasiada atención por el guión. Pero tiene una gran virtud: no olvida que son los actores (esos personajillos extraños que a algunos empresarios les parecen prescindibles nóminas andantes) los que pueden convertir un juguete rutinario de molde en un producto con tripas y corazón. Y de qué manera. Ya no es un secreto: que Aaron Johnson construye un muy aceptable Kick-Ass, torpón e iluso, que Christopher Mintz-Plasse da la talla como Red Mist, que el omnipresente Mark Strong borda su villano y que hasta Nicolas Cage está más que correcto en un Big Daddy algo más humano que el del original viñetero. Pero que aquí quien se lleva el premio gordo no es sino esa auténtica máquina, en todos los sentidos, de Chlöe Moretz, aka Hit Girl. Peligrosa Lolita, letal hasta el último pelo, killer absoluta y robaplanos brutal. Y no hablo del personaje, no. Me refiero a la propia actriz, la artífice de que el humor pierda en ocasiones su negrura para entrar en el siempre agradecido terreno de la absoluta amoralidad. Una delicia de cría.
Eso, el endiablado ritmo y probablemente el uso irónico y muy mordaz de la banda sonora (la elección de canciones es estupenda y malintencionada) resulta ser al final lo más destacado de la función; donde Matthew Vaughn pone lo mejor de sus capacidades y se integra a sí mismo como parte indispensable de todo el fenómeno «Kick-Ass», al lado de Millar y Romita jr.
Porque si algo es «Kick-Ass» es eso, un gran producto mediático total que abarca la cultura popular adolescente actual en gran extensión, de modo directo (cómic y cine) o indirecto (hay hasta una secuencia rodada como un viedojuego en primera persona), constituyéndose al final como una especie de «Spider-Man» de Steve Ditko para la antropopfaga generación ipod.
Un entretenimiento con muchas más tripas y gónadas que otros recientes ejemplos de espectáculo pedestre, reciclado y artísticamente muy, muy barato (léase las recientes correrías de ese mindundi  parkourero clonado de «Aladdin», sin ir más lejos).

7/10

Xavi Roldan empezó la aventura casahorrorífica al poco de que el blog tuviera vida. Su primera crítica fue de una película de Almodóvar. Y de ahí, empezó a generar especiales (Series Geek, Fantaterror español, cine gruesome...), a reseñar películas en profundidad... en definitiva, a darle a La casa el toque de excelencia que un licenciado en materia, con mil y un proyectos profesionales y personales vinculados a la escritura de guiones, puede otorgar. Una película: Cuentos de Tokio Una serie: Seinfeld

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Comentarios

  1. Eso del clon de Aladdin, que fue lo único que entendí de la frase me imagino se refiere al Principito Persa aquél. Ahora bien, como es que ésta sólo llega al 7 empatando con aquella? Definitivamente las tripas y las gónadas deben valer mínimo para 0.5 más. ¿qué no?. Saludos desde México!

  2. Ah, ya ya, es que esta es Blutarsky y la otra es de Spaulding ooooooook

  3. jejeje, te me has adelantado! pero bueno, al menos eres de los pocos que nos distingue, lo cual es de agradecer!
    De todos modos, seguramente no estén ni valoradas con el mismo rasero, de la misma manera que el 10 a Canino no es igual que el 10 a Public Enemies, el 10 de El Caballero Oscuro o el de Casablanca.
    Cada película es un mundo, y se la valora en relación a su universo y en cuanto a las exigencias que se merece cada una (o eso se intenta al menos!)

    También te digo que en Prince of Persia me lo pasé genial, la película se pasó en un suspiro, y la encuentro un blockbuster notable… Y cuando vea Kick Ass, ya veremos qué le doy yo ;)

    Saludos y bienvenido! Espero que disfrutes de la visita y no sea la última vez que te veamos por aquí

    Saludos, y bienvenido!

  4. Gracias! aunque llevo visitando lacasdeloshorrores desde que había que poner el .blogspot, Spaulding solito y llegué vía el difunto blog de sinpelosenlalengua que juntos me servían para darme una idea de qué encargarme en el ares, qué ir a ver al cine y qué comprarme en dvd y qué no ver más que si es en disco pirata y prestado, tiempos aquellos!. Hasta ahora me loggeo pos porque sí. Que me dieron ganas pues! Que siempre me he sentido bienvenido aunque sea de voyeur!.

    De acuerdo en valorar las películas con lo que su propia premisa nos anuncia qué esperar. La del Príncipe aún no la veo y con Kick Ass me he divertido tanto como cuando vi Spider Man 2 o puede qué más siendo que en ésta a los niños no los consideran más que para eviscerar gente. Salud!

  5. Vaya, pues sí que eres todo un clásico, sí!
    Lo dicho, cuando vea Kick Ass (que, supongo, será este viernes) ya veré si comparto vuestro en tusiasmo, yo si por el contrario puede responder a esa puñalada trapera que mi compañero me ha lanzado con su último comentario sobre Prince of Persia, jej!
    Y bueno, ahora que ya estás logueado no tienes excusa, más te vale seguir pasándote por aquí eh??

    saludos!

  6. Puede decirse que me sumo al carro de la pequeña decepción con la película de cara al tema de adaptación y de como han resuelto la película.

    Todos los aspectos de los que me he quejado al ver la película son creados por los guionistas de Vaughan y no aparecen para nada en el comic.

    El camello es asunto de otra admiradora de Kick Ass, la relación con la chica termina justamente al revés (y con revés me refiero a revés en toda la cara por una reacción totalmente contraria de la chica), no hay relación sexual (ni relación) con Dave en ningún momento, y por supuesto ese jetpack con ametralladoras Gatling es totalmente invención (para que te molestas si no puedes superar imágenes de films ochenteros espectaculares…además de que chirría un poco, como ciertas escenas de Hit Girl).

    Además a parte de detalles que son algo nimios (cambio de perfil físico en Big Daddy, la primera aparición de Kick-Ass ya lleva bastones) están los gordos como el cambio de intencionalidad del personaje de Red Mist (además de su cambio físico marcado) y la completa invención de la mitad hacia el final de la película (que oh, es donde más flojea), es decir, para un cómic tan corto y fácilmente adaptable como éste, que de hecho hasta la mitad es totalmente fiel salvo en la primera aparición de Kick-Ass, luego van se lo cargan de que manera aunque tienen sus razones según he leído (temas de que cuando se estaba rodando no estaba escrito entero el comic y tuvieron que improvisar…y fíjate).

    Sobre la película en si no está mal pero ahí para mi ha quedado, han descafeinado el comic a pesar de que hay mucha escena explícita y sin duda de no haber inventado tanto puede que hubiese llegado a ser esa película de culto que muchos la están malnombrando como obra maestra.

    Por cierto, tras verla doblada me quedó el desazón de ver la pérdida de algún chiste (que cualquiera pudo ver incluso en los trailers) y las entonaciones que se han perdido respecto de su versión original que sin duda le suma puntos.

    Un saludo camaradas.

  7. Ya, por eso decía yo que hay que disociar una cosa de la otra. Que aquí lo que interesa es entrar en la película como tal sin tener en cuenta el cómic, el libro o, qué sé yo, la serie de la HBO sobre solteronas agilipolladas en la que esté basada.

    Pero claro, en el caso de "Kick-Ass" es difícil despegarse de esa supermacarrería que tenía el texto de Millar y el virtuosismo visual de Romita. Y más teniendo en cuenta los cambios que se han sacado de la manga.

    En mi opinión mucho más dolorosos esos que suavizan el contenido revulsivo para convertirlo todo en un producto más masivo (justo los puntos que tú citas, Pruebas).

    Así que sí, de acuerdo en todo, pero insistiendo en que creo que hay que saber separar una cosa de la otra, cómic y cine. Y, en mi opinión, si lo logramos, "Kick-Ass" es una gran película de toñas.

    ¡Saludos!

  8. Por cierto, el pruebas era yo que no se porqué se coló ese login.

    De hecho, a cada amigo que me pregunta le recomiendo ver primero la película y luego leer el cómic (que por cierto para mí no es ninguna maravilla pero aun así mucho mejor que la película.

    Saludos camaradas!

  9. A mi me gusto mucho aunque ciertamente cambiaron cosas del cómic, que en esta ocasión perdono. Un saludo.

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