Crítica de La trama (Broken City)
Tras un arranque francamente ambicioso en compañía de su hermano (juntos realizaron la adaptación de la inadaptable novela gráfica homónima de Alan Moore, Desde el infierno, para seguir luego a Denzel Washington por un futuro distópico en la muy reivindicable El libro de Eli) Allen Hughes se marca ahora en solitario la dirección de La trama, que significa un distanciamiento abismal del que parecía ser hábitat natural de su filmografía (lo fantástico en general), si bien mantenga intacto el componente puertagrándico al que parece estar abonado. Y es que ahora la cosa va de thriller, a caballo entre lo político y lo policíaco con mucho de lío de faldas y trapicheos varios; y para la ocasión se sirve de un reparto de taquillazo automático, nada de perfiles bajos, si bien en verdad sea de lo más esperable tratándose del género por el que nos movemos: sobre Mark Wahlberg, Russell Crowe, Catherine Zeta-Jones y Kyle Chandler recae el peso de un entramado que se abre cuando un policía es acusado de matar a sangre fría a un malhechor. Reconvertido a detective privado gracias a sus enchufes, un día recibe el encargo de espiar a la mujer del alcalde de Nueva York, amigo personal del primero y rival a batir en las inminentes elecciones para el equipo de Chandler (cuyo líder es Barry Pepper. por cierto). Por supuesto, nada es lo que parece, y lo que apuntaba a trabajo fácil y bien pagado no tarda en complicarse más de lo deseado.
Bastante manido todo, cierto, en lo que sin duda significa la primera gran lacra del film, si bien sea verdad que hoy en día hablar de originalidad en este género sea francamente complicado. En parte, porque el público a quien se dirige tampoco parece estar demasiado necesitado de grandes novedades. La trama está pensada para un espectador que podría tildarse de clásico, apoltronado en historias, estructuras y estilos consabidos, casi se dirían apalabrados a priori. Un espectador que busca adelantarse al entramado y que se congratula cuando lo consigue, sin pararse a pensar demasiado en lo evidente de esos giros supuestamente inesperados que acierta. Vamos, un espectador que no es demasiado exigente, por lo que no resulta demasiado difícil colarle gato por liebre, camuflando de gran producción cinematográfica una película de sobremesa y poco más. Es a lo que parece jugar la que ahora nos ocupa, por esa falta de innovación y por el abierto acomodamiento de los pilares sobre los que se sustenta toda ella, alzados a base de los recursos más manidos del género y ya no sólo a nivel argumental: si hasta ahora siempre se podía reivindicar el estilo formal de los hermanos Hughes, en La trama cuesta encontrar algún pasaje resuelto con la voluntad, manierista si se quiere, de sacar a relucir la firma de quien lleva la cámara. Todo es correcto, elegante, sobrio, impecable… pero rematadamente impersonal.
Y así, como un producto de segunda división hinchado, parece tomárselo uno de sus actores: si en algo consigue diferenciarse la película es en conseguir la peor versión de Russell Crowe que se le recuerda.
Pero no todo son desgracias, nada más lejos. La trama decepciona si se le busca algún atisbo de frescura que aportar al género, pero cumple de sobras precisamente desde ese prisma que hemos estado describiendo hasta ahora. Como thriller al uso, visible tanto en la gran pantalla como en la sobremesa después de una comilona familiar, se antoja prácticamente perfecta: tiene su dosis de preguntas, de acción contenida (en este sentido recordaría, desde lejos claro, a La noche es nuestra, protagonizada por Mark Wahlberg, jeh), de crítica social superficial, y de giros de guión que pueden sorprender a los más despistados. Y en general, ya sea por su reparto o por la sobriedad y cierta grandilocuencia con que se presenta, goza de ese pedigrí que tanto gusta al espectador a quien busca de cabeza. En La Casa tenemos un dicho para estas propuestas: es una película que recomendarías a tu padre. Da una idea de por dónde van los tiros, ¿no?
6/10
Y en el Blu-Ray…
Savor (Emon) distribuye por aquí la película para alegría de nuestros padres (!), y lo hace con una edición en Blu-Ray limitada pero correcta: correcta, porque a nivel audiovisual cabe achacarle algunos altibajos traducidos en bajones de definición o invasiones de grano aquí y allá, pero en general los 1080p le hacen un favor a Hughes, permitiendo un visionado prácticamente perfecto si bien el master empleado para la ocasión sea distinto del original (a juzgar por los rótulos en castellano). Y el DTS-HD 5.1 del que gozan sus tres pistas de audio (castellano, catalán e inglés) es impecable.
Limitado, porque apenas incluye extras: un trailer de la película, y pequeñas entrevistas (clips de un par de minutos, sumando unos 10 en total) tanto al director como al reparto.
La vi hace un par de semanas y suscriblo la crítica y el resumen: poca ambición, peli para mi madre, Crowe pa darle dos hostias y porque ahora te he leído a ti, yo ya la había olvidado. Un poquito más de intensidad, de ganas, de algo, jolín…. Eso sí: me ha gustado la Z-Jones, de lo más creíble de la peli. Correcta pero prescindible.
Sí, y al final es eso, sobremesa. Si te pilla bien te entretiene, si te pilla mal cambias de canal y no te da la sensación de perderte nada… En realidad, como muchas de las que protagoniza Wahlberg (¿Alguien se acuerda de El tirador? ¿No? ¿Nadie?)