Crítica de La vida de Pi (Life of Pi)
Algo bueno tiene el empeño de Ang Lee por ir saltando de un género a otro hasta el punto de hacerse imposible prever su siguiente jugada. Y es que sea cual sea, todas acaban barriendo para su terreno, haciendo reconocibles los suficientes nexos de unión para poder, en todo caso, percibir la impronta del taiwanés en la película en cuestión. Lo mismo da que se trate de una cinta de acción con el superhéroe más basto de Marvel, de un tórrido thriller de espionaje ubicado en la Segunda Guerra Mundial, o de la creación de un festival de música. Al final, la mano del responsable de Sentido y sensibilidad y Brockeback Mountain se nota y de qué manera. Por lo tanto, aunque la que ahora se presenta nada tenga que ver con sus anteriores trabajos, sí, estamos ante una Película de Ang Lee, totalmente confirmado. De hecho, esta quizás sea la película más Ang Lee desde el recién citado melodrama ambientado en el siglo XIX. La vida de Pi vuelve a suponer un cambio de rumbo, pero a su vez aglutina todas las características que han ido dando cuerpo a su filmografía: desmenuzamiento de las psicologías y los sentimientos de sus protagonistas, importante presencia de elementos oníricos (o directamente fantásticos), el enésimo desplazamiento hacia un nuevo lugar del globo en que situar la acción, y mucha carga moral y humana. Y eso que a simple vista, esto parecía que no iba a salir de un vulgar Náufrago en los mundos de Narnia.
Una aproximación somera a La vida de Pi no deja demasiado margen de dudas: todo se limita a la enésima lucha del hombre por la supervivencia, a la superación de la adversidad traducida en catástrofe. En plena travesía desde la India a los Estados Unidos, el barco que lleva a la familia responsable de un zoo y a todos los animales del mismo naufraga, quedando como únicos supervivientes uno de los hijos (Pi) y un grupo de animales que (todo el material promocional se encarga de desvelarlo) no tarda en limitarse a un tigre. Obvia y más bien poco estimulante primera lectura: hombre y animal, evolución versus naturaleza, y conjunción obligada entre ambas para no perecer por el camino. Y todo muy New Age. En vez de limitarse a una oda por la defensa de nuestro entorno, se tarda bien poco en ir más allá y emprender una ruta algo más controvertida y empinada, que puede atragantarse si se desconoce la novela original de Yann Martel: en su prólogo, cuando el escritor se prepara para apuntar todo lo que le vaya explicar el entrevistado sobre su viaje, este último le asegura que su historia le hará creer en Dios.
Es en esta última lectura moralista, a la postre la más válida, la que compromete y de qué manera a una película demasiado explícita en sus mensajes finales, hasta el punto de convertirla en un anacronismo que rompería con aquello que decíamos al principio: que esta era la película más Lee de la trayectoria reciente del cineasta. Y es que todo su bloque central, el grueso de esos (excesivos) 125 minutos totales, es tratado con mimo y sutileza, alternando pasajes potentes y espectaculares, de una grandeza atronadora, con otros íntimos, casi familiares, en los que no se tarda demasiado en encariñarse por un tigre (si bien totalmente digitalizado) y su entrañable relación con el niño. Mientras el interés se mantiene en esta relación, y en la prueba de resistencia psíquica de su protagonista, La vida de Pi se descubre como uno de los grandes acontecimientos cinematográficos de la temporada. Una película deslumbrante, sumamente bien hecha, cargada de alegorías (algo barrocas si se quiere), y con un exquisita administración de su tempo. Y por supuesto, sensible y sentida.
Por eso resultan aún más dolorosas esas salidas de tiesto tan burdas, esforzadas por hacernos creer a toda costa ya sea en Dios, Buda o Alá. Con un mensaje que iba a quedar claro de todas formas, sobraba la frase inicial, y sobre todo sobraba su epílogo, absolutamente maniqueo al invitar a replantear toda la historia desde un punto de vista menos místico, pero sin dar margen a que esa otra versión cueza en condiciones. (Y puestos a recurrir a la tijera, a un servidor se le hizo demasiado cuesta arriba su primer tercio, una suerte de homenaje a Bollywood de montaje entretenido y espíritu distendido, pero demasiado dilatado).
Manchurrones inesperados para una película que queda lejos, muy lejos de ser redonda. Y eso pese a contar con pasajes preciosos (obligado visionado en 3D), momentos en los que los minutos se consumen a velocidad de vértigo tanto para bien como para mal (angustioso hundimiento, sofocantes tiempos muertos en medio de un mar casi congelado), y sobre todo, con una personalidad arrolladora tanto de un tigre digital como de un desconocido actor joven de origen india. La balanza cae del lado positivo, faltaría más. Pero…
7/10
Con ánimo de SPOILER:
No he tenido oportunidad de ver la película, desconozco qué puede suceder en ese último tercio al que te refieres, pero siendo como es el libro de Yann Martel una de mis lecturas favoritas supongo que debes referirte a ese momento en la que se nos descubre la crudeza de la tragedia vivida por Pi.
Lo cierto es que el libro puede dividirse en diferentes segmentos y cada uno con su valor propio pero es ese último segmento, esa dura revelación, la que deja un sabor amargo al lector. De todas formas, como he señalado, es esta una de mis lecturas favoritas, obra indispensable de mi particular biblioteca, a pesar de ese final que no deja de ser un final abierto donde se ofrece al lector escoger qué creer
Es una novela y una película tan panfletaria como lo es El manantial de Any Rand, lo que una es para el individualismo y el egoísmo racional, la otra lo es para la espiritualidad o la fe… una buena historia al servicio de una doctrina. En este caso, enmascarada a fuerza de mezclarla con otras religiones, está el catolicismo (muy practicante que es su autor). Por supuesto que nada de lo que he escrito evita que tanto El manantial como la vida de Pi sea una gran novela y una gran película.
Hola, "Anónimo"! (maldita sea, vamos a quitar esa opción para que todos tengáis que poneros ni que sea un nick para podernos referir a vosotros ;))
Efectivamente, a eso me refería. Ignoro cómo estará hecho en la novela. Aunque por lo que entiendo (hablas de dureza, de sabor amargo) ya es más de lo que le dedica la película al mismo punto. Lo toca de refilón, como quien no quiere la cosa. Se hace prácticamente imperceptible y desde luego, es lo que menos perdura en el recuerdo. Y eso jode (con per´don) puesto que está negándote la posibilidad Real de pensar. De ponerte ante dos situaciones con un 50% de protagonismo y que luego tú decidas.
No sé, es ese empeño tan burdo por hacernos pensar en una determinada dirección lo que me repatea de la película. Si dices que en el libro no es así, pues de verdad que me alegro, porque al menos se demostraría que aún hay quien sí tiene la decencia de motivar al libre pensamiento (o así).
EN todo caso, gracias por tu aportación! (y para ti que te has leído el libro, peli obligatoria, así que te esperamos por aquí a partir del viernes con tu comentario e, imagino, el cuchillo entre los dientes!)
A grandes rasgos comparto todo lo que cuentas… el punto de discusión es el epilogo. Me parece el toque final que realza la belleza de todo lo anterior. Personalmente es el punto que me introduce por completo en la historia y consigo entender la finalidad de todo.
Entiendo la queja pero no la comparto.
Emocionalmente me ha costado meterme en la trama por momentos. Satisfecho y sorprendido (hacia mucho tiempo que esto último no pasaba). Inteligente.
Hola, Carlos.
Todavía no he tenido oportunidad de acudir al cine pero confío poder hacerlo pronto, este era el estreno que más esperaba por adaptar una de mis lecturas favoritas.
En el libro, como pude comentar, esa otra "realidad" se ofrece de manera más explícita, no lo trata de soslayo sino que se plantea con todas sus letras; es cierto que no le dedican todo un capítulo pero cuando te explican lo que "realmente" sucedió lo hacen sin reparos durante diez páginas (SPOILER: Cuando los investigadores, incrédulos ante el relato de Pi, le solicitan una historia más verosímil este relata algo más horrible; cuando termina y tras ver que ninguna de las historias aclara cómo pudo hundirse el buque Pi les pregunta con qué historia prefieren quedarse… y los investigadores aceptan la historia del tigre, haciendo que Pi rompa a llorar).
Podríamos decir que, sí, en el libro te exponen de forma contundente ambas opciones y te dan la posibilidad de escoger. Cuando vea la película ya trataré de comentar qué me ha parecido
Barry, sí, ese es el objetivo del epílogo, pero es que es muy poquita cosa. Yo creo que debería haber compensado un poco más, en vez de limitarlo todo a una charlita de mierda. Que en un libro puede quedar de puta madre, pero no es la misma fuerza la de la letra que la de la imagen. Así que…
…Espero a nuestro Anónimo! Qué, ya la has visto? Qué nos puedes decir en relación al libro? Sabe a poco el dichoso epílogo en relación a la novela? Ya digo, a mí me pareció demasiado irrisorio, y por su culpa se le ve demasiado el plumero "conductista" de la peli… pero… a la espera de tus palabras, amigo!
Acabo de volver del cine.
Es tarde, así que trataré de ser conciso.
La película es precioso pero considero que dulcifica la narración y sobreexpone el mensaje que comparte con el libro.
No considero que el epílogo sea el momento en el cual la adaptación cinematográfica muestre su voluntad "conductista", sucede del mismo modo en el libro, si bien entiendo que mientras en la lectura te puedes formar una imagen con la nueva realidad narrada por Pi en la película debes aceptar la imagen que te ofrecen, que es la de Pi en la cama ofreciendo una nueva versión que satisfaga la incredulidad de los investigadores. De todos modos, debo considerar que a diferencia del libro la película es, en todo momento, tendenciosa. Es cierto que comparten mensaje pero la adaptación de Ang Lee lo sobreexpone.
Podríamos decir que el libro se divide en distintos capítulos, todos ellos fluyen con la narración del escritor que se encuentra con Pi. En el primer capítulo se nos habla de la evolución a través del perezoso (el animal); el segundo capítulo se refiere a la vida de Pi en la India y en ella encontramos el origen de su nombre como en la película, la historia de su familia y el zoo (donde se refieren, por cierto, a cómo acostumbrar a una bestia a la presencia de un hombre) y su descubrimiento de las distintas religiones. Sucede que en el libro se encuentran el cura, el imán y el pandit con Pi y su padre, descubren que Pi profesa las tres religiones y tratan de hacerle escoger una de ellas; Pi responde lo siguiente: "Bapu Gandhi dijo que todas las religiones son ciertas. Lo único que quiero es amar a Dios", ¡he echado muchísimo de menos esto en la película! Y también tengo la sensación que el descubrimiento del islam se ha menospreciado en la pantalla. Despúes de este segundo capítulo pasamos al tercero, que es un relato de supervivencia. Es cierto que la fe es importante porque es lo que lleva a Pi a no quebrarse ante la adversidad, pero no se encuentra tan sobreexpuesta como en la película siendo, sobre todo, un relato de supervivencia donde se nos presenta los recursos de Pi para sobrevivir en altamar y amaestrar al tigre. Lo cierto es que no llegas a tener del todo claro el mensaje de la obra hasta que llegas a su epílogo por eso creo que la película es en todo momento tendenciosa porque no sabe, o no quiere, velar el mensaje. De todos modos, eché en falta la particular oración de Pi cuando ya se encuentra durante días a la deriva y que decía algo como "Ahora convertiré el milagro en rutina. Lo increíble será mi pan de cada día. Haré el trabajo que haga falta, por muy duro que sea. Sí, porque siempre que Dios esté a mi lado, no moriré"; ¡es incomprensible que Ang Lee haya prescindido de esto y en su lugar tengamos a Pi aprovechando cualquier oportunidad para gritar "Dios"! ¡Explora la fe de Pi de un modo tan banal, tan superficial! Luego, pasando por el abordaje de la isla misteriosa, llegamos al epílogo, que sería el capítulo final donde Pi expone la otra terrible realidad que funciona mejor en el libro por la razón que antes pude comentar.
Pero no sólo eso… Ang Lee dulcifica la historia. Hay una razón por la que Yann Martel escogió el nombre de Richard Parker, como el relato de supervivencia de Poe, y es que el cocinero obligó a Pi a practicar el canibalismo. De esto no se nos dice nada en la película.
Si bien no es lo único que Ang Lee aprovecha por dulcificar; ¿el interés romántico de Pi en la India? No existe en el libro.
La película es preciosa y he disfrutado de su visionado pero considero que es mucho más tendenciosa de lo que pueda llegar a parecer el libro
Oh, y el relato no es sólo sobre la fe o la libertad de creer, sino que también habla de aceptar nuestros errores, aprender a convivir con ese lado oscuro que todos tenemos y reprimimos porque es lo que nos han enseñado a hacer; como si fuera el proceso de individuación de Jung donde debemos aceptar a nuestra Sombra, la Sombra de Pi es Richard Parker, y aprender a vivir con sus pecados e imperfecciones es lo que le lleva a seguir adelante; si Pi no hubiera sido capaz de hacer las terribles cosas que hizo jamás habría logrado sobrevivir; es cierto que para sobrellevarlo construye su propio paradigma donde las personas que llegaron a ese bote eran animales pero escoge creer en un paradigma donde aprender a vivir con sus "pecados" y no uno donde verse torturado por ellos; a mí parecer el relato termina abogando por una fe que no se vea constreñida por dogmas sino que ayude al hombre a vivir consigo mismo
Yo no he visto la película, pero sí el trailer, y lo que pensé al verlo fue: si naufragas y te quedas en un bote con un tigre en medio del océano, lo lógico es que antes o después, el tigre tenga gana y te devore, ¿no?
Perdón por ser tan pedestre.
Gracias por la crítica y los comentarios. He visto la película y me ha gustado sobre todo después de hablar sobre ella. Además de tener buenas imágenes la historia tiene dos momentos que si no pillan parece que no gusta. Apetece leer el libro. Saludos a todos.
Anónimo, perdona el retraso. Gracias por confirmar mis esperanzas sobre el libro, diciendo que tiene más chicha y esta mejor expuesta que la versión peli. Es interesante la forma en que dices que se organiza el libro, desde luego bien distinta a la película!
Dicho lo cual, me parece que todos (de este lado del charco, que por ahí están infinitamente más emocionados con ella por lo visto) estamos más o menos de acuerdo en que la película es tendenciosa, pero preciosa de ver, por lo que como el cine en el fondo también va de eso, le dejamos pasar lo primero gracias a lo segundo. O algo.
Me quedo con tus dudas: yo también lo encuentro raro, que haya prescindido de semejante frase cuando tenía más cabida que cualquier otra. No sé, quizás era demasiado rebuscada para colar en la peli? Raro..
Joan, no te preocupes, que la cosa va un poco de eso. No es como Narnia, que vas a un león y resulta que te habla y te ayuda en vez de meterte un zarpazo. Aquí Pi se juega la vida bastantes veces al día con el dichoso león!
Antonio, pues de eso se trata, ahí está la grnadeza del cine y lo que desde aquí estamos como locos por potenciar! que se hable de cine, que se comenten las películas que se ven, que se busquen retos que haya que dilucidar entre todos… Mola que te mole el rollo! ;)
Yo la resumo tan facilmente como que igual me da ver una peli de serie B mala que esto. Ni me gusta ni me disgusta. Al volver a casa me puse dos docus de astronomía, que eso si es interesante. Ya veremos si nos van a ofrecer algun dia la versión de lo que puede ser Dios/dioses. De momento nos vienen los testigos de a-saber-quien a casa o a la taquilla del cine para que creamos que creemos algo. Y digo yo ¿toda esa legion de zombies se lo cree? Me reitero: el cine mediocre es igual que esta cosa. 5 de 10, tu sabras si verla
juer… esto… ¿amen?
¡Saludos!