Crítica de Last and First Men
Si es cierto que la ciencia ficción es uno de los géneros malditos del cine, no menos cierto es que es de los que mayores libertades creativas ofrece. Puede meterse en el mismo saco la enésima entrega de Star Wars como el costumbrismo futurista de Tarkovsky. Por lo que supone una plataforma de despegue perfecta para Last and First Men, plato fuerte de la edición de 2020 del Atlàntida Film Festival de Filmin, y debut cinematográfico de un Jóhann Jóhannsson que falleció pocos meses después de un primer y único pase, en 2017, con música en vivo. Debió de ser espectacular, por cierto. Y es que estamos ante un experimento, un ensayo más que una película al uso, donde importa más la percepción sensorial que la mera sucesión de acontecimientos en pantalla… Que brillan por su ausencia.
Porque sí, a tenor de su sinopsis, esto va de distopías y mundos apocalípticos, pues todo empieza cuando nos llega una carta desde un lejanísimo futuro, y nos alerta del fin de la humanidad y de la evolución de la especie humana para haber llegado hasta ahí, miles de años después. Pero el planteamiento de Jóhannsson pasa por una única voz fuera de pantalla: Tilda Swinton se encarga de narrar la adaptación de la novela de Olaf Stapledon, mientras la cámara se contonea lenta y ominosa, alrededor de los brutalistas edificios abandonados de la Yugoslavia comunista. (Casi) todo ello en apabullante blanco y negro y 16mm (espectacular fotografía de Sturla Brandth Grøvlen), marinado con una banda sonora a la que, claro, no le hace falta presentación alguna. ¿Resultado? Pura magia.
La verdad es que la única manera de adaptar la novela original de la que parte Last and First Men pasaba por una ruptura de lo acostumbrado. Su distanciamiento con cualquier cosa que podamos relacionar con nuestra realidad, obliga al cerebro a funcionar al 200%, por lo que lo que propone Jóhannsson es un campo abierto en el que nada, absolutamente nada, pueda perturbar la labor imaginativa. Oímos a Swinton hablar de evoluciones de especies, de mundos cambiantes, de una realidad tan alejada como para que ni siquiera podamos reconocerla como propia. E imaginamos. Imaginamos asistidos únicamente en lo sensorial y, por lo tanto, emocional.
Así que no, no pasa nada en toda la película, si se quiere. Pero a su vez pasan tantas cosas que se acaba tornando inabarcable. Es tal la experiencia inmersiva a la que nos vemos enfrentados que, de entrar en el juego, acabamos agotados de intentar dibujar en nuestra cabeza las ideas que nos propone la narración, sintiéndolas con la mastodóntica melancolía que se desprende de imagen y música. Melancolía porque, al final, Last and First Men es un panegírico fúnebre, un ensayo sobre el fin de la humanidad y el constante empeño de esta por sobrevivir a toda costa, pese a estar innegablemente condenada. Pero claro, también supone la despedida de un artista que a saber cómo habría continuado su carrera cinematográfica. Que su opera prima se antoje tan milimétricamente estudiada para alcanzar un éxito inapelable en cada una de sus escenas, en cada uno de sus fotogramas e, incluso, de las pausas que la narración toma para dejar que el espectador imagine y/o reflexione. Que Last and First Men se antoje tan perfecta en lo que se propone, en definitiva, hablan de un virtuoso en la música que también lo hubiera sido tras la cámara por muchos años. Pero en fin, regocijémonos con su legado, una de las películas más importantes del género desde, no sé, Stalker.
Trailer de Last and First Men
Datos y curiosidades sobre Last and First Men
- Last and First Men es el debut como director, póstumo, de Jóhann Jóhannsson.
- Es su primera película tras las cámaras, pero su relación con el cine viene de lejos: suyas son las bandas sonoras de Sicario o La llegada.
- Adapta la novela La última y la primera humanidad, de Olaf Stapledon, publicada en 1930.
- Está grabada en parajes de la antigua Yugoslavia comunista.
- Pese a que su estreno oficial tuvo lugar en la pasada edición del festival de Berlín, hubo un primer pase especial con música en directo en 2017, meses antes del fallecimiento de su autor.
- Last and First Men es uno de los títulos más importantes del Atlàntida Film Festival 2020, al suponer su estreno en España.
- Puedes verla en Filmin.
Valoración de La Casa
En pocas palabras
Debut tras las cámaras y obra póstuma de Jóhann Jóhannsson, que se convierte en una de las películas de ciencia ficción más importantes de los últimos años. Es un ensayo, una película experimental que requiere entrar en su juego… pero si se entra, no queda otra de disfrutar con todos los sentidos, como pocas veces se disfruta delante de una pantalla.