Crítica de Les combattants
A riesgo de empezar a sonar como un disco rayado, y hablando en plata, es una puta mierda que una película como Les combattants no vayamos a poder verla nunca en salas en este país. Que qué sé yo, igual se alinean los astros y algún distribuidor cultureta se deja llevar por el buen regusto crítico que ha dejado el debut de Thomas Cailley por allá donde ha pasado… Nada, el FIPRESCI en Cannes ’14, poquita cosa. Pero el caso es que esto pinta a nuevo ejemplo de feliz estulticia cultural, esa que tan alegremente practicamos nosotros como deporte nacional. La verdad, espero equivocarme y que finalmente encuentre un hueco en nuestras pantallas, porque la cosa lo vale. Y lo puede. Porque sí es un producto con cierto aroma Cannes pero en realidad, en el fondo del fondo, Les combattants trasciende con comodidad sus relativas excentricidades para convertirse en un ejemplo de cine libre y abierto, apto para grandes públicos y con cierto potencial para convertirse en un pequeño clásico adorado por ciertos sectores, no necesariamente reducidos. Al fin y al cabo esto es una historia de amor convencional y tradicional, tan eficaz y bien resuelta como la mejor romcom mainstream pero infinitamente más interesante en casi todos los aspectos.
Es, concretamente, la historia de Madeleine y Arnaud, dos jóvenes que se conocen un poco por casualidad, cuyo enfoque filosófico no podría ser más opuesto, cuyos planteamientos vitales no podrían chocar más y cuya química… es innegable e instantánea. Ella es una especie de nihilista un poco misántropa, lista pero parca en inteligencia emocional, aspirante a soldado (por aquello de hacer algo bestia) y convencida de que el mundo se va a ir al garete en menos tiempo del que quisiéramos pensar. Él es un chaval sencillo que no se complica mucho la vida, que lo ve todo con una despreocupación cándida y que está abierto a dejarse fascinar por una personalidad tan repelente y al mismo tiempo magnética como la de Madeleine. ¿Qué diferencia a esta de otras propuestas similares? En esencia, su tono. Cailley es un tipo que sabe lo que hace, que dirige considerablemente bien y con una seguridad impropia de un debutante. Que controla los tiempos y sabe dotar a las imágenes de una textura narrativa especial. Pero lo que de verdad cala en su propuesta es esta especie de enfoque irónico, desmitificador y absurdo sin dejar de ser encantador. De alguna manera, la película logra combinar con un inherente dramatismo estos escapes surrealistas, un aire de ligereza entrañable que le sienta la mar de bien. Con ello el realizador traza, en fin, un perfecto dibujo de un amor veraniego honesto, sincero y desprovisto de glamour.
Les combattants parece tomar prestados algunos recursos expresivos del cine indie norteamericano, pero en ningún momento se pierde en si misma, se diluye en la autoindulgencia o cae en ejercicios esteticistas huecos. Al contrario, como digo la película se presenta liberada y desligada de cualquier compromiso tonal, planteada como un relato que fluye de la comedia amable a la negra, del chiste tonto al lúcido comentario agridulce, de la ocurrencia hilarante al sarcasmo (volcado, por ejemplo, sobre la institución militar). Y pese a que en su tercer acto la cosa se oscurece y toma tintes más alegóricos desligándose un poco más de la realidad -y alcanzando mayores cotas de lucidez- en todo momento resulta una propuesta exultante y entretenida. Donde además brillan un par de interpretaciones fabulosas (Kévin Azaïs está estupendo, pero Adèle Haenel es un auténtico descubrimiento) y una banda sonora atractiva, compuesta en su mayor parte por un puñado de temas de tecnopop saltarín. Todo cuadra en un conjunto que no alza la voz, que no necesita parecer brillante. Porque se conforma con hacer las cosas (muy) bien y obviar tópicos y clichés para terminar convertida en la potencial pero improbable película de cabecera que adoptaría cualquier joven inquieto en un mundo ideal. Maravillosa, un debut más que prometedor.
7’5/10
De vez en cuando tengo la necesidad de comentar para recordaros lo agradecida que estoy de vuestras críticas. A veces, a pesar de volver a leer la crítica tras haber visto la película veo que se me han escapado muchas de las cosas que comentáis, lo que me anima a ver mucho más cine.
De nuevo, muchas gracias y feliz juernes!! :)
Hola!!
Creeme que nosotros estamos aún más agradecido por comentarios como el tuyo :)
Siempre es un placer encontrarse a gente que muestra inquietud, buen gusto y (por qué no) buen rollo.
Deduzco, como sea, que te gustó la peli? En ese caso, me alegro, porque se lo merece todo y más…
Oh, si te apetece déjanos un nombre cuando comentes, ni que sea a modo de firma en el propio comment, que así sabemos quién eres ;)
Gracias de nuevo y un abrazo!