Crítica de Looper
Ahora que los saltos adelante y atrás en el tiempo pueblan televisores, cines, libros y tebeos, es el momento propicio para que esta generación desempolve el fundamental díptico de Terminator que James Cameron dirigió en los años 1984 y 1991. Pero como ya se sabe que si hay algo que esta generación no hace es ir a rebuscar en la historia, por lo menos que se fijen en Looper. En un momento en que todo es fugaz, todo lo nuevo se hace viejo enseguida y sólo importa lo que venga después aunque sea notablemente inferior a lo de antes, la última película de Rian Johnson se convierte tranquilamente en el nuevo Terminator, aglutinando los proses y los contras de lo que de una afirmación así puede esperarse. Es decir, una historia que toca varios de los temas claves de la saga del T-800 mezclándolos con otras cuestiones más acordes con la actualidad, y que además busca y consigue ser un sólido entretenimiento, batiburrillo revival entre acción, ciencia ficción y romance. Pero a su vez, una producción que palidece ante la redondez de los referentes de antaño, que carece de la personalidad y el encanto de los mismos, y que a la postre descubre una fecha de caducidad muy próxima.
Obviamente, si bien los parecidos con Terminator son evidentes (un hombre viaja al pasado para acabar con el niño que, en el futuro, se convertirá en el responsable de esto y lo otro), Looper no se adscribe directamente a su universo, sino que más bien trata de alejarse mediante un tratmiento distinto, que responde a los tiempos que corren. La acción es más «terrenal», nada de máquinas, sólo tíos cargados con pistolas. La premisa es algo más rebuscada, ahora estamos en los años 2040 y varios sicarios ajustician a quienes les hacen llegar de los 2070 atrás en el tiempo. Y en general, se respira frescura mediante una estructura juguetona (atención al modo en que despacha los 30 de vida de Joe, desde que tiene la cara de Joseph Gordon-Levitt hasta que adopta la de Bruce Willis), y una bienvenida mezcla de conceptos que se acerca, ya sea formal o argumentalmente, a la vez a Fringe, Origen, y a un cine más añejo, ya sea al thriller negro como, y sobre todo, a las películas de acción de antes. Y en este sentido, que se haya optado por Willis para el papel principal es una buena declaración de intenciones.
Así que sobre el papel, el director de Brick nos ha dado motivos de sobra para la alegría. Looper es puro cine de entretenimiento que busca un hueco entre las temáticas de hoy en día al tiempo que no esconde su punto de mira, situado en un pasado reciente (y no tanto) del que se trae referentes fácilmente identificables. A añadir a la lista de parabienes el gran apartado visual de la cinta y su correspondiente despliegue de medios, que posibilita secuencias como la del niño en la granja, la de la caída del apartamento o la del tiroteo hacia el final. Por su parte, Gordon-Levitt haciendo de Willis no sólo demuestra la ya conocida versatilidad del actor, sino que tiene que haber disfrutado de lo lindo viendo mil y una veces La junga de cristal para poder imitar a la perfección a la estrella. Estrella que, claro está, hace lo de siempre y como siempre, y con eso nos vale.
El problema de Looper está en que ya no sorprende. Y como no sorprende, a la mínima que baja revoluciones, aburre. Su argumento más allá de la premisa se conoce al dedillo, su devenir es fácilmente acertable, y la evolución dramática de sus personajes viene marcada por un largo bloque central en el que, en verdad, se avanza a trompicones, pasando de manera un tanto tosca por todos los clichés imaginables de quien va a parar a un lugar en que vive una mujer soltera (Emily Blunt, por cierto) con un hijo potencialmente peligroso. Son los momentos más endebles de un film que por lo demás raya en la excelencia, por lo que es una lástima que el espectáculo no sea redondo. Y es que tal y como sale del bache, no tarda en retomar el vuelo inicial con un tercer acto francamente trepidante, que dispara de nuevo el ánimo para concluir con un clímax casi de antología.
De modo que no se me asusten, que Looper, a día de hoy, es de lo mejor que se puede encontrar en una sala de cine. Divierte, convence, y garantiza una sesión de palomitas de altísimo nivel. Pero que nadie crea tampoco haber encontrado el nuevo Terminator, el nuevo Regreso al futuro, ni nada por el estilo. Que la principal virtud de la cinta sea no tomar por tonto al espectador está muy bien y muchos, demasiados deberían aplicarse el cuento; pero de ahí a pasar por alto sus evidentes altibajos, o esa falta del toque de gracia que la convierta en una propuesta realmente fresca hay un trecho, lo suficientemente evidente como para acortar su perdurabilidad en la historia del cine y dejarlo en un blockbuster de mucho nivel, pero poco más.
7,5/10
Estoy bastante indeciso con esta película. Toda su introducción me parece una obra maestra y crea un mundo muy interesante. Los problemas (que no son tal cosa) vienen cuando todo pega un giro argumental.
Desde que la película realiza un flashback con el "What If" el argumento toma unos derroteros que no me esperaba. Lo hacen bien y cuenta una historia interesante pero no es lo que yo iba buscando. No consigue emocionarme como lo hace su inicio.
Emily Blunt esta muy correcta al igual que el niño… pero su historia me pilla por sorpresa y no consigo olvidarme de como hubiera sido la película sin ellos.
Bien (o muy bien), pero no es lo que esperaba.
Juas, amos, que lo de la granja te ha entrado tan mal como a mí. No sabes cómo te entiendo!
Pero bueh, en general es eso: no es perfecta ni mucho, mucho menos. Pero está bien y oyes, un poquito de aire fresco de vez en cuando nunca está de más… no?