Crítica de Los abandonados
Primer elemento negativo: justo antes de entrar en el despacho del abogado que tiene los papeles de la casa y demás, la protagonista vive un breve y aparentemente sin importancia suceso «extraño», detonante de que a los quince minutos ya sepas más o menos cómo va a acabar la película.
Sigo: la mujer va a la casa, una tenebrosa mansión situada en un islote accesible únicamente mediante un puente (¿imagináis cómo acabará el puente? Minipunto para vosotros), donde se encontrará con su hermano gemelo (sorpresa cero, a menos que te hayas perdido los minutos iniciales del film). Pero no es la única presencia de la casa.
Tras una serie de repetitivos sustos que no asustan basados en cruces en primer plano de sombras silenciosas, los dos héroes descubrirán que se hallan en una casa maldita (!!), y que esas presencias son… ¡sus propios fantasmas!
A partir de este momento, el poco interés que se sentía por la trama desaparece por completo, puesto que el miedo que pueden llegar a dar dos fantasmas que no hacen nada más que caminar, y encima son los mismos actores maquillados de manera (un poco) diferente, es prácticamente nulo, y el abuso de escenas vistas un millón de veces en el aluvión de cine de terror de los últimos años no ayudan precisamente a ello.
Eso sí, se agradecen dos favores que Cerdà (co-firmante del guión) brinda al público. El primero, la inexistencia de estallidos musicales cada vez que aparece un fantasma (eso no asusta, señores directores, solo jode los oídos), y el segundo, el hecho de que todo lo que les hagan a los fantasmas, se verá reflejado en los protagonistas. A destacar la escena en que el hermano dispara en la pierna (qué casual, por primera vez, un bueno no le mete un balazo entre ceja y ceja al malo) a su versión espectral, siendo el vivo quien empieza a desangrarse.
En adelante, «Los Abandonados» se transforma en una sucesión de giros y más giros argumentales, todos ellos increíblemente previsibles, y aún así explicados con bastante dificultad y engorro, llegando al mismo punto al que han llegado los espectadores, con veinte minutos de retraso.Pero en fin, entre bostezo y bostezo, se consigue ver, gracias a su preciosismo visual, y a una dirección firme y vigorosa, que pese al desbarajuste final consigue mantener la misma línea elegante y elaborada en todo momento. Aquello de «no parece española» consigue aquí su máximo exponente.
Una lástima que ante una dirección tan por encima de la media, se tenga que lidiar con un guión tan vulgar y anodino. Cerdà aprueba como director, pero habrá que esperar a la siguiente para ver si es capaz de engendrar una buena película. «Los Abandonados» es de Suficiente bajo y por los pelos.
Ufff! ¡Que pereza!
Mala muy mala, sin comentarios….
bueh… esto…. yo creo que… nah, a quién pretendo engañar: no recuerdo ni un solo minuto de la peli XD!