Crítica de Los abrazos rotos
Bonita carta de presentación me ha endosado el amigo Spaulding para empezar mi andadura por estos lares cibersepaciales, nada menos que la crítica del último bodrio (ups, perdón, les he espoileado mi opinión antes de tiempo) de nuestro queridísimo, amadísimo Peeedroooooo. Pero en fin, que como uno se considera un tipo serio y que acomete las tareas que se le imponen con rigor y diligencia, pues nada, allá vamos. Intentaré hacer el viaje placentero y por favor, no me consideren pájaro de mal agüero, de esos que traen consigo tormentas diversas, que a lo mejor otro día me toca comentar algo de más enjundia y que incluya chorretones de sangre, pijamas y capas, ingentes cantidades de sexo, zombies o todo junto (por ejemplo, la película que podríamos estar preparando Spaulding y un servidor). Así que nada, menos rollos y más al lío.
Vaya por delante que siento una cierta admiración por el bueno de Almodóvar. Lo tengo por hombre de gran conocimiento fílmico y eclécticos referentes culturales (sirva como ejemplo de esto una escena de la película que nos ocupa en la que se conjugan, simultaneamente o casi, un tema de Cat Power con unas imágenes de la fucking-masterpiece «Te Querré Siempre» de Rossellini; toma postmodernismo), y siempre me ha parecido el único de los directores españoles mainstream, junto con Julio Médem, capaz de entender el cine como un -tomen nota Fernandoleones y compañía- conjunto audioVISUAL, más que como un mero vehículo para ilustrar guiones. Vamos, que Almodóvar siempre se ha preocupado en la misma medida de qué contar y de cómo contarlo, y con ello se ha ganado un estilo a menudo autónomo y reconocible.
Pero ah, y aquí empieza lo malo, esa garra, ese nervio visual no dura para siempre, amigos, y si bien en los últimos años se había ido matizando en favor de una muy suave estridencia de puesta en escena ahora parece haberse diluido casi por completo. Y no ya en orujo, sino en agua destiladísima. De acuerdo que no podemos esperar brillantes astracanadas al más puro estilo «¿Qué he hecho yo para merecer esto?», «La Ley del Deseo» o «Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios», pero es que lo que debería haberse depurado con la madurez finalmente no ha hecho más que languidecer y desaparecer. Pero no se me desanimen, que a cambio nos ofrece exageradas dosis de complacencia. De la «auto» y de la a secas.
¿Y el guión? Pues de bostezo, oigan. Esa preocupante timidez causada por aquello de gustar a todos lleva al director a no acabarse de decidir en ningún momento por lo que quiere contar. Sí es cierto que la historia es rotunda: un triángulo amoroso entre un cineasta reinventado, un ricachón más bien agrio y una prometedora jovencita que por obra y gracia de la casualidad y la fatalidad se torna en rocambolesco thriller de sentimientos, celos y venganzas, o como decimos en mi pueblo, culebrón de lujo.
El problema es que nunca acaba de levantar el vuelo, ni como drama (desde luego alejadísimo de los reventones melodramas en Technicolor de Douglas Sirk de los que Almodóvar se considera deudor), ni como thriller (tampoco tiene la tensión de un Tourneur ni el ambiente malsano de un Fuller), ni mucho menos como comedia (lo sentimos pero Chus Lampreave otra vez + Rossy de Palma otra vez + locazas otra vez ya no cuelan). Me permito recordar, sin venir muy a cuento, la más memorable colaboración de Lampreave y de Palma de los últimos años: el anuncio de Ardilla. Decadente y brillante.
Y puestos a demoler, hagámonos una pregunta. ¿Qué será lo que llevamos los ibéricos en la sangre que nos lleva a a) ser tan malos actores, o b) ser tan malos directores de actores? ¿Demasiado vodevil, sainete, zarzuela y chistorrilla, quizá? Porque tíldenme de redundante, pero es que del despropósito interpretativo que representa «Los Abrazos Rotos» no se salva ni uno. Y es que tener que decir que Pe es quien está mejor en toda la cinta es muy gordo. Vale que últimamente la muchacha se está valorizando, pero no fastidien, que tanto Lluís Homar como Blanca Portillo son actores solventes… Pues nada, ni así. Interpretaciones discretísimas (si a alguien le interesa, creo que Blanca Portillo debería volver a la comedia, que cuando hace imitaciones de garrulos está que lo clava y Homar… pues no sé… ¿a protagonizar el musical de Frasier en España?). Y ya lo de Ochandiano y Tamar Novas es (¡atención cazadores de tópicos!) de juzgado de guardia.
Por todo esto, y mucho más que ni se me ocurre ni me apetece ocurrírseme, despacho «Los Abrazos Rotos» con un churresco 5. Churresco porque últimamente estoy de un benevolente que tira de espaldas: en el mundo de fantasía que representa el interior de mi mente le puse un 7 a «The Reader«, así que pueden hacerse una idea de lo que representa un 5.
Eso sí, que sepáis que los críticos sobrecogedores (vamos, los que cogen el sobre) van a ser espléndidos con la película. Incluso puede que la forren de Goyas. Si ese fuera el caso, gracias por adelantado, Academia, por darme la razón una vez más.
5/10
(anotación final: ¿Lo veis? He conseguido escribir esta crítica sin escribir ni una sola vez las palabras «el director manchego»)
Jo, que pena. Aun así la veré. Soy muy Almodovariana y tengo todas sus películas.
Bueno, bienvenido y que disfrutes de la casa de los horrores.
el oscarizado director manchego y su ego
Lo que me parece muy fuerte es que TONY joda el final de pelicula. Te quejas de que Almodovar cuenta algo importante sobre la protagonista Lena (no lo voy a decir, para no joder más)y lo escribes bien clarito.
Yo no he visto le peli, ni leído entrevistas, porque quiero ver la peli con la mente abierta. He leido esta critica, por que siempre leo este blog…
En fin gracias por joderme la película TONY.
Queda TERMINANTEMENTE PROHIBIDO (así, en mayúsculas) revelar el final de una película sin antes escribir «spoiler» para que los demás no tengamos por qué jodernos como te han jodido a ti. La verdad, yo tampoco sabía nada de ello, y la verdad es que acabas de quitarme las pocas ganas que me quedaban por ver esta cinta, así que, como hace nonasushi, te agradezco enormemente el favor que nos has hecho…
en fin, copiaré la primera parte de tu mensaje por aquello de ser la primera vez, pero ya te vale.
PD. Sobre posibles repsuestas sobre la película, lo dejo a cargo de Bluto, que es quien tiene conocimiento de causa…
Tony dijo:
Ayer ví la película y salí totalmente desconcertado y defraudado. Soy un seguidor de Pedro desde sus comienzos y esta es su peor película. Estuve durante todo el film esperando encontrar algo en la historia que me sorprendiese o me emocionase como siempre me ocurre cuando veo alguna obra suya. Pero ese momento no llegó. La encuentro vacía y con muchas partes ilógicas.
Vaya, gracias a los que me habéis dado la bienvenida al blog; por bienvenido me doy
En cuanto al tema de los spoilers, pues ya lo ha dicho bien claro spaulding, y además en mayúsculas, así que como no lo puedo enfatizar aún más, voy a soltar insultos:
¡¡NO SPOILEÉIS, MALDITOS!!
De nuevo, muchas gracias por los comentarios, espero ser mínimamente interesante y que sepáis que…
BE SEEING YOU
-Bluto
Como gran Almodovariana que soy, puedo opinar, con la más pura objetividad que contiene mi ser, que no es uno de los mejores films de Almodóvar.
Es una película que cuando acaba, no sabes si te ha gustado, si no te ha gustado, o todo lo contrario.
También hay muchas escenas que se les ha dado mucho bombo, y luego resulta, que tampoco es para que echemos cohetes. Había alguna de estas escenas que terminaba y te decías a ti mismo: Vale, ¿y qué?
La interpretación de Pene… ni chicha ni limoná.
Y lo que he observado, es que ésta última película está siendo un poco… como diría yo…¿americanizada? Que si enfocamos y utilizamos marcas muy comerciales en América como Apple, personajes tan absurdos y caracterizados en americanadas en plan ¿Colega, dónde está mi coche?, o No es otra estúpida película americana, o una de este calibre. No lo hago como una crítica, pero es algo que me llama la atención.
Aún así, id a verla, nada que haga Pedro Almódovar, es una perdida de tiempo ver. Yo intentaré verla otra vez para a ver si con una segunda vez, puedo opinar que me gusta, no me gusta, o todo lo contrario.
Pues mira, Liz Lemon (por cierto, grandísimo nick), las impresiones son personales e intransferibles de cada uno, pero se dio la cosa de que a mí mientras la veía me iba pareciendo una película más pretendidamente europea. Usando el término «europeo» en contraposición a «español» o «americano». Está el homenaje indisimulado a la película de Rossellini o a (otra obra maestra de aquí te espero) «Ascensor para el cadalso», de Louis Malle, pero además a mí la película me recordó algo así como al Claude Chabrol reciente, pero muy desnatado. O al último Rivette más urbano, ese que nunca sabes hacia dónde tirará y dónde te va a llevar (aunque en el caso de «Los abrazos rotos» esto sea por el propio desnortamiento de su director)
Pero vamos, que no hay duda que aunque con un ojo Almodóvar mire a Europa, con el otro, con el de la puntería comercial, apunta a EEUU.
Estoy con el autor de esta entrada en que hay una deficiencia congénita en el español que le impide dirigir interpretar o criticar cine. El ambiente que se respira tanto en platós como en salas como en revistas o blogs es de un profundo analfabetismo cinematográfico. Es cierto que la pelicula de Almodovar carece de actores, que el guión parece que no ha pasado de «tormenta de ideas», que la planificación a veces está fuera de ritmo y de tono, si, puede ser cierto todo esto. También es cierto que hay mas verdad (verdad de la buena, de sentimientos) en algún plano de esta pelicula que en todo EN TODO el resto del cine español actual y gran, grandisima parte del europeo. Esto no va a conseguir que vaya antes a ver la próxima pelicula de Almodovar que la próxima de Eastwood, pero me gustaria que algún dia hiciera reflexionar a tanto pollo indocumentado que en su vida sabrá lo que es mirar, MIRAR, a través del objetivo de una cámara. Antes de escribir en público sobre peliculas hay que verlas, VERLAS y leer muchos libros y hacer el amor muchas veces, al menos alguna. Al autor de la entrada se el ve el plumero y encima es español…
A Bruno Cortona:
Disculpa mi ignorancia, y sin quererme meter en discusiones personales, pero ¿podrías explicarme cuál es el plumero que dices que se me ve? ¿Y qué tiene que ver con ello el hecho de que sea o no español?
Gracias; por alusiones más que nada…
U-N-A M-I-E-R-D-A. En más de una ocasión estuve a punto de salir del cine. Siento incredulidad, indignación y hasta vergüenza ajena. ¿Realmente Almodóvar es consciente del bodrio que ha hecho? Salvo tu crítica, fresca y atinada, y suspendo al apreciado director manchego, lamentablemente, a él sí se le ve el plumero.
Suscribo una de las frases de la película, refiriéndose a director y a la protagonista: «lo mejor que han hecho es no asistir al estreno».
Dado que NO iba a verla, y tampoco tenía intención de leer una crítica hasta que algún alama caritativa me endiñase una copia que degustar en estado de somnolencia (se peude apreciar que soy su fan número uno, y no te cuento de Pe) debo considerar la lectura como un obsequi generoso de bienvenida al (espero soltero) colaborador.
Mi más sincera simpatía, sólo por haber calificado de 7 al «rider» me parece que este chico me cae bien.
Espero que se entienda todo dentro de la «retórica bloguera» y que no se ofenda usted.
El plumero que se nota es el de su parquedad referencial, el de la estrechez de su mirada cinematúrgica y de su uniformada filiación «cinefílica».
Lo de la nacionalidad tiene que ver con la incapacidad de sus compatriotas, observada por usted mismo, para el arte cinematográfico. Incapacidad que yo corroboro para cualquier actividad relacionada con el cine incluida la crítica.
De verdad, no tienen a nadie como Almodovar en el cine español desde hace décadas. Esta pelicula no es la mejor de la historia pero se salvan mas momentos que en ninguna otra de los últimos años (española,claro)
Me asombra su poder de deducción, mire. Que haya podido extraer todo esto de un único post me parece digno de admiración. ¿Me cuenta cómo lo hace?
¿Parquedad referencial? No he hecho ninguna referencia, más que citar (repito, CITAR) a Rossellini, Fuller y Torneur. Creo que en el momento en que desarrolle un post sobre sus filmografías (no se asusten, no lo haré, aunque haya visto y re-visto entre el 70 y el 90% de cada una de ellas) podrá usted juzgar si mi «mirada cinematúrgica» es limitada o no.
Mientras tanto, pido que sólo se valore el contenido de las entradas, sin caer en calificaciones baratas e infundadas.
Por cierto, me divierte lo de mi «uniformada filiación cinefílica». De nuevo le pido: ¿me puede decir cuál es esta filiación? Aún descubriré gracias a usted cosas sobre mí mismo que no conocía
Y una última cosa: yo también creo que Almodóvar sea lo mejor de nuestro cine, digamos, comercial. Pero NO ES LO MEJOR QUE NOS HAYA PASADO. Ahí están para corroborarlo, gafapastismo aparte, Isaki Lacuesta o Albert Serra. Gustarán más o menos (a mí me gustan), pero sus miradas son innegablemente frescas, atrevidas y personales. Precisamente lo mismo de lo que podía presumir Almodóvar hace veinte años
Si, es cierto tienes razón, caigo en la injusticia, soy simple. Pero es que cuando uno recorre blog tras blog de cine, critica tras critica y lee lo mismo basado en lo mismo, adquiere unos injustos prejuicios. A veces y a lo mejor este no es el caso, a veces, los prejuicios después de tanto «remake dialéctico» resultan no ser tan injustos.
He visto «Honor de caballeria» y he visto «La leyenda del tiempo» este es mi conocimiento de tus admirados: es verdad, es fresco pero el cine pequeñito, a veces no es «guay» a veces no llega ni a cine se queda en germen. Agradable, estimulante, esperanzador, frustrante…
Pues sí, y suelo preferir un «germen de cine» frustrante a horas de cine excesivamente complaciente.
Y no es el lugar para entrar en debates de este tipo, pero cabría plantearnos qué es germen, qué idea y qué cine. Hasta qué punto una película como «El cant dels ocells» o la misma «Honor de cavalleria», con sus diálogos semiimprovisados y su falta de argumento claro podría ser considerada como «cine».
Por supuesto, en mi opinión ES cine (y de bastantes kilates) en tanto que contiene ciertas cualidades formales, artísticas y éticas (el poder subyugante, epatante de «la imagen por la imagen»), igual que ES cine la experimentación formal de Norman McLaren y Man Ray, «El hombre de la cámara» de Vertov, las películas de plano fijo de Kiarostami (tiene alguna; confieso que no la he visto) o las alucinadas de Stan Brackhage.
Tema que, pues, queda bastante grande a una pequeña réplica como esta, pero que sale a colación (precisamente en esos blogs de los que tú hablas) cuando calificas al cine de Serra como «interesante» y que es tachado por los amantes (perdón, talibanes) del clasicismo y el (terrorífica expresión) buen gusto de «tomadura de pelo»
Hola:
Sin baboseo ni peloteo.
Estoy totalmente de acuerdo con Spaulding. Añadiendo que, como espectador y usuario de multicines, más que películas, ya tengo la impresión de que Almodóvar está en el ecuador de un culebrón acerca de la condición femenina.
Cansino; trillado; repetitivo en técnica y dirección actoral…
…¡Un tocho señores!
Alomodóvar: Tú ya no eres un director…¡Eres una epidemia!
César___________________________
Cesar, gracias por estar de acuerdo, pero desde luego es difícil en esta situación, que yo no he visto la peli aún, jeje!
la crítica es del flamante nuevo inquilino de la Casa, John Blutarsky. A él el mérito y la dirección. A mí la verdad es que me da un palazo de coj*nes verla, sobre todo teniendo en cuenta que un graciosete se pasó por aquí y desveló el final…
saludos!
Crítica de masacritica
https://7masacritica.blogspot.com/2009/04/los-abrazos-rotos_06.html
Recibido, capitán Spaulding!
Y gracias por el «inciso»
Pues eso, que estoy totalmente de acuerdo con John Blutarsky
y a otra cosa:
¿No os dá la impresión de que a Almodóvar se le sobrevalora desde que aparece su apellido en los títulos de crédito?
(Pregunto) Y saludos a tod@s!!!
César___________________________
César, has dado en el clavo. Tal como salió en el trailer «Los Abrazos Rotos, un film de AlmodóvaR» arqueé una ceja. Que uno puede ser todo lo grande del mundo, pero de ahí a creérselo tanto…..
Se a edição que junta os takes do filme poder ser concebida como uma conjunção de abraços, de fato, eles estão todos partidos. Em 2 horas de filme, Almodóvar consegue ser lento, arrastado, repetitivo e brega, cansando o espectador. Um filme ruim, depois do morno “Volver” e do fraco “Má Educação”.
Além de momentos gratuitos e descartáveis, pretenciosos e fúteis, o filme morre na metade como que sinalizando a incerteza e cegueira do próprio diretor diante da obra. Num dado momento, o personagem principal que é um diretor de cinema afirma “é preciso levar um filme até o fim, mesmo que às cegas”, resume a condição de Almodóvar na voz de seu alter-ego na tela.
A personagem que trai o diretor na trama, chora demais e é mal resolvida na história; o filho desta personagem atua pesssimamente com frases do tipo “legal, ele é meu pai” depois de saber quem era seu pai após anos de mistério. Um filme morno, sem emoção, uma novela repetitiva, requentada, comida velha, evocando personagens e casting antigos para marcar a grife. E o que é a caricatura gay do personagem coadjuvante à Penélope Cruz? Péssimo. Kitsch apologético à causa gay que é demodé e descartável. Almodóvar, cada vez mais over.
Se era para ser um filme B, ele foi genial. Se era para ser sério, Almodóvar já era. Deveria voltar a fazer filmes pornôs, de onde acho que nunca conseguiu sair. Quem virá em sua dianteira para reinventar o cinema espanhol? Amenábar?
Esteticamente bonito, porém repetitivo e requentando “Mulheres à Beira de um Ataque de Nervos” dentro do novo filme, o filme dá nos nervos de tanta novela despropositada e é, claramente, Almodóvar às escuras, um de seus mais fracos filmes.