Crítica de Marmaduke

Hay ocasiones que invitan a que el espectador eche la vista atrás y busque, entre sus recuerdos, el equivalente de sus años mozos a la película de la que toque hablar. Por ejemplo, uno puede pensar que a “Las crónicas de Narnia” le corresponde “La historia interminable”. Otro, que “La amenaza fantasma” es el “Una nueva esperanza” de su generación. Y otro, más crecidito, que el equivalente del “Godzilla” de Roland Emmerich es el “King Kong” de Cooper y Schoedsack.
En el caso de “Marmaduke”, existen mil y un referentes del género animal parlanchín, siendo el más obvio un “De vuelta a casa” que, además, marcó hondamente la infancia de un servidor.
Ciertamente, mi discurso no puede ser más demagógico, pero queda patente la idea: como norma y salvo excepciones, cualquier comparación pone en evidencia la baja calidad de lo actual, y por supuesto, “Marmaduke” queda bien lejos de ser la excepción. Al contrario, casi parece que el último trabajo de Tom Dey (firmante de éxitos como “Shanghai Kid. Del este al oeste”, “Showtime” o “Novia por contrato”) se empeñe en dejar patente la profunda crisis por la que pasa el cine comercial actual, que de seguir así puede acabar dejando a toda una generación de niños sin películas de la infancia.
Dos escenas, correspondientes a sendos últimos chistes del film, bastan para retratarlo y dar buena muestra de sus limitaciones. En la primera, dos de los personajes bípedos discuten sobre la viabilidad de un anuncio protagonizado por perros que hablen y bailen; uno de ellos, que resulta ser el dueño de ese gran danés de nombre Marmaduke, se muestra reacio y afirma que no le ve salida rentable al producto (a la conversación le sigue un baile coreografiado de todos los animales participantes en el película). Acto seguido, pone el cierre definitivo una sonora y maloliente flatulencia.
Hablamos de tres minutos (a lo sumo) que sirven de excelente muestra representativa de todo el conjunto, al resaltar todos los males en los que éste cae.
Ante todo, brilla de buenas a primeras un humor de nula inteligencia (la mencionada flatulencia se repite también en los primeros compases) que logra la difícil tarea de no despertar ni una mísera sonrisa en la hora y media de duración.
Estrechamente ligado a ello, brilla por su ausencia el factor innovador, en un guión que recorre sin tapujo ninguno una senda tan conocida como para necesitar con urgencia de un renovado profundo. Tim Rasmussen y Vince Di Meglio (autores del libreto de “Hasta que el cura nos separe”) le han hecho un flaco favor a las tiras de cómic de Brad Anderson y Phil Leeming en que se basan, como en su día hicieran esas dos películas de “Garfield” al trabajo de Jim Davis.
Pero quizás lo más flagrante de todo sea la sensación de que los encargados de “Marmaduke” sean los primeros en avergonzarse del mismo. El guión, la dirección… incluso los propios rostros de los actores (Lee Pace, Judy Greer y William H. Macy) parecen estar pidiendo veladas disculpas a cada minuto, por una película que, además, pierde toda su gracia desde el momento en que se olvida del comportamiento animal de los animales (valga la redundancia).
Desde el momento en que los perros (o gatos) juegan a la consola, se escapan de casa a hurtadillas para asistir a fiestas, o las montan en casa a la que los dueños se van, la justificación de que los protagonistas no sean humanos comienza a carecer de sentido. Y si conforme progresa la película surfean, pinchan discos y en definitiva realizan tareas cada vez más enrevesadas y necesitadas de los cinco dedos de una mano como poco, el sentido desaparece por completo.
Súmense a la fórmula unos efectos especiales realmente indignos para los tiempos que corren (por mucho que haya que darle una importancia relativa a este aspecto, hay cosas que el espectador no debería aceptar bajo ningún concepto), y el resultado es este producto que divertirá a los niños más pequeños, pero desde luego no les emocionará ni aleccionará como sí lo hacían películas de infancia de generaciones pasadas. De hecho no lo hará en absoluto pues, coincidiendo con el momento en que “Marmaduke” pasa de ser inofensivamente mala a irritante, de golpe y porrazo su objetivo se transforma en el público adulto, pretendiendo aleccionar a los padres que bastante han hecho ya con llevar a sus hijos al cine.
Suerte tienen Dey y compañía de que, norma universal en el séptimo arte, los animales suelen caer infinitamente mejor que los humanos. De este modo, si se esboza alguna sonrisa en el rostro del espectador es por la simpatía que desprende, de por sí, la fauna que aquí aparece.
2/10
PD. De los doblajes no puedo hablar, pues el pase de prensa fue en versión doblada… aunque tampoco creo que tanto nombre sirva de algo, la verdad (a saber: Owen Wilson, Emma Stone, Geoge López, Steve Coogan, Kiefer Sutherland…)
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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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Comentarios

  1. Pero alma de Dios… Cómo osas? Tiene tooooda la pinta de ser un Garfield más cutre si cabe con humor de caca-culo-pedo-pis sólo apta para niños de cinco años.
    A Garfield le dieron una patada en el culo con aquel despropósito de cinta reconvertida al humor más tonto que uno pueda llegar a imaginar, siendo las viñetas originales dirigidas para todo tipo de público, adultos muy incluídos.
    Scooby-Doo tuvo un pase pero para películas potables con animales habladores me quedo con la entrañable "Babe" o con la gamberra "Como perros y gatos".
    Al menos Gomaespuma supo sacarme más de dos carcajadas.

    Que me esperen…

  2. Cómo oso? pues tío, que os aprecio mucho a todos, y me sacrifico por la causa. Todo sea por teneros al día y bien informaditos de todo ;)
    Aunque debo reconocer que esta (que llega tras SENY2, recordemos) me ha quitado un poco las ganas de perder tan terriblemente mi tiempo…

  3. Puuuf Capitán,creo que tu salud mental al visionar semejante "truño" debe de estar más perjudicada que si hicieras una maratón de la serie "Sexo en NY".
    Este enjendro ya tira para atrás desde el mismo trailer,y eso que los trailers muchas veces engañan y enseñan las pocas virtudes que la peli pueda tener,pero esta…

    Suerte que tenemos a Pixar, que hace esas joyas que tanto niños como adultos pueden visionar.

    Saludos

  4. ya ves, me muero de ganar por hacer esa marat… digo, por ver Toy Story 3!!

  5. Yo no la he visto pero todo lo leido no me extraña para nada. Y también tengo ganas de ver Toy Story 3, que segurísimo que es una peli infantil pero sin tomar por memos a los niños, como tiene pinta que si pasa con este Marmaduke.

  6. Pixar para niños? Eso no pasa desde "Bichos" Y ESO que a los adultos los hizo disfrutar como enanos.
    Para mí una de las mejores cintas del estudio.

    Desde entonces el rumbo de sus historias ha ido in crescendo hacia un lugar llamado convivencia visual y mental para todos.

  7. Zack, iba a decir exactamente lo mismo, tanto de Pixar en general como de la reivindicable Bichos en particular…

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