Crítica de Los mercenarios 2 (The Expendables 2)

los mercenarios 2

He visto. He visto ceños que hacen explotar cosas a 150 yardas de distancia con tan solo fruncirse. He visto dientes rechinar cuyo chirrido produciría pesadillas a criaturas del inframundo. He visto arterias braquiales surcar extremidades como autopistas interestatales con destino al Infierno. He visto cosas muy metal. Cosas que harían que los ojos de cualquier adolescente de los ochenta y los noventa terminaran glaucomándose antes de poder creer lo que ven. He visto a un montón de ejecutores, duros, despiezadores, culturistas de Hollywood juntos. Los he visto a todos juntos. Repartiendo leña a todo quisque y sin concesiones intelectuales. Sin preguntar antes de estrujar el gatillo. Soltando chistes después de convertir en una nube rosa a un europeo malo. Hay otros chutes de nandrolona, pero todos están en este. La Película Definitiva está aquí. Y es una segunda parte, la continuación que da todo lo que la predecesora nunca supo o se atrevió a dar. Más testosterona, más arrugas en marroquinería facial, más tiros, más explosiones, más puñetazos, más todo.

Los mercenarios 2 es la lógica de la antilógica y demuestra, a lo remedo hipertrofiado de Doce del patíbulo, que la vieja escuela es irreemplazable, que todo lo que vino después de los ochenta y primeros noventa es pura papilla ideológica para pusilánimes y demócratas con el ojete verde. Que todo es fruto de una sociedad a la que le ha dado por pensar, por preocuparse del mundo y por plantearse los alcances morales de las conductas fascistoides del héroe de acción. A todo ello, Stallone, Schwarzenegger, Willis y Chuck Norris dicen sayonara capullo con un obús tamaño portaaviones disparado a bocajarro. Y aunque la película trae sangre nueva (Liam Hemsworth) y cumple un cupo (Nan Yu), esto no engaña a nadie y devuelve en adrenalina pinchada con hipodérmica el precio de la entrada. ¿Queréis acción como la de antes, personajes monolíticos que sueltan frases lapidarias y conductas de dispara bien y no mires a quién? Bien, los vais a tener. A los mismos (suma y sigue: Van Damme, Lundgren, Statham). Pero, eso sí, van a venir un poco achacosos, gotosos diría yo. Machacados por la vida, por los gimnasios, las lesiones maxilofaciales, las peleas en pubs, los trompazos políticos de la farándula neocon. Así que sólo les quedará una: reírse de sí mismos. Partir calaveras, sí, pero también reirse de sí mismos.

Diana. Principal acierto de Los mercenarios 2. Que uno no sabe si está viendo una película de acción como las de antes, de las de ir al videoclub del Leo y escoger por la portada (que sí). O bien una pura autoparodia descacharrada y desternillante, abarrotada de autorreferencias, chascarrillos compartidos y puyas lanzadas el uno al otro (que también). El ritmo humorístico de Los mercenarios 2 es vertiginoso, hipercazurro y combustible: no puede uno parar de descoyuntarse el diafragma mientras se apelan a los principios más obtusos del género y cuando se da cuenta, zas, ya le han colado otro. Y lo mejor de todo: que esto es autoconsciente, metatodo, coñudo como sí sólo. Es una comedia con todas las de la ley, de las que quiere hacer reír, de las que pretende que el espectador dé palmas con las nalgas mientras se dispara de su butaca como un muñeco de muelle, todo gozo cochino, todo babeo sarnoso. Y es que ¿quién dijo que los brutos no tienen sentido del humor? Lo tienen, está claro que lo tienen; tiene forma de tumor sudoroso y palpitante y se encuentra alojado en algún punto indeterminado entre Barnaby (bíceps) y Tinkerbell (tríceps).

¿La condición requerida? Que se conozca el material de partida. Que el espectador esté familiarizado con los códigos del género y con los nombres de Cobra, Terminator, John McClane, Walker o Luc Deveraux. O por lo menos con sus caricaturas, con sus imágenes ideales o con sus memes ciberespaciales. Bueno, o no. O simplemente que esté a gusto con, siga en contacto y no renuncie a una oscura parte de su ser, romántica, somática e infantil, que años ha se derretía a gusto fundiéndose en un solo ser con el sofá de casa y con una bolsa de glucosa compactada como único sustento nutritivo.

Sólo de ese modo puede uno temblar de placer con las oleadas de nonsense hipercafre, con las set pieces salvajes de violencia grandguiñolesca, con el devenir de un guión casi inexistente que apela ora a las fantasías de la guerra fría, ora a Los siete magníficos, en casi todo momento a nada más allá de sus propios ombligos, capaces de abrir una botella de cerveza y doblegar a un esbirro belga al mismo tiempo.

No se puede poner uno excesivamente tiquismiquis, pues, y pedir al director Simon West ser el reinventor de nada de todo esto. De hecho no se le puede pedir nada más que hacerse invisible, dirigir con oficio y dejar que la acción se abra paso por sí misma a coces de Doc Martens. Ni que nadie interprete especialmente bien. Ni que la gente que pasa por aquí se pare cinco segundos con repentina cara de vacío nietzschiano y piense «¿qué coño he hecho con mi vida? El abismo me devuelve la mirada». No, esto va de ensalada de tiros y de nosotros montándonos una cadena de comida vegana con ella.

Gloriosa mierda para pueblerinos sin dientes.

7/10

Xavi Roldan empezó la aventura casahorrorífica al poco de que el blog tuviera vida. Su primera crítica fue de una película de Almodóvar. Y de ahí, empezó a generar especiales (Series Geek, Fantaterror español, cine gruesome...), a reseñar películas en profundidad... en definitiva, a darle a La casa el toque de excelencia que un licenciado en materia, con mil y un proyectos profesionales y personales vinculados a la escritura de guiones, puede otorgar. Una película: Cuentos de Tokio Una serie: Seinfeld

Te puede interesar...

Comentarios

  1. Pues si, es para ir al cine soltar toda la mala… que acumulamos a golpe de dispara, como suenan esos tiros… ni que fueran de verdad.
    Personajes de comic y diálogos de TBO pero con acción de verdad, peleas sin renderización digital.
    Además, se ríen de si mismos, como parte de la broma, la presentación de Chuck Norris que encima tiene 72 años y ver correr a Stallone es para desencajarse las mandibulas.
    En la próxima tenían que poner de malo a Steven Seagal, que ganas de ver que lo maten XD

  2. Bienvenida sea la gloriosa mierda para pueblerino sin dientes…necesito ver una pelicula asi, en cada disparo que hagan, en cada puñetazo que den, en cada patada voladora que dirijan a la cara….pensare en Prometheus y en como recibe cada impacto su glorioso director por haberme arruinado 2 horas de mi vida….sigo muy cabreado…

  3. conforme en todo. Hasta en lo de las palmas con nalgas. Pero a la mierda: para mí de 8 no baja xD

    Qué subidón de adrenalina, oyes!

  4. PD. Ronin, macho, ni que se hubieran pasado toda la peli de Pormetheus insultándote a la cara o algo, hijo mío, get over it ;)

  5. Conforme en toda la crítica.

    La fui a ver en Versión Original y no tiene desperdicio. Como se mofan de ellos mismo por favor. Desternillante.

    Un passarratos agradable y entretenido.

  6. Como vuelvas a decir que es una pasarratos vendrá Stallone y te machacará la cabeza con un golpe de vena del brazo

    jé, es broma, me alegro que te haya molado la peli

  7. …y te tirará un smart a la cabeza ccogiéndolo con los dedos, a modo de canica (contado pierde, pero la imagen mental gana cantidubi)

Escríbenos algo

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más en Acción