Crítica de Mi novio es un ladrón
Lo cierto es que la experiencia no acabó de funcionar, y su imagen no volvió a retomar tan esperado vuelo apareciendo únicamente en las (semi)fallidas «Contra las Cuerdas» y «Entre Mujeres». Tal vez por eso, cuatro años más tarde, regresa a la gran pantalla con «Mi Novio es un Ladrón», comedia romántica como las que la hicieron novia de América, que escribe y dirige George Gallo y coprotagonizan Antonio Banderas, Colin Hanks, y Selma Blair.Al joven agente federal Henry (Hanks) se le asigna un nuevo caso: seguir los pasos de Tommy (Banderas), un refinado ladrón de arte buscado internacionalmente que está planeando un nuevo robo. Las cosas de complican cuando Henry descubre que Tommy es el nuevo novio de su alocada madre Marty (Ryan)…
La comedia romántica pura y dura está obsoleta. Los años de «Pretty Woman» y similares han acabado, y ahora se tiene que ofrecer algo más para que una historia de amor se convierta en una película como mínimo aceptable. Me vienen a la cabeza tres ejemplos completamente distintos entre sí que sin embargo son precisamente eso en el fondo, comedias románticas: «¡Olvídate de Mí!», «The Holiday», y la más reciente «Como Locos… a por el Oro«. Como puede apreciarse, las tres maquillan su verdadera trama tras máscaras de diversa índole, aportando así el elemento necesario para ser recordadas de manera positiva (o al menos, no negativa, como en el caso de la última).
Pues bien, en el caso de «Mi Novio es un Ladrón» parece que se han olvidado por completo de la situación actual. Se trata de un film pasado de moda, que bien podría haberse estrenado a mediados de los 90, cuando el género se encontraba en plena época dorada. No aporta pues absolutamente nada nuevo, y se convierte en una comedia de enredo y amor más, y encima sin la gracia ni el encanto de «La Boda de mi Mejor Amigo» o «Notting Hill».
El guión es soso, empapado de chistes de los que solo un par resultan realmente graciosos (principalmente los protagonizados por el personaje de Enrico, un ex-novio italiano y cocinero de Marty), y no logra llamar la atención del espectador salvo tal vez en su tramo final. Pero uno a fin de cuentas ya va preparado para encontrarse con algo así.
El problema es que además de la falta de garra de la película, cuenta con un reparto completamente erróneo. Meg Ryan limita su interpretación a reírse de manera bruta y masculina y a un sinfín de enervantes tics forzados hasta el paroxismo, y Colin Hanks es una versión aún inmadura de su padre (y aún le queda mucho camino para conseguir simpatizar de la misma manera que él en «Big» o «1,2,3… Splash»). Selma Blair y Antonio Banderas son tal vez los que sobresalen, aunque tampoco en exceso.
Pero al margen de su calidad individual, el verdadero impedimento es que ninguna de las dos parejas (Hanks&Blair, Banderas&Ryan) resulta creíble, por lo que cada una de las «escenas de pareja» se antojan sumamente forzadas, a causa de la total falta de química entre ellos.
Si bien es cierto que la cosa podía haber sido mucho peor, ya que al menos en su tramo final algo de carisma sí consigue alcanzar, «Mi Novio es un Ladrón» no consigue convencer en ninguno de sus aspectos, convirtiéndose en un fallido retorno tanto de Meg Ryan como de la comedia romántica clásica a las pantallas. Mucho más aconsejable quedarse en casa y volver a ver «Pretty Woman».
3,5/10
No sé cómo has aguantado una película de Meg Ryan… Está mujer debe leerse los guiones a oscuras, porque sino no entiendo qué criterio utiliza para escogerlos. Hace años aún no me agotaban tanto sus películas, pero es que siempre hace el mismo papel! Es tipo Julia Roberts… a la que ves una comedia suya las has visto todas xD
Alomejor la vería por Antonio Banderas, pero ni así creo que pudiera soportarla…
bueno, pero Julia Riberts aún cambia un poquito de vez en cuando… esta solo un par de veces como mucho, qué pesá!
Jejejeje, espero que lo digas por las dotes físicas de Banderas, porque interpretativas…. ;)
gracias por comentar!