Crítica de Mi segunda vez
Tras un periodo de silencio (o segundoplanismo si se prefiere), Catherine Zeta-Jones vuelve a nuestras pantallas con “The Rebound”, enésima comedia romántica sobre un jovenzuelo avispado (Justin Bartha) y una mujer más mayor que él que se enamoran perdidamente.
Temática recurrente en los últimos años (me vienen a la cabeza “El novio de mi madre” y “Secretos compartidos” como más recientes muescas del género) y de la que ya se dijo todo en la primera producción que se atrevió a tratar el tema (posiblemente, “Eva al desnudo”), pero todo sea por hacer perdurar esa idea que tienen algunos del cine como bien universal, principal aleccionador para esta nueva sociedad que debe pasar de tabúes tan nimios como la diferencia de edad en una pareja (o de raza, o de sexo). Así pues, excusa validada y vía libre para que Bart Freundlich, director y guionista, desarrolle su consabido entramado de chico conoce chica -que le dobla la edad y tiene dos hijos-, chica se enamora de chico, etc.
Carencia total de originalidad a la que se suma un humor que brilla por su ausencia (apenas un par de situaciones graciosas) y una cantidad de sucesos francamente escueta. Vamos, que poco pasa en pantalla, y lo que pasa es previsible y más bien aburridote.
Y aun así, la cosa tampoco está tan mal después de todo. Porque un par de elementos, clave en esta clase de películas, sí funcionan. Para empezar, destaca la construcción de la relación entre los amantes, que sucede tan paso a paso (¡literalmente!) como para llegar a desesperar a más de uno, sí, pero también para hacer gala de un tacto y una verosimilitud muy de agradecer a la hora de reflejar el inevitable aumento de atracción entre ambos. Y eso pese a ser un guión propio de cuentos de hadas, porque más allá de algunos pormenores, todo le funciona como la seda a la afortunada pareja y ciertamente, la vida real rara vez es tan fácil.
Siguiente punto a favor de “Mi segunda vez”: la pareja protagonista. Tratada con atino (las dudas de ella, la inocente determinación de él), resulta sorprendentemente creíble a nivel interpretativo, no tanto por Bartha -más bien amuermado y falto de expresividad- sino por una estupenda Catherine Zeta-Jones. Radiante y arrolladora, a sus 42 añazos la mujer de Michael Douglas se hace cargo de la película, convirtiéndose en el foco de atención de todas las miradas y justificando sobradamente los deseos de su partenaire, quince años menor.
Finalmente, se agradece la escasa duración de la película, de apenas 90 minutos. Cierto es que podría durar un cuarto de hora, pero de este modo no hay demasiado tiempo para aburrirse, y sus limitaciones pueden ocultarse si un golpe de efecto ocupa parte de tan escueto metraje. En este caso, dicho twist radica en un viaje por diversos rincones del mundo, un exceso increíble que seguramente habrá disparado los costes de la producción, pero que queda la mar de bien como antesala para el final cargado de energía positiva y mariposillas de color rosa.
En resumen, “Mi segunda vez” es una más que improbable fábula de amor, de ese amor verdadero que no entiende de edades, sexos o distancias, y que tan imposible de alcanzar parece en la realidad. Cierto es que algunos pueden sentirse irritados con la propuesta, más cercana al sueño de un quinceañero que a la vida corriente, pero de vez en cuando no va mal sentarse a disfrutar de un cuentecillo de hadas tan inocuo, bonito, positivo… y breve. Y si encima no ataca demasiado a la inteligencia del espectador, y lo protagoniza una semidiosa del olimpo hollywoodiense, pues mejor que mejor.
5/10
Hay como me gusto esta, joe, me encanto…es verdad que no cuenta nada nuevo, pero es muy entretenida. Los niños son unos genios, y divertida es un rato…la relación es creible, gracias a lo genial que esta la Jones. Es de mis comedias romanticas favoritas, junto a Paso de ti. Y ese final con la musiquita, que bonitoooooooo. Que romanticon estoy hoy…ais.
juas, a mí es que es un tema que me interesaba por motivos que ahora no vienen al caso, y sí está bien tratada la relación y tal… pero no sé yo si llegaría a decir que es de mis comedias románticas recientes favoritas! (Love Actually es mucho Love Actually. Toma, no querías comentarios moñas??)
La vi ayer después de leeros, no daba ni un duro por ella y no se me había ocurrido nunca verla y ayer tenía ganas de romantic movie. No está mal, entretenida y creíble, sobre todo, como bien decís ambosdós, por el magnetismo y el buen hacer del bellezón CZJ. Él cumple en su "inocente determinación" (qué mono Caps y qué bien definido ;)) y los crí@s son dívers. Pasé un buen rato. Eso sí la escena final, ññññññ… coherente sí, pero la podrían haber acabado con un poco más de gracia.
Caps, así que te la viste para perfecionar tu educación emocional?? Eres carne de asaltacunas. Cuidado con nos. XDD
jajajaja, no quieras saber los verdaderos motivos por los que la vi… ;)