Crítica de Mister Lonely
Harmony Korine saltó a la fama con tan sólo 19 años gracias a su guión de la controvertida «Kids», que a su vez sirvió para que entablara una muy buena amistad con Chloë Sevigny y para que el director Larry Clark se diera a conocer.
Veinte años más tarde, Korine presenta «Mister Lonely», película sobre un grupo de imitadores de famosos que se reúnen en una masía escocesa para dar rienda suelta a su arte, entre los que destacan Charlie Chaplin, Sammy Davis Jr., Marilyn Monroe, Madonna y Michael Jackson. Tras haber pasado por diversos festivales, la película sólo ha podido verse de en un par de países (Reino Unido, Francia, Japón y México), aunque su distribución comercial a mayor escala puede verse favorecida tras los trágicos acontecimientos recientes.
Sea como sea, lo cierto es que su suerte hasta ahora no es difícil de comprender habida cuenta no sólo de la irregularidad de la película, sino -y sobre todo- de su estrafalaria linea argumental, tan original y demencial como imposible de hacer llegar al público mayoritario, adorador de marcianos que se transforman en coches(1).
Que la película no sea redonda se debe a diversos factores, siendo el primero de ellos el mal endémico que más o menos persigue a toda propuesta extraña que se precie. Tras un punto de partida asombroso, Korine (al igual que Kaufman o Jonze) no es capaz de mantener tan altas cotas de sorpresa, repitiéndose en más de una ocasión y dando la sensación de perder de vista el horizonte. Es lo que sucede cuando lo inesperado de la novedad desaparece.
Tampoco ayuda la neta fragmentación argumental, que introduce además de la principal, una historia protagonizada por un grupo de monjas de ayuda humanitaria que, y ojo que puede considerarse como SPOILER, se tiran de aviones sin paracaídas sobreviviendo al posterior impacto Fin del SPOILER. Más allá de la originalidad de esta alternativa, lo cierto es que jamás parece claro si habrá conexión entre los dos entramados, ni el peso que se le quiere otorgar a la segunda línea argumental (que por cierto, protagoniza Werner Herzog) por lo que nunca acaba de cuajar y sus minutos se convierten en verdaderos entorpecedores del desarrollo, en especial si tenemos en cuenta que el mensaje final es idéntico en ambos casos.
Pero el que quizás sea el peor de sus males se encuentra personalizado en la figura del propio director. Como le sucediera a Jonathan Demme en su «La boda de Rachel«, Harmony Korine parece empeñado en demostrar que su película es indie, de autor y gafapastosa, y por consiguiente opta por una dirección sobrecargada y excesiva, de corte dogmático y secuencias realmente incómodas para el espectador. El ejemplo más esclarecedor es la caída de una monja desde su avioneta, rodada sin depurar el sonido y por tanto con el constante y atronador zumbido del viento eclosionando en los oídos del inocente espectador. Un ejercicio gratuito y molesto que obliga a quitar, literalmente, el sonido del televisor.
Con todo, la película brilla con luz propia en varios otros aspectos. Primero porque, sin duda, cuenta con la complicidad del público, conocedor en mayor o menor medida de los míticos artistas a los que los que sus pobres imitadores intentan homenajear.
Ello hace que casi de manera involuntaria todos ellos caigan en gracia, incluyendo un Chaplin dictador y ofensivo interpretado brillantemente por Denis Lavant (visto en el segmento «Merde» de «Tokyo!»). La pobreza interior de los protagonistas, la historia que les rodea, esa particular parada de los monstruos en que el grupo se reúne como si de un nuevo Decamerón se tratara, todo ello conlleva al beneplácito que supone toda película con personajes desdichados, por lo que «Mister Lonely» acaba convirtiéndose en una cinta entrañable llena de ternura, sonrisas y lágrimas, por mucho que en ocasiones no dé la talla en este sentido.
Y no la da por el relativo desinterés hacia dichas percepciones, en favor de la búsqueda (si es acertada o no ya depende de cuánto se entre en el juego) de una vertiente lúgubre y opresiva, una sensación de inseguridad y negrura por la que han pasado todos los desequilibrados mentales/sentimentales que pueblan la cinta, convirtiendo así al espectador en uno más de la peculiar banda de actores.
Tal fusión de sentimientos (alegría y dolor, confianza y soledad, livianidad y pesadumbre) queda patente en el gran empaque visual de la cinta, que alterna brillantes y coloristas momentos con otros más oscuros y grises, todo ello presentado con una calidad de fotografía, decorado y vestuario sobresalientes.
Queda por hablar de los actores, cuyos mayores protagonistas son Diego Luna como Michael Jackson y Samantha Morton como Marilyn. Pese a la dificultad de los primeros compases en los que no queda claro si se trata de una actuación excelsa o una burda parodia, al final acaba primando lo primero, pues tanto ellos como el resto de intérpretes (atención al Buckwheat de Michael-Joel del joven Stuart) son capaces de dotar a sus respectivos alter ego de las justas pinceladas de parodia y esfuerzo, alegría y dolor, sentimiento y desnudez -de ánima-. En definitiva, todos ellos acaban resultando humanos y creíbles pese a su excentricidad.
En resumidas cuentas, «Mister Lonely» es una propuesta diferente, y por tanto bienvenida. Brillantemente original y arriesgada, lamentablemente cuenta con más de un tachón que la impiden coronarse como el nuevo fenómeno indie, y de hecho raro será verla en alguna sala de por aquí.
Aun así, se trata de una fábula de mensaje claro pero no banal, con actores realmente acertados y una puesta en escena embriagadora. Respetuosa con sus pseudo-estrellas, vale la pena darle una oportunidad, aunque sólo sea para desatascar las neuronas emponzoñadas en tanto artificio reciente. Eso sí, de las canciones de Jacko (o Madonna, pero a quién queremos engañar) ni una nota.
6,5/10
(1) sí, sigo cabreado con Bay y su última gilipollez, y un poco más y escupo a todo el que la defienda, ¿qué pasa?
Al parecer soy de los pocos que tuvo la oportunidad de ver esta conmovedora película, en todo el sentido de la palabra, no a lo "conmovedora" que supuestamente debió ser o fue para muchos THE BLIND SIDE. Como tu dices no es una película magistral y tiene algunos excesos incompresibles para muchos, pero que coño… no todos son los gemelos Epstein que escribieron Casablanca y no todas las películas son El Ciudadano Kane. A mi me gustó y me llegó, tal vez es verdad lo que dicen de mi que soy algo extraño y me sentí identificado con los personajes, aunque para tranquilidad de mi familia y allegados no voy a salir vestido de Darth Vader ni de Hobbit. La película llega, no puedo negar mi fascinación por Samantha Morton, sencillamente perfecta y Diego Luna me encantó como el difunto Michael Jackson. Pero como dicen que de poetas y locos, todos tenemos un poco, en esta película salió a florecer mi parte de loco, ya que de poeta no tengo nada. Aunque se que nadie la verá, la recomiendo 100%. Siento que mi recomendación está dentro de una botella en todo el centro del océano Pacífico, pero igual lanzé la botella. :-)
ja ja ja… estoy contigo por los marcianos que se transforman en coches, si necesitas ayuda para los defensores de estás películas que ganan millones, cuenta conmigo, yo te ayudo a escupirlos.
juas, te tomo la palabra. El día que cree mi ejército de justicieros anti-adoradores de marcianos te llamo!
Sobre la película, pues ya ves, por el éxito de visitas y de comentarios, creo que sólo somos tú y yo quienes la conocemos…..
La pelicula es incomprendida y esta muy buena
Es una de las películas más hermosas, freaks y tiernas que he visto en toda mi vida.
Hay que poner bastante atencion a los personajes y la mentalidad de c/u
Incomprendida no sé, para eso tendría que haberse visto primero, y no creo que lo haya hecho demasiada gente… ;)